Calderón se fue a Hard-Bar a vomitar sus abusos
Después
de gestionar en dos o tres universidades estadunidenses, Calderón se ha
instalado, no en la Universidad de Harvard, en Cambridge,
Massachusetts. Para seguir con su adicción, se fue a Hard-Bar, y estará 1 año para ver si se cura. Su alma mater
fue la Escuela Libre de Derecho. Pero dice que cursó una maestría en la
Escuela de Gobierno John F Kennedy, de Harvard; donde existe un grupo
de investigadores del Programa Global Angelopoulos de Líderes Públicos.
Como exalumno, Calderón hacía donativos a esa Universidad, pero sus
directivos se equivocaron al aceptarlo. Pues nada aportará tras su
fracaso social, económico y político. Tal vez es para que los
estudiantes sepan lo que no debe hacer un político. O como conejillo de Indias, para verificar al antilíder.
Ir a Hard-Bar es, primero que nada, una salida a su exilio.
No podía vivir en nuestro país. Fue un mal presidente.
Macroeconómicamente estuvo bien, dicen algunos empresarios. Supongamos,
sin conceder, que así fue. Pero, microeconómicamente la nación es un
desastre de pobreza y desempleo con cifras manipuladas. ¿Y qué decir de
su guerra? Los narcos siguen matando con Peña y éste no quiso
retirar a los militares de las calles, según parece, porque su
“gendarmería”, al estilo chileno, todavía no está lista. Más de 100 mil
homicidios. Miles de desaparecidos y secuestrados… En una guerra que no
solucionó el alzamiento criminal de los cárteles encabezados por el
multimillonario Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Dos fuerzas se disputan el territorio nacional: narcos y
funcionarios. Esto dejó Calderón, y los panistas anticalderonistas están
pagando el desastre electoral. Los asesinatos ya penetraron la capital
del país. Y dice el desgobernador del Estado de México que ahí danzan
tres cárteles, lo cual ya se sabía desde Peña. Calderón no puede
enseñar nada que no sean los grados de alcohol de su bebida favorita: cognac con refresco de cola. Fue un borrachín
en el poder. Se gastó las utilidades petroleras. Su gestión
administrativa es de un autoritario. No cuidó elecciones presidenciales
limpias. Dejó un país al borde de la crisis general que puede derivar en
revueltas por hambre y que las delincuencias se apoderen del control
institucional.
Hará mucho daño en Harvard si se dedica a mentir sobre su gestión.
Mejor hubiera sido que los estadunidenses lo encubrieran, llevándolo a
un laboratorio de alcoholes. Sería un catador verídico. Y ya borracho,
ponerlo a cantar sus bohemias. Nada tiene que hacer en una universidad.
Ni como investigador. Es un pobre diablo que nunca debió haber sido presidente. Y lo fue, pero uno más del montón que ha sufrido la nación. Y todavía le dieron una beca, cuando sería feliz al ser el barman de Hard-Bar.
Desgració a más de 100 millones de mexicanos con sus abusos,
desaciertos, robos y desplantes; y con su grupo se comportó como otro
cártel. El Chapo sí que sabe de negocios y mucho les hubiera
servido a los estadunidenses. Por lo pronto, Calderón logró que lo
becaran allá y desde aquí se lleva una fortuna mensual y 74 militares
para cuidarlo. Así que: ¡salud en la Hard-Bar!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario