La libertad del ex zar antidrogas mexicano cuestiona la purga ordenada por Calderón
En su momento fue presentado como uno de los grandes golpes del gobierno del expresidente Felipe Calderón
en contra de la penetración del crimen en la estructura del gobierno.
Hoy va camino de convertirse en uno de los grandes desengaños del
sexenio pasado. Un juez federal ha puesto en libertad al zar antidrogas
durante los primeros 20 meses de Calderón, Noé Ramírez Mandujano,
encarcelado en noviembre de 2008 acusado de recibir 450.000 dólares al mes del cártel del Pacífico.
Su detención, enmarcada en una cacareada iniciativa -denominada
Operación Limpieza- del anterior gobierno para erradicar a los
funcionarios vinculados con el narcotráfico, se habría basado en pruebas
falsas fabricadas desde la propia Procuraduría General de la República (PGR), según la sentencia del juez.
El titular del Juzgado de Procesos Penales Federales del Estado de Nayarit, Mauricio Fernández de la Mora, asegura que “no se entregó prueba idónea y legal que estableciera que el acusado formara parte de esa red de corrupción ni tampoco que advirtiera alguna irregularidad en su encargo como subprocurador”. Traslada así el caso al actual procurador Jesús Murillo Karam para que inicie una investigación por la posible fabricación de pruebas falsas en el seno de la fiscalía mexicana, dirigida entonces Eduardo Medina Mora (hoy embajador de México en EE UU) e instrumentada por Marisela Morales, que también fue ascendida a fiscal del gobierno de Calderón.
El presidente del Gobierno, Enrique Peña Nieto, se refirió a la absolución de Mandujano este martes a su regreso del Estado de Nuevo León. "Este caso deja una lección muy clara y lo que debemos hacer es profesionalizar, capacitar y preparar a las fiscalías, a los ministerios y a las policías investigadoras", dijo.
La detención de Mandujano se produjo tres meses después de que este presentara su renuncia como encargado de la batalla contra el narcotráfico sin ningún tipo de explicación. Su encarcelamiento ocupó titulares en la prensa nacional e internacional y su supuesta colaboración con el cartel de Sinaloa (información protegida a cambio de dinero) estaba basada en la declaración de varios testigos presentados por la propia fiscalía.
El juez asegura ahora que esas declaraciones fueron falsas. “En relación con el principal testigo colaborador con nombre clave de Jennifer se demostró que se condujo con falta de probidad, pues se evidenció que este mintió al rendir sus declaraciones”, explica en una nota informativa.
La Operación Limpieza del Gobierno de Calderón comenzó en octubre de 2008. La aún incipiente guerra del narcotráfico no estaba dando resultados, más allá de un creciente número de muertes, y ya se empezaban a conocer casos de policías involucrados en secuestros y desapariciones. La estrategia estrella del presidente estaba muy cuestionada y la respuesta vino en forma de un operativo que comenzó a poner entre rejas a funcionarios y altos mandos. El gran golpe fue la detención del ya libre Mandujano.
Este caso no es el primer revés de la operación. Hace siete meses salió en libertad el excomisionado de la Policía Federal Preventiva, Javier Herrera Valles, condenado por nexos con el narco. El juez también consideró infundadas las acusaciones contra él después de tres años en prisión.
El titular del Juzgado de Procesos Penales Federales del Estado de Nayarit, Mauricio Fernández de la Mora, asegura que “no se entregó prueba idónea y legal que estableciera que el acusado formara parte de esa red de corrupción ni tampoco que advirtiera alguna irregularidad en su encargo como subprocurador”. Traslada así el caso al actual procurador Jesús Murillo Karam para que inicie una investigación por la posible fabricación de pruebas falsas en el seno de la fiscalía mexicana, dirigida entonces Eduardo Medina Mora (hoy embajador de México en EE UU) e instrumentada por Marisela Morales, que también fue ascendida a fiscal del gobierno de Calderón.
El presidente del Gobierno, Enrique Peña Nieto, se refirió a la absolución de Mandujano este martes a su regreso del Estado de Nuevo León. "Este caso deja una lección muy clara y lo que debemos hacer es profesionalizar, capacitar y preparar a las fiscalías, a los ministerios y a las policías investigadoras", dijo.
La detención de Mandujano se produjo tres meses después de que este presentara su renuncia como encargado de la batalla contra el narcotráfico sin ningún tipo de explicación. Su encarcelamiento ocupó titulares en la prensa nacional e internacional y su supuesta colaboración con el cartel de Sinaloa (información protegida a cambio de dinero) estaba basada en la declaración de varios testigos presentados por la propia fiscalía.
El juez asegura ahora que esas declaraciones fueron falsas. “En relación con el principal testigo colaborador con nombre clave de Jennifer se demostró que se condujo con falta de probidad, pues se evidenció que este mintió al rendir sus declaraciones”, explica en una nota informativa.
La Operación Limpieza del Gobierno de Calderón comenzó en octubre de 2008. La aún incipiente guerra del narcotráfico no estaba dando resultados, más allá de un creciente número de muertes, y ya se empezaban a conocer casos de policías involucrados en secuestros y desapariciones. La estrategia estrella del presidente estaba muy cuestionada y la respuesta vino en forma de un operativo que comenzó a poner entre rejas a funcionarios y altos mandos. El gran golpe fue la detención del ya libre Mandujano.
Este caso no es el primer revés de la operación. Hace siete meses salió en libertad el excomisionado de la Policía Federal Preventiva, Javier Herrera Valles, condenado por nexos con el narco. El juez también consideró infundadas las acusaciones contra él después de tres años en prisión.
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