domingo 05 de mayo de 2013 |
Aconsejaba
don Fernando Gutiérrez Barrios que los funcionarios del gobierno
federal, LOS DEL PRIMER CÍRCULO EVIDENTEMENTE, que tuvieran dentro de
su agenda una audiencia con el presidente en turno días, o tal vez
horas, después de que el mandatario se hubiera reunido con alguna de las
figuras de la política mundial, deberían cuidar mucho que su entrevista
no incluyera sugerencias inoportunas o comentarios sin la información
necesaria acerca de la entrevista entre dos líderes de primer rango,
como en este caso, el de Peña y Obama, dos mandatarios nacionales.
El caso es que apenas se ha despedido de México el presidente más poderoso e informado del mundo, Barack Obama, mandatario de los Estados Unidos.
Y por supuesto que en estas horas que corren, nadie en nuestro país tiene las noticias más trascendentes y sobre todo recientes, del qué y del porqué de los acontecimientos mundiales claves, como las debe tener el presidente Enrique Peña Nieto.
El informante de privilegio de Peña Nieto, por supuesto, fue el presidente Obama. Y con información de esa naturaleza, nadie en el país podría tener más elementos que el propio Peña para decidir sobre asunto alguno en México.
Y si no las dijeron explícitamente, sí pudieron comentárselas de forma implícita y nuestro mandatario interpretó el mensaje o comentario.
Decía Gutiérrez Barrios que su consejo funcionaba tanto para los miembros del gabinete, como para empresarios, líderes sindicales y demás personajes que pudieran ser interlocutores del presidente de la nación en estos días.
Comentaba el recordado político veracruzano que en una ocasión,
después de una visita a México de Fidel Castro, un titular de Relaciones
Exteriores comentó al presidente en turno sus impresiones de la visita
del entonces mandatario de Cuba.
La anécdota que contaba era en el sentido de que esas impresiones comentadas al presidente por su canciller, llevaban implícitas alguna recomendación.
Y, continuó Don Fernando relatando, que entonces el presidente le dijo al secretario de Relaciones Exteriores lo siguiente: Mira, sólo un presidente tiene la información que lo hace tomar una decisión. Si usted supiera lo que trasmitió diplomáticamente el presidente Castro, entendería las decisiones que voy a tomar los siguientes días.
Y curiosamente una de las decisiones que tomó el presidente de la anécdota, fue la de relevar al canciller de su cargo.
Hoy por hoy, nadie en México sabe lo que pueden representar para Peña Nieto los VARIOS contenidos de su conversación con Obama.
Por esa razón, sí ya de por sí es un riesgo muy grave en política opinar sin pleno conocimiento de causa; pues opinar con desconocimiento es un suicidio.
Y no es de dudarse que Peña Nieto pueda tomar decisiones que muchos consideren que no estaban en el esquema del mandatario hace unos cuantos días.
Como el caso de mantener a Rosario Robles en su cargo por las inferencias que haya hecho después de tener un informante de privilegio.
Este supuesto puede ser solamente una de las cosas que sucedan y que muchos funcionarios o empresarios o dirigentes sindicales piensen que es algo que no estaba dentro de lo previsto.
Pero en México ahora, el único que sabe completa la película de nuestra política interior y exterior, es Enrique Peña Nieto.
Todos tranquilos.
EN TIEMPO REAL.
1.- Ha sido comentada la entrevista, con suculenta comida de por medio, que sostuvieron el penalista José Luis Nassar Dau y el senador del PAN Javier Lozano Alarcón. Hay quienes dicen que el puente que se pretende tender entre ambos no es precisamente sobre telecomunicaciones. Los enterados apuestan a que el caso trató un cabildeo de interés para el panista sobre otro panista que no es de su corriente.
2.- A pesar de todos los comentarios en contra que ha despertado el inicio de campaña en Baja California del candidato del PRI a gobernador, Fernando Castro Trenti, los conocedores indican que hasta la fecha no se ve un adversario de peso como para derrotarlo. De cualquier modo los priistas no deberían confiarse tanto.
Los que no vieron a Obama no saben lo que dijo a Peña Nieto
El caso es que apenas se ha despedido de México el presidente más poderoso e informado del mundo, Barack Obama, mandatario de los Estados Unidos.
Y por supuesto que en estas horas que corren, nadie en nuestro país tiene las noticias más trascendentes y sobre todo recientes, del qué y del porqué de los acontecimientos mundiales claves, como las debe tener el presidente Enrique Peña Nieto.
El informante de privilegio de Peña Nieto, por supuesto, fue el presidente Obama. Y con información de esa naturaleza, nadie en el país podría tener más elementos que el propio Peña para decidir sobre asunto alguno en México.
Y si no las dijeron explícitamente, sí pudieron comentárselas de forma implícita y nuestro mandatario interpretó el mensaje o comentario.
Decía Gutiérrez Barrios que su consejo funcionaba tanto para los miembros del gabinete, como para empresarios, líderes sindicales y demás personajes que pudieran ser interlocutores del presidente de la nación en estos días.
Comentaba el recordado político veracruzano que en una ocasión,
después de una visita a México de Fidel Castro, un titular de Relaciones
Exteriores comentó al presidente en turno sus impresiones de la visita
del entonces mandatario de Cuba.La anécdota que contaba era en el sentido de que esas impresiones comentadas al presidente por su canciller, llevaban implícitas alguna recomendación.
Y, continuó Don Fernando relatando, que entonces el presidente le dijo al secretario de Relaciones Exteriores lo siguiente: Mira, sólo un presidente tiene la información que lo hace tomar una decisión. Si usted supiera lo que trasmitió diplomáticamente el presidente Castro, entendería las decisiones que voy a tomar los siguientes días.
Y curiosamente una de las decisiones que tomó el presidente de la anécdota, fue la de relevar al canciller de su cargo.
Hoy por hoy, nadie en México sabe lo que pueden representar para Peña Nieto los VARIOS contenidos de su conversación con Obama.
Por esa razón, sí ya de por sí es un riesgo muy grave en política opinar sin pleno conocimiento de causa; pues opinar con desconocimiento es un suicidio.
Y no es de dudarse que Peña Nieto pueda tomar decisiones que muchos consideren que no estaban en el esquema del mandatario hace unos cuantos días.
Como el caso de mantener a Rosario Robles en su cargo por las inferencias que haya hecho después de tener un informante de privilegio.
Este supuesto puede ser solamente una de las cosas que sucedan y que muchos funcionarios o empresarios o dirigentes sindicales piensen que es algo que no estaba dentro de lo previsto.
Pero en México ahora, el único que sabe completa la película de nuestra política interior y exterior, es Enrique Peña Nieto.
Todos tranquilos.
EN TIEMPO REAL.
1.- Ha sido comentada la entrevista, con suculenta comida de por medio, que sostuvieron el penalista José Luis Nassar Dau y el senador del PAN Javier Lozano Alarcón. Hay quienes dicen que el puente que se pretende tender entre ambos no es precisamente sobre telecomunicaciones. Los enterados apuestan a que el caso trató un cabildeo de interés para el panista sobre otro panista que no es de su corriente.
2.- A pesar de todos los comentarios en contra que ha despertado el inicio de campaña en Baja California del candidato del PRI a gobernador, Fernando Castro Trenti, los conocedores indican que hasta la fecha no se ve un adversario de peso como para derrotarlo. De cualquier modo los priistas no deberían confiarse tanto.
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