Bachelet retorna a Chile
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SANTIAGO, Chile (AP) -- La ex presidenta Michelle Bachelet
regresó el miércoles al país, después de permanecer dos años y medio en
Nueva York, y se espera que en las próximas horas anuncie que asumirá la
candidatura presidencial de la oposición, en lo que aparece ahora como
la única vía que tiene la centroizquierda para regresar al poder, que
perdió el 2010 a manos de la centroderecha.
Bachelet,
una médica pediatra de 62 años, llegó acompañada de su madre, Angela
Jeria, y fue recibida por un pequeño grupo de mujeres en las afueras del
aeropuerto internacional, donde no se vio a dirigentes partidarios de
la centroizquierda.
"Yo me siento muy
comprometida con mi país y por eso he decidido volver", fueron las
primeras palabras de Bachelet en el aeropuerto.
"Porque
creo que aún hay muchas cosas por hacer para que nuestro país sea un
mejor país para todos y todas y yo quiero también poder contribuir en
eso. A generar todas las condiciones para que Chile sea un país más
justo, más solidario, un país más participativo...", añadió.
Dijo
que en su regreso y sus deseos de trabajar por Chile, "también tiene
que ver el tremendo cariño que he sentido permanentemente, y apoyo, de
todos ustedes".
La ex mandataria (2006-2010)
está rodeada de un reducido círculo de asesores que actúa con total
hermetismo, incluso con los líderes políticos de los cuatro partidos que
hace siete años la llevaron al poder, empujados por la fuerza de las
encuestas que la impusieron como candidata presidencial.
Bachelet
apareció en el salón para personas importantes del terminal aéreo,
donde sólo se permitió el ingreso a fotógrafos y camarógrafos, pero se
cerró el paso a los periodistas.
Como en 2006,
Bachelet aparece como el único camino de la centroizquierda, que ahora
sumó al Partido Comunista, para volver al palacio de gobierno de La
Moneda, pues las encuestas afirman que la ex mandataria tiene un 54% de
voto duro, es decir, de personas que sólo están dispuestos a votar por
ella en las primarias del 30 de junio y en las presidenciales del 17 de
noviembre.
Sociólogos, politólogos y sicólogos
no tienen una clara explicación del por qué Bachelet conserva una
popularidad tan alta, pese a que durante el tiempo que se desempeñó como
secretaria ejecutiva de ONU Mujer, entre septiembre de 2010 y marzo de
este año, no se pronunció sobre temas importantes de la política
interna, salvo contadas ocasiones en que hizo menciones superficiales
sobre educación o reformas políticas en cartas de saludo que envío a
partidos políticos.
Bachelet enfrentará una
sociedad muy distinta a la que dejó el 2010, donde los movimientos
sociales han cobrado un fuerte protagonismo, especialmente los
estudiantes colegiales y universitarios, que el 2011 iniciaron fuertes y
sostenidas protestas que obligaron al gobierno del presidente Sebastián
Piñera a introducir reformas para rebajar los altísimos costos de la
educación universitaria en Chile.
El germen de
las protestas estudiantiles nació en mayo del 2006, en los inicios del
gobierno de Bachelet, que llegaron a paralizar la educación secundaria
en demanda de gratuidad y calidad, entre otros cambios, pero la ex
mandataria los desmovilizó después de algunos meses al incorporar a sus
dirigentes a una comisión oficial, que no terminó con resultados
concretos.
La rebelión de grupos de mapuches,
la mayor etnia originaria chilena, incrementó sus acciones violentistas
para exigir la devolución de las tierras de sus ancestros. Este año un
grupo de indígenas, según el gobierno, fueron los responsables del
incendio de una casa patronal donde un matrimonio de ancianos fue
quemado vivo. Bachelet y Piñera aplicaron una controversial ley
antiterrorista que aumenta las penas y permite el uso de testigos
secretos.
Los movimientos sociales también han representado a regiones enteras que luchan por sus necesidades.
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