Reforma financiera y el Casablanca de @LVidegaray
José Luis Camacho Acevedo
Es, creo yo, fue un error producto de la literatura apresurada que es el periodismo y una burrada mía.
Umberto Eco, a quien conocí gracias a mi amigo el politólogo José Fernández Santillán, nos dijo que su texto para escribir una tesina, debería revisarse cuatro veces. Y aun a pesar de las cuatro revisiones aconsejadas, se van errores en el texto. Conceptuales, definiciones equivocadas y hasta mala sintaxis e incluso faltas de ortografía.
Si eso les ocurre a los profesionales de la literatura, a un aprendiz de brujo como yo en el arte de escribir periodismo, que es un tipo de literatura apresurada, según la define en propio Eco, me pasa eso muy seguido. Pero procuro, según los protocolos de las columnas que me comentó el maestro José Carreño, tratar de llegar al punto de lo que pretendo comentar.
La reforma financiera de Luis Videgaray me recuerda un episodio de la inolvidable película Casablanca en la que Humprey Bogart observa frío e impávido como la policía detiene a su amigo Peter Lorry.
Videgaray Caso me pareció un político muy sensible desde la vez que lo vi en un programa de los viernes de Leo Zuckerman, en la Hora de Opinar en Foro Tv de Televisa (nadie es perfecto querido, Leo) en el que invitan el propio Leo y el erudito y agudo de Javier Tello, a una persona top de la política, la empresa la intelectualidad y alguno que otro compositor musical, para que, además de los temas políticos obligados, le preguntan por sus tres películas favoritas.
Luis Videgaray eligió entre sus tres películas preferidas una que también es una de mis favoritas: Cinema Paradiso, de Gussiepe Tornatore 1998.
Desde entonces analicé a Videgaray desde una perspectiva de funcionario público muy sensible, que se salía con mucho de los paradigmas del ITAM, para convertirse en un político con deseos genuinos de aspirar a un liderazgo socia real.
Y yo creo que lo está logrando.
Pero el tema de hoy es la reforma financiera.
En Casablanca, en la escena que refiero, Bogart se ve más frío e inconmovible que de costumbre. Estaba decidido a tomar una decisión crucial.
Y Luis Videgaray, con la sangre fría y aplicando el código de ética de los que saben de sacrificios y recompensas, la está tomado con la reforma financiera que comprende nuevos comportamientos de la banca, nuevos sistemas de supervisión del famoso lavado de dinero y, sobre todo, la revisión de cómo se concedieron y cómo operan los casi cerca de 25 nuevos bancos que autorizó el distraído de Felipe Calderón.
Pronto Jesús Murillos Karam tendrá que citar a Guillermo Babatz (apellido que parece apropiado para el desempeño que tuvo en la CNBV) para que explique esas decisiones, muchas de ellas a la carrera, llenas de improvisaciones por ser de última hora.
Trataremos en detalle los aspectos claves de la reforma financiera de Luis Videgaray en una de mis columnas de la próxima semana.
La dominical de mañana la dedico a tratar de entender a Peña Nieto en su intensa actividad por Latinoamérica.
Por lo pronto concluyo esta entrega suponiendo que la reforma financiera de Luis Videgaray representará un cambio para bien en la economía nacional.
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