Guillermo Héctor Rodríguez, Ética y jurisprudencia
Para Cornelio Castelo Mendoza
Como tesoro de la ilustración kantiana-kelseniana guardo la obra de Guillermo Héctor Rodríguez (1910-1988), Ética y jurisprudencia. Punto de partida y piedra de toque de la ética.
Con 55 apartados, 454 notas, preámbulo e introducción en 200 páginas,
es un texto de reflexiones sobre la ciencia del derecho positivo y su
conexión con la conducta de una sociedad y un gobierno de acuerdo con
los órdenes jurídicos; y que, aparecida en 1947 para obtener su
licenciatura en filosofía, se ha reeditado 65 años después, como un gran
acierto. Con
gran parecido físico a Sócrates, este sabio mexicano fue profesor de
ética, derecho romano, teoría del Estado y teoría del conocimiento en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde enseñaba a sus
alumnos a pensar a través de la historia de la filosofía y el derecho,
asido a la recreación de Kant, Kelsen, Hermann Cohen, Ernst Cassirer,
Paul Natorp y cuanto representa la sofística de Sócrates-Protágoras a
Kant y el neokantismo de la Escuela de Marburgo.
Ante todo, fue un pedagogo que enseñaba a recrear como problemas
los temas de la ética de la voluntad pura y su conexión con la
jurisprudencia, para apuntar sus soluciones y aprender a filosofar sobre
los rendimientos del hombre-mujer, creadores de las ciencias naturales
de fundamento matemático, de las ciencias sociales de fundamento
jurídico y las novedades de la música, escultura, literatura, teatro,
sicología, pedagogía, pintura, etcétera, para explicarlas como
creaciones humanas sin intervención de la mano invisible religiosa.
Este texto nos lleva a entender los actos de conocimiento (la
lógica), actos de la voluntad (la ética) y actos del sentimiento (la
estética) que Kant exploró en su Crítica de la razón pura, Crítica de la
razón práctica y Crítica del juicio. Libros que Hermann Cohen llevó a
mejores consecuencias, y Guillermo Héctor Rodríguez les aportó
innovaciones que enriquecieron la tarea infinita del saber humano para,
como escribió Natorp en Kant y la Escuela de Marburgo (UNAM): “En el
océano sin playas que representa el trabajo infinito en el que nos hemos
aventurado, no para ser llevados a cualquier puerto seguro y tranquilo
[…] No, no queremos ser salvados: ¡Navigare necesesse est! (¡Es necesario navegar!)”.
Así enseñaba Guillermo Héctor Rodríguez. Y tal es su sabiduría en
Ética y jurisprudencia, donde repasa los temas de la cultura centrados
en que todo acto humano es un acto jurídico. La ética reflexiona sobre
los contenidos del derecho positivo. Así sabremos la moral de cada
Estado sin andar a tientas en un cuarto oscuro, en busca de un
metafísico gato negro que no existe y da origen a creer (no a pensar)
que las morales religiosas son la ética; pues no hay un derecho natural
que norme la conducta humana. Así, ética y jurisprudencia o ética y
derecho van de la mano como fines y medio. Y hoy saludamos la
publicación de este libro como una gran novedad para quienes inician o
ratifican la comprensión de los órdenes jurídicos y sus contenidos,
estudiados científicamente por un sabio como fue y es Guillermo Héctor
Rodríguez.
Ficha bibliográfica:
Autor: Guillermo Héctor Rodríguez
Título: Ética y jurisprudencia. Punto de partida y piedra de toque de la ética
Editorial: Ediciones Coyoacán, 2012
*Periodista
Fuente: Contralínea 319
No hay comentarios.:
Publicar un comentario