Belice, paraíso del narcotráfico; territorio de Zetas y Maras
El país es utilizado para el trasiego de cocaína, advierte grupo de análisis en Estados Unidos; resaltan la importancia geográfica para el tránsito de mercancía ilícita
José Carreño Figueras/ Especial
De acuerdo con el grupo de análisis político e inteligencia, en los últimos 30 años se ha recrudecido el fenómeno del narcotráfico en la pequeña nación centroamericana que se ha transformado en punto importante para el tráfico de cocaína, proveniente de Sudamérica hacia Estados Unidos.
Pese a tener una población 43 veces menor que Guatemala o 15 veces inferior al promedio de los países centroamericanos, Belice enfrenta una creciente tasa de homicidios, pandillas, el problema de ser punto importante para el narco y falta de recursos.
Inter-American Dialogue ubica que las mayores operaciones de los cárteles se realizan en las selvas del Petén y Los Cayos —una cadena de 450 pequeñas islas coralinas— para traficar droga, personas, armas, maderas y animales exóticos.
El narcotráfico extiende tentáculos desde Belice
Inter-American Dialogue alerta que cada vez se convierte en un centro de trasiego de drogas y contrabando.
Los análisis de seguridad en Estados Unidos ponen los ojos ahora en Belice.
Belice es un pequeño país que hace frontera con México y Guatemala en la costa del Caribe, al sur de Quintana Roo. Para algunos resulta casi paradisiaco: tiene selva tropical y pequeños hoteles de lujo ubicados en los cayos caribeños. Y algo poco conocido es que cada vez se convierte en un centro de narcotráfico y contrabando de armas y personas, tanto como Guatemala, tanto como Honduras o El Salvador, y como ellos está cerca de la frontera con México.
“(Los) análisis de crimen organizado e inseguridad en el triángulo norte de Centroamérica que pasen por alto o minimicen el papel de Belice dejarán fuera a un actor clave”, advirtió un reciente reporte del grupo Inter-American Dialogue, de Washington.
Belice, añadió, “ha probado tener importancia geográfica y estratégica para los traficantes de bienes ilegales (de armas o drogas), contrabandistas de personas y pandillas”.
De hecho, en 2012 un libanés vinculado con el tráfico de armas, incluso ligados al grupo extremista árabe Hezbolá, fue detenido en Cancún, México: Raffiq Mohammed Laboun Allaboun, quien tenía, entre otras cosas, pasaportes beliceños falsos.
Pero en los últimos 30 años el principal desafío del narcotráfico para el país ha sido que es un punto de transferencia para cocaína proveniente de Sudamérica rumbo a Estados Unidos.
El problema ahora se ha incrementado. La llegada de las maras, la corrupción, los cárteles mexicanos, los diferendos políticos con otros países de Centroamérica y de hecho que a su vez está rodeado por naciones en problemas no ayuda a la situación de Belice.
La consecuencia en todo caso no es sólo inseguridad y la penetración de los delincuentes, particularmente los cárteles mexicanos, en órganos de gobierno. Con una población de 321 mil 115 personas, registró 146 asesinatos en 2012. La cifra parecería pequeña, pero representa 44 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Según datos de las Naciones Unidas, la tasa de homicidios en México en 2012 fue de 22.7 por 100 mil.
De acuerdo con el reporte de Inter-American Dialogue, pese a tener una población 43 veces menor que Guatemala o 15 veces menor en promedio en relación con los demás países centroamericanos, Belice enfrenta “una creciente tasa de homicidios, pandillas, un papel como punto de transborde de drogas, además de un presupuesto para seguridad ciudadana que no es proporcional a sus necesidades”.
Pero, a pesar de los problemas y la realidad de la presencia de grupos como Los Zetas o las pandillas maras, la situación de Belice parece ser ignorada en gran parte. Después de todo es una nación con una población de habla inglesa, con una población mayormente de descendencia africana y maya.
El origen de los nombres españoles en Belice es igualmente simple: muchos son descendientes de los mayas que llegaron ahí huyendo de las Guerras de Castas en Yucatán, a mediados y fines del siglo XIX.
El que la mitad de la población esté por debajo de los 20 años de edad y con una tasa de desempleo que llega a casi 19.5% el tema de problema social no es tampoco algo que pasar por alto.
Peor aún, apuntó el informe, “el conflicto territorial entre Guatemala y Belice impone un serio obstáculo a una más fuerte asociación entre los dos países para combatir el crimen organizado”.
Guatemala y Belice no sólo tienen un diferendo histórico, toda vez que colonos ingleses prácticamente ocuparon territorios costeros de la Capitanía General de Guatemala para crear su propio estado, sino divergencias actuales, sobre todo en las selvas del Petén, donde una mal definida frontera se presta al contrabando de todo tipo, incluso de maderas y animales exóticos, además de drogas.
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