viernes, 2 de noviembre de 2012

“La flor de cempasúchil viene de Holanda, Japón y China”

“La flor de cempasúchil viene de Holanda, Japón y China”

Negocios •
Agricultores del barrio de Caltongo denuncian que la semilla que llega del extranjero produce plantas sin aroma y de colores diferentes al tradicional rojo naranja, además de que la patente pertenece a la empresa estadunidense Panamerican City.
Xochimilco • El origen mexicano de la tradicional flor de los muertos, cempasúchil, quedó atrás. La semilla de los 20 millones de plantas que se producen para esta temporada de Día de Muertos en la delegación Xochimilco proviene de Holanda, Japón y China.
“Sobre todo llega de Asia, pero también de Holanda, donde se ha hecho un híbrido, una variedad mejorada que tiene características y formas diferentes respecto de las criollas”, afirma el representante en Xochimilco de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del GDF, Gamaliel Flores Enríquez.
Sin embargo, a los productores no les hace mucha gracia esa particularidad de la planta que era nativa de América Central y México: es una flor de muerto sin aroma y de colores vainilla, blanco, amarillo o naranja descolorido.
El rojo naranja tradicional simplemente se perdió y su tamaño es menor a lo común, que era de un metro de alto aproximadamente.
“El aroma se perdió”
Eusebio Fernández Flores, productor del barrio de Caltongo, muestra cinco flores diferentes y lamenta: “Eso se debe a la deformación de la misma planta; ya perdió bastante su color, forma y tamaño. Antes era de aroma más fuerte, pero lo ha perdido”.
Otro agricultor del mismo barrio, Santos Escobar Gómez, afirma que la patente de la semilla la tiene la empresa estadunidense Panamerican City, “pese a que es una flor nativa”, y reconoce que la producción del cempasúchil criollo va a la baja.
Al interior de los canales en el barrio de Caltongo, el mismo Fernández Flores acepta que la planta criolla ha sido desplazada casi por completo y que incluso otra empresa extranjera, de nombre Akiko, se las vende ya germinada.
Al respecto, el funcionario capitalino Gamaliel Flores Enríquez comenta: “Desgraciadamente son productos que se llevan del país, los mejoran y los vuelven a vender a México: es el caso del cempasúchil y otro tipo de ornamentales”.
Costumbres añejas
Sebastián Flores Farfán es el cronista oficial de Xochimilco, y como tal conoce las costumbres añejas de su pueblo.
“Antes se cortaba el cempasúchil de las chinampas y la flor se ponía a secar, y de ahí sacábamos para cultivar otra vez, pero ahora, mañosamente, esta semilla que nos mandan de Holanda, vía Estados Unidos, se pone a secar, se siembra y no sale nada”.
Uno a uno los productores repite la misma historia: “Ya no da semilla por sí sola, ahora ya es un híbrido y cada año hay que comprar una nueva semilla”.
Pérdidas
Pero ese no es el único problema que enfrentan los alrededor de 5 mil 200 floricultores de Xochimilco. De 20 millones de plantas de cempasúchil que se producen anualmente, alrededor de 30 por ciento no se llega a vender, informa Flores Enríquez.
El problema es que hay mucha oferta. Antes, la alta producción era en Xochimilco, pero ahora llega de Michoacán, Puebla y Morelos. Aunado a ello está la flor que viene de China.
En Xochimilco hay pocos canales de comercialización y todos están saturados de flor. Están los mercados de plantas de San Luis Tlaxialtemalco, Nativitas, Cuemanco, Madre Selva y Deportivo de Xochimilco.
“Se ha detenido la venta, pues ha crecido la oferta y la demanda es poca; ahora la flor es muy barata y ya no es costeable: antes todos venían a comprarla a Xochimilco, ahora ya no, pues hay más estados que la producen”, afirma Eusebio Fernández Flores.
Así, la producción que no se vende simplemente se pierde. Sin hacer grandes cuentas, calcula la pérdida: “Haga la cuenta, más de 5 millones de plantas que no se venden, ahora multiplique por 8 pesos… ahí está”.
La planta que se queda se convierte en composta. Vuelve a la tierra, señala Arturo Rosas Espinoza, comerciante y productor del mercado de plantas de San Luis Tlaxialtemalco.
“No hay apoyos”
Hay otros factores que agravan la crisis de los floricultores: costos elevados de insumos, falta de apoyos de los gobiernos federal y local, que cuando los hay, son canalizados a grupos, más que a individuos, según Santos Escobar Gómez.
Pero no son los únicos, también el agua contaminada y la tierra de cultivo: las chinampas están siendo succionadas por la mancha urbana. Es el caso de la zona conocida como la Gallera o Paraíso.
Por su parte, Rosas Espinoza presume que sí hay apoyos a los productores, tanto del gobierno federal como local, pero aclara: “Son apoyos que tardan mucho, hasta ocho meses en llegar, llegan demasiado tarde”.
“Son rumores”, asegura Sagarpa
La flor de cempasúchil es el único producto mexicano que no se puede importar ni exportar debido a que su semilla está prohibida en algunas naciones.
En entrevista con MILENIO, Felipe Domínguez Rangel, subdelegado Agropecuario en Puebla de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), dijo que se trata de un cultivo protegido por el gobierno, puesto que las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tiene contenida su producción por salud vegetal.
Comentó que ningún otro país cosecha esta flor, por lo que su producción está distribuida entre Puebla, Estado de México, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, y Distrito Federal.
“En datos oficiales no existe la producción en el extranjero ni la importación, todo lo que dicen son rumores; sucede con muchos productos del campo, como el tomate, los chiles, entre otros”, remarcó.
El funcionario especializado en este cultivo comentó que en Puebla se produce 70 por ciento de la flor de todo el país, la cual se estima en 9 mil 200 toneladas, dejando una derrama económica promedio anual de 40 millones de pesos. (Axel Sánchez/México)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario