martes, 22 de enero de 2013

¿Para destituir a Padrés? El Senado o los artículos 39 y 40

¿Para destituir a Padrés? El Senado o los artículos 39 y 40

Hay exdesgobernadores del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) que, aún dentro del plazo de 1 año para llevarlos a juicio político, gozan del encubrimiento de quienes entraron a su relevo en Puebla, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Tamaulipas y Guerrero. Son la pillería política tras la descomposición irreversible del sistema-régimen de Díaz Ordaz a la fecha. Ningún partido se salva de haber propuesto presidentes municipales y gobernadores que abusaron del poder, robaron y degradaron esa forma de gobierno. Y quieren más poder para hacerse ricos de la noche a la mañana. Hoy, tres cuartas partes de los municipios –botín de esos funcionarios– están financieramente quebrados.
 
Quintana Roo ha tenido desgobernadores y presidentes municipales que compiten con los capos en dinero mal habido. Como el déspota ladronzuelo Sabines en Chiapas; y Fidel Herrera o Mario Marín en Veracruz y Puebla, respectivamente. ¿Y están en la cárcel? Nada de eso. Viven chapoteando en sus miles de millones ¡de dólares! Se ocultan en sus mansiones, con automóviles blindados y guardaespaldas. En Sonora, el panista Guillermo Padrés Elías llegó al poder con su hermano y su cuñado, habilitados para toda clase de cobros, comisiones, sobornos y cuotas de corrupción; ¡ahora cobra las actas de defunción si son solicitadas en la madrugada! En la casa de gobierno donde vive guarda millones de pesos. Y cuando se desapareció alguna cantidad de eso, mandó a la cárcel a una pobre mujer.
 
Se ha empeñado en robarse el agua del Valle del Yaqui (lo que lo convertirá en un desierto) para llevarla a Hermosillo. Y los afectados, ingenuamente, fueron a los tribunales para demostrar que el municipio de Cajeme y otros conurbados sufrirán de escasez. Los jueces federales les otorgaron cinco amparos, dos de ellos para detener la construcción del acueducto. Pero Calderón lo apoyó para que incurriera en desacato judicial (que lo hace merecedor de ser destituido) desde hace más de 1 año; y a la fecha sigue pasando por encima de los amparos. Es un desgobernador a lo bestia. Corrupto política y económicamente. Hasta los uniformes para primaria y secundaria ha vendido. Controla a los medios de comunicación con amenazas o manipulando la publicidad. Y en nombre de dios, del Opus Dei y demás santos de su devoción tiene comprado al periódico El Imparcial.
 
Los sonorenses protestan contra Padrés. En diarios de circulación nacional publican argumentos y réplicas. Y piden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que atraiga el caso. Pero nada. Y entonces se preguntan si no hay más remedio que ejercer la democracia directa otorgada por los artículos 39 y 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. O prepararse para morir de sed. El Senado de la República también puede (y debe) declarar la desaparición de poderes en Sonora; y habiendo transcurrido más de 2 años, nombrar un gobernador interino. Es esto o los sonorenses van a una confrontación fratricida si deciden “alterar o modificar la forma de su gobierno”, por ser contrario a los principios constitucionales. Y apoyados en el Artículo 9, solicitar la destitución del ladrón de agua Padrés por abuso del poder y desacato de resoluciones federales. El Senado tiene la palabra.

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