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Hallan santuario subterráneo milenario en Chichén Itzá, México
Arqueólogos informaron sobre el hallazgo de un santuario subterráneo en las ruinas mayas de Chichén Itzá, México,
considerado de suma importancia por la cantidad de reliquias intactas
que forman parte de rituales celebrados hace más de un milenio.
El hallazgo consiste en una cueva de ritual maya denominada Balamkú, "la cueva del dios jaguar”, ubicado a 2.7 kilómetros al este del Templo de Kukulcán y su recorrido cuenta con una profundidad de 24 metros bajo la superficie.
"Creo, sin lugar a dudas, que Balamkú es una de las más importantes
cuevas de Yucatán y no exagero al decir que este es el hallazgo más
importante en la zona de la Península tras la cueva de Balankanché" hace
más de 50 años, indicó De Anda.
Además, los objetos que se encontraron en el lugar corresponden a siete ofrendas que mantienen un excelente estado de preservación, lo que permitirá reescribir la historia de Chichén Itzá, en la península de Yucatán.
Según los detalles aportados, en la cueva había casi 200 incensarios, vasijas y huesos de animales; y la hipótesis considerada hasta el momento es que son de los períodos Clásico Tardío (700-800 d.C.) y Clásico Terminal (800-1000 d.C.).
Los detalles fueron difundidos por el coordinador nacional de Arqueología, Pedro Francisco Sánchez Nava, y el director del proyecto Gran Acuífero Maya, Guillermo de Anda, en la sede del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El hallazgo consiste en una cueva de ritual maya denominada Balamkú, "la cueva del dios jaguar”, ubicado a 2.7 kilómetros al este del Templo de Kukulcán y su recorrido cuenta con una profundidad de 24 metros bajo la superficie.
Tras redescubrir en 2018 la cueva Balamkú, al este de la Pirámide de El Castillo en Chichen Itzá y continuar con las exploraciones, especialistas hallaron al interior, un santuario subterráneo con cientos de objetos arqueológicos.— Quadrante Plástico (@QuadratePlastic) 5 de marzo de 2019
Vía @inah_tv #FelizMartes pic.twitter.com/hN0qtyX26Q
Además, los objetos que se encontraron en el lugar corresponden a siete ofrendas que mantienen un excelente estado de preservación, lo que permitirá reescribir la historia de Chichén Itzá, en la península de Yucatán.
Según los detalles aportados, en la cueva había casi 200 incensarios, vasijas y huesos de animales; y la hipótesis considerada hasta el momento es que son de los períodos Clásico Tardío (700-800 d.C.) y Clásico Terminal (800-1000 d.C.).
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