El titular del Instituto
de Ciencias Forenses informó que la bala se impactó de frente y a corta
distancia del niño, mientras que la PGJDF aseguró que el proyectil se
disparó afuera de la sala de cine.
Las versiones de Anselmo Apodaca (izq),
director de criminalística de la PGJDF y Felipe Edmundo Takajashi Medina
(der), titular del Instituto de Ciencias Forenses del Distrito Federal,
son diferentes. (Fotos : Proceso / Notimex)
La primera la difundió Felipe Edmundo Takajashi Medina, titular del Instituto de Ciencias Forenses del Distrito Federal, quien aseguró que el disparo fue de frente y a un metro de distancia, de acuerdo a la necropsia.
La segunda la dio Anselmo Apodaca, director de criminalística de la PGJDF, quien afirmó este martes que el dictamen muestra que el disparo que mató al niño Hendrik Cuacuas en la sala 2 de Cinépolis Plaza Ermita, fue una bala perdida que entró en el techo y se impactó con el niño de 10 años.
En conferencia de prensa explicó que, de acuerdo al peritaje, el proyectil entró por la región parietal del lado derecho, con trayecto de arriba a abajo, de derecha a izquierda y ligeramente de adelante hacia atrás.
En la conferencia de prensa se añadió que la bala que causó la muerte del menor fue accionada desde el exterior del complejo con una pistola 9 milímetros, perforó la lámina superior de la sala, el cual es de un material muy delgado, se informó.
“Por las características del orificio de entrada, tiene ausencia de gránulos de deflagración, con lo cual es un disparo a larga distancia, ni de frente, por lo cual se descarta que sea un disparo desde dentro de la sala de exhibición”, dijo Apodaca.
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