sábado, 27 de abril de 2013

Las Malvinas no quieren ser aisladas

Las Malvinas no quieren ser aisladas

Desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada en 2003, el petróleo ha sido el motivo de las tensiones entre Argentina y Gran Bretaña por ese territorio
Foto: ESPECIAL.
Los habitantes de las islas Malvinas no quieren estar aislados y buscan ser parte de América Latina, aunque siguen siendo territorio de ultramar de Gran Bretaña, pero denuncian que Argentina hace todo para bloquear la actividad económica del pequeño archipiélago.

“Las Islas Falklands no quieren ser aisladas. No vemos nuestro futuro sólo con Gran Bretaña, vemos nuestro futuro también dentro de América Latina.

Obviamente vamos a seguir teniendo relaciones muy estrechas con Gran Bretaña”, asegura Barry Elsby, uno de los ocho miembros de la Asamblea Legislativa que gobierna las Islas Falklands, nombre de las Malvinas en inglés.

“Estaríamos locos de no hacer comercio, acuerdos o de no visitar a los países de la región. Tenemos la voluntad de ser parte de América Latina. Es un mensaje que los argentinos no quieren escuchar y que les molesta. Les intentamos decir las necesidades de tener acuerdos económicos”, matiza.

Elsby platica con 24 HORAS en el marco de su viaje a México la semana pasada para informar a políticos, empresarios y estudiantes mexicanos sobre la decisión de 99.8% de los isleños de permanecer como territorio británico, tras el referéndum del pasado 11 de marzo.

“Esperamos que este referéndum nos ayude a entablar un dialogo con Argentina. Puede ser extraño, pero las Islas Malvinas quieren tener discusiones con Argentina y tener dialogo sobre el intercambio comercial. En los años 90, cuando Carlos Menem llegó a la presidencia en Argentina, creamos varios acuerdos sobre la protección de las cuotas de pesca, sobre el turismo, el transporte aéreo y en el desarrollo de la industria petrolera. Entonces podemos hacer eso, pero el actual gobierno argentino tiene que cambiar de actitud”, aclara.


Riqueza negra

Las Malvinas tienen un poco más de tres mil habitantes. Viven principalmente de la pesca y del turismo, pero a partir de 2017 empezará a exportar petróleo, lo que podría generar una derrama económica de cerca de diez mil 500 millones de dólares.

El petróleo ha sido el motivo de las tensiones entre Argentina y Gran Bretaña por el territorio de las Malvinas, desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada en 2003, cree Barry Elsby, tema que retomó su esposa Cristina, ahora presidenta de ese país.

No obstante, el asunto del petróleo no es un tema nuevo, estima el legislador, ya que tras la confirmación de la posibilidad de unas reservas de 60 mil millones de barriles en el subsuelo del archipiélago, Londres y Buenos Aires firmaron un acuerdo en 1995 que fijaba los términos de exploración y explotación de estos recursos, pero Argentina se retiró del pacto en 2007.

“Conocíamos las reservas petroleras desde antes y Argentina también y firmamos un acuerdo en los años 90 sobre este tema para explorar la zona juntos. Entonces no es nuevo. Hay que precisar que este petróleo no va a ir a Gran Bretaña. Si fuéramos una colonia iría al Reino Unido, pero hemos sido muy claros y lo dijimos públicamente que este petróleo es de las Malvinas”, expresa Elsby.

Las Malvinas son territorio británico de ultramar, pero cuenta con un gobierno interno propio, formado de ocho legisladores electos, y Gran Bretaña tiene responsabilidad únicamente para la defensa y asuntos exteriores.

De acuerdo a la Constitución de las islas, modificada tres veces desde la Guerra de 1982, la población tiene derecho de autodeterminación, y puede decidir ejercerla en cualquier momento, precisa.

islasmalvinasmapa

Comercio regional

Como el gobierno se autofinancia por los impuestos y los acuerdos comerciales, la Asamblea Legislativa busca nuevas opciones además de Gran Bretaña, su principal socio económico.

“No somos estúpidos. Sabemos que los países en la región no van a cambiar de un día para el otro, pero esperamos que el pequeño paso que dimos se refleje en el momento en el que estamos, que la gente tomará en cuenta el resultado del referéndum y que ayudará a que se difunda esta decisión ante la retórica argentina sobre las Malvinas”, agrega.

Elbsy denuncia que a pesar de la decisión de los malvinenses, Argentina continúa ejerciendo presión en la región para que los países no reciban, no escuchen y no se reúnen con representantes de las Falklands.

“Hay una presión constante sobre nosotros. Siempre están al tanto de lo que hacemos y a dónde vamos. Si vamos a hablar de pesca en algún lado, van a mandar a una delegación para pedir que los representantes de las Malvinas sean retirados de las discusiones”, expresa el legislador, quien señala que cualquier otro país que viviera esta situación estaría quejándose ante las Naciones Unidas.

Los representantes malvinenses realizan actualmente una gira dentro de los países de las Américas para promover los resultados del referéndum del 11 de marzo y convencerlos de su legítimidad como territorio británico de ultramar para lograr negociar con Argentina y llegar a un acuerdo.

Argentina, señaló Elsby, no permite que los aviones que salen o van a las Malvinas pasen por su territorio. También, denuncia que el país vecino bloquea el pase de barcos con bandera malvinense, lo que ha obligado a su gobierno a importar productos desde Europa y reducir sus acuerdos comerciales con Chile.

“Esto hace muy difícil para nosotros de negociar. Intercambiamos millones de libras con Chile, pero ahora necesitamos importar nuestros bienes desde Europa, lo que hace todo más caro para nosotros y la región no se beneficia tampoco de esto”, lamenta.

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