sábado, 25 de mayo de 2013

Satélite ecuatoriano atacado por fragmento espacial soviético

Satélite ecuatoriano atacado por fragmento espacial soviético

Satélite ecuatoriano atacado por fragmento espacial soviético

El primer satélite ecuatoriano Pegaso, después de colisionar en la órbita con fragmentos de un cohete soviético, lanzado allá por 1985, continúa enviando señales.

"Pegaso está emitiendo, pero al estar en rotacion-alabeo no puede orientar su antena aún", escribió en su Twitter Ronnie Nader, director de la Agencia Civil Espacial Ecuatoriana (EXA). Entrevistado por medios de difusión españoles declaró que, los sistemas de navegación instados en el Pegaso ayudarán al satélite a estabilizar su situación y nuevamente establecerá comunicación con el "Planeta celeste". 
No obstante el final relativamente favorable de la avería espacial, los fragmentos del cohete solo rozaron el Pegaso, este caso puso una vez más en evidencia el peligro que la basura cósmica reviste para los satélites. En el caso del Pegaso no había posibilidad alguna de evitar la colisión, comentaba la situación a nuestra emisora Nikolái Frolov, director del Centro para la Colaboración Científico-Técnica e Innovativa de Rusia con Países Iberoamericanos de la Universidad Estatal del Suroeste de Rusia: 
–En el cosmos abunda hoy la basura, consistente en fragmentos, tuercas, llaves y fases de cohetes dadas de baja… El satélite ecuatoriano no tenía ninguna chance de sacarle el cuerpo a los fragmentos, debido a que se trata de un simple ingenio espacia de un kilo y sin motor. Por consiguiente, no tenía posibilidades de pasar a otra órbita. 
Según fuentes oficiales, la situación en el cosmos es de veras amenazante. Y es que unos ciento setenta millones de fragmentos del tamaño de más de un milímetro, incluidos unos veintinueve mil de un diámetro de más de cien centímetros, amenazan a diario los equipos en la órbita. Incluso la Estación Espacial Internacional (EEI) se ha visto obligada a evitarlos, y ello porque los granos, por más pequeños que sean, pero disparados a velocidad sideral pueden perforar el revestimiento del laboratorio, lo que significaría la muerte inevitable de los cosmonautas. 
Ahora bien, el futuro de la cosmonáutica mundial pude verse en entredicho de no resolverse este problema. A tal conclusión llegaron los participantes en la Sexta Conferencia Europea sobre Basura Espacial, celebrada en Alemania en abril de este año. Entre las propuestas concretas está la fabricación de cohetes y de equipos espaciales de manera tal que, una vez que termine su explotación sean regresados a la atmósfera donde se calcinarían. Estos proyectos de limpieza de la basura espacial demandan cifras de veras astronómicas, pero los expertos estiman que la humanidad no tiene otra salida. 
Dicho sea de paso, la construcción y el lanzamiento de satélites cuesta también, como se dice, "un ojo de la cara". El mismo Pegaso ecuatoriano demandó a la Agencia Espacial Civil del país unos ochenta mil dólares, más el medio millón para que sea puesto en órbita.

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