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¿Qué repercusiones tendrá para EEUU la guerra tecnológica con China?
Las nuevas restricciones introducidas por Washington
contra Huawei representan una medida extremadamente injusta, a la que
China no debería responder para evitar una Guerra Fría con EEUU en el
ámbito tecnológico, destacó el politólogo chino Zhu Feng.
El Ministerio de Comercio de China ha mostrado su descontento con las nuevas restricciones que Washington introdujo contra Huawei y ha asegurado que las autoridades están listas para tomar todas las medidas necesarias y proteger los intereses legítimos de las empresas del país.
La Administración Trump prohibió a las empresas suministrar circuitos integrados a Huawei si estos utilizan tecnología estadounidense en su producción. Las empresas disponen de un período de gracia de 120 días para reestructurar su negocio de tal manera que acaten las restricciones adoptadas por Washington.
Teóricamente, casi todos los chips suministrados a Huawei pueden estar sujetos a las nuevas restricciones de Washington, incluidos los que provienen del principal suministrador de la empresa, Taiwan Semiconductor Manufacturing Corporation, sin hablar de las estadounidenses KLA, Lam Research y Applied Materials.
Si bien Pekín aún no ha especificado qué medidas adoptará para responder a este paso poco amistoso de EEUU, el periódico Global Times escribió, citando a una fuente cercana al Gobierno chino, que el país asiático podría incluir a las compañías tecnológicas estadounidenses como Apple, Qualcomm o Cisco en una lista negra como entidades de poca confianza.
Esta medida podría afectar gravemente a los negocios estadounidenses, dado que el 65% de los ingresos de Qualcomm provienen del mercado chino y la producción del smartphone insignia de Apple, iPhone, depende exclusivamente de las plantas pertenecientes a la china Foxconn.
La introducción de nuevas restricciones representa una medida extremadamente injustificada con la que EEUU no solo trata de presionar a Huawei y a otras compañías tecnológicas chinas, sino que intenta destruir por completo los mecanismos económicos y los de mercado que dos países han establecido para desarrollar la cooperación bilateral, señaló a Sputnik el director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nanjing, Zhu Feng.
Como resultado, ahora China enfrenta un difícil dilema. Por un lado, Pekín debería responder al ataque estadounidense y proporcionar una dura respuesta a nivel político. Por otro lado, el experto no aconseja que el país asiático actúe de una manera parecida a la de Estados Unidos.
Sin embargo, el actual director ejecutivo de Huawei, Eric Xu, había declarado que el gigante chino siempre puede encontrar componentes similares para sus productos en Japón, Europa o Corea del Sur. Hoy en día, la compañía está estrechando sus vínculos con los fabricantes no estadounidenses.
Por ejemplo, Huawei ha concluido un acuerdo con la empresa europea STMicroelectronics para desarrollar conjuntamente circuitos integrados. Desde STMicroelectronics afirman que no utilizan las tecnologías estadounidenses y por ello sus productos no deberían estar sujetos a las restricciones de este país.
Además, China desarrolla su propia producción de ciertos componentes utilizados en los semiconductores. La compañía Yangtze Memory Technologies creó un prototipo de un chip de memoria flash NAND 3D de 128 capas, que aún no ha sido producido en serie por ninguna compañía en el mundo.
Tomando en consideración todos estos avances, Zhu Feng ha mostrado confianza acerca del futuro de Huawei, dado que la empresa logró llegar hasta el día de hoy a pesar de toda la presión que EEUU ha ejercido sobre ella para contener su expansión en los distintos mercados.
El Ministerio de Comercio de China ha mostrado su descontento con las nuevas restricciones que Washington introdujo contra Huawei y ha asegurado que las autoridades están listas para tomar todas las medidas necesarias y proteger los intereses legítimos de las empresas del país.
La Administración Trump prohibió a las empresas suministrar circuitos integrados a Huawei si estos utilizan tecnología estadounidense en su producción. Las empresas disponen de un período de gracia de 120 días para reestructurar su negocio de tal manera que acaten las restricciones adoptadas por Washington.
Teóricamente, casi todos los chips suministrados a Huawei pueden estar sujetos a las nuevas restricciones de Washington, incluidos los que provienen del principal suministrador de la empresa, Taiwan Semiconductor Manufacturing Corporation, sin hablar de las estadounidenses KLA, Lam Research y Applied Materials.
Si bien Pekín aún no ha especificado qué medidas adoptará para responder a este paso poco amistoso de EEUU, el periódico Global Times escribió, citando a una fuente cercana al Gobierno chino, que el país asiático podría incluir a las compañías tecnológicas estadounidenses como Apple, Qualcomm o Cisco en una lista negra como entidades de poca confianza.
Esta medida podría afectar gravemente a los negocios estadounidenses, dado que el 65% de los ingresos de Qualcomm provienen del mercado chino y la producción del smartphone insignia de Apple, iPhone, depende exclusivamente de las plantas pertenecientes a la china Foxconn.
La introducción de nuevas restricciones representa una medida extremadamente injustificada con la que EEUU no solo trata de presionar a Huawei y a otras compañías tecnológicas chinas, sino que intenta destruir por completo los mecanismos económicos y los de mercado que dos países han establecido para desarrollar la cooperación bilateral, señaló a Sputnik el director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nanjing, Zhu Feng.
Como resultado, ahora China enfrenta un difícil dilema. Por un lado, Pekín debería responder al ataque estadounidense y proporcionar una dura respuesta a nivel político. Por otro lado, el experto no aconseja que el país asiático actúe de una manera parecida a la de Estados Unidos.
"Debemos promover el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas entre Estados Unidos y China, así como los intercambios comerciales normales entre las empresas basándose en la competencia", señaló.Según el experto, China hará todo lo posible para diversificar sus proveedores y garantizar su propia seguridad, aunque que es casi imposible que no utilice la tecnología estadounidense.
Sin embargo, el actual director ejecutivo de Huawei, Eric Xu, había declarado que el gigante chino siempre puede encontrar componentes similares para sus productos en Japón, Europa o Corea del Sur. Hoy en día, la compañía está estrechando sus vínculos con los fabricantes no estadounidenses.
Por ejemplo, Huawei ha concluido un acuerdo con la empresa europea STMicroelectronics para desarrollar conjuntamente circuitos integrados. Desde STMicroelectronics afirman que no utilizan las tecnologías estadounidenses y por ello sus productos no deberían estar sujetos a las restricciones de este país.
Además, China desarrolla su propia producción de ciertos componentes utilizados en los semiconductores. La compañía Yangtze Memory Technologies creó un prototipo de un chip de memoria flash NAND 3D de 128 capas, que aún no ha sido producido en serie por ninguna compañía en el mundo.
Tomando en consideración todos estos avances, Zhu Feng ha mostrado confianza acerca del futuro de Huawei, dado que la empresa logró llegar hasta el día de hoy a pesar de toda la presión que EEUU ha ejercido sobre ella para contener su expansión en los distintos mercados.
"En los últimos años, Huawei ha formado su propio equipo sólido de expertos en materia de Investigaciones y Desarrollo (I+D), que han creado sus propios chips, así como un sistema operativo alternativo. Por ello, supongo que Huawei sobrevivirá", concluyó.
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