Bagdad,
27 abr (PL) El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, declaró hoy que
el conflicto confesional en su país, que dejó cerca de 200 muertos y
unos 300 heridos esta semana, comenzó en el exterior y ha sido
importado.
La referencia es una clara alusión a la crisis en Siria donde miembros
de grupos integrado por musulmanes sunitas armados desde el exterior y
con integrantes foráneos tratan de derrocar por la fuerza al presidente
Bashar al Assad, islámico alawita, una rama del chiísmo.
El
sectarismo es malo y no necesita visa para pasar de un país a otro.
Detrás de los ataques hay dinero y planes, dijo el jefe de Gobierno que a
mediados de esta semana advirtió que Irak se encuentra al borde de una
guerra por motivos sectarios de la cual "todos los contrincantes saldrán
perdedores".
Tropas iraquíes retomaron horas atrás el control
de la ciudad de Suleiman Bek, en el norte del país, que había caído en
manos de hombres armados de grupos sunitas en respuesta al ataque el
martes de soldados y policías contra un campamento de protesta sunita en
la ciudad de Hawiya, en la provincia de Kirkuk.
Los sunitas acusan a Al Maliki de discriminarlos y marginarlos de la vida pol�tica.
Las declaraciones del jefe de gobierno siguieron a una jornada de
violencia hoy durante la cual cinco miembros de los cuerpos de seguridad
fueron muertos a tiros por desconocidos en los alrededores de esta
capital e igual número de integrantes de la milicia Sahwa (Despertar en
árabe) resultaron heridos.
El jefe de los milicianos, Wissam al
Hardan, demandó la entrega de los autores de los atentados y amenazó con
aplicar los procedimientos requeridos y hacer lo que hicieron en 2006,
en referencia a uno de los más letales en Irak por los ataques
intercomunidades.
Al Sahwa es una milicia armada
progubernamental integrada con ex miembros de la red Al Qaeda que
cambiaron lealtades después de ser capturados en el apogeo de la
ocupación militar estadounidense iniciada en 2003 con el pretexto de
encontrar armas de exterminio masivo que nunca aparecieron.
Desde entonces el país árabe está sumido en una espiral de violencia que
ha cobrado decenas de miles de vidas, centenares de miles de heridos y
una cantidad superior de desplazados, así como la erupción de conflictos
étnicos, confesionales y regionales.
rmh/msl |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario