Satélite ecuatoriano atacado por fragmento espacial soviético
Foto: http://worldwidegadget.blogspot.ru/
El primer satélite ecuatoriano Pegaso, después de colisionar en la órbita con fragmentos de un cohete soviético, lanzado allá por 1985, continúa enviando señales.
"Pegaso está emitiendo, pero al estar en
rotacion-alabeo no puede orientar su antena aún", escribió en su
Twitter Ronnie Nader, director de la Agencia Civil Espacial Ecuatoriana
(EXA). Entrevistado por medios de difusión españoles declaró que, los
sistemas de navegación instados en el Pegaso ayudarán al satélite a estabilizar su situación y nuevamente establecerá comunicación con el "Planeta celeste".
–En
el cosmos abunda hoy la basura, consistente en fragmentos, tuercas,
llaves y fases de cohetes dadas de baja… El satélite ecuatoriano no
tenía ninguna chance de sacarle el cuerpo a los fragmentos, debido a que
se trata de un simple ingenio espacia de un kilo y sin motor. Por
consiguiente, no tenía posibilidades de pasar a otra órbita.
Según
fuentes oficiales, la situación en el cosmos es de veras amenazante. Y
es que unos ciento setenta millones de fragmentos del tamaño de más de
un milímetro, incluidos unos veintinueve mil de un diámetro de más de
cien centímetros, amenazan a diario los equipos en la órbita. Incluso la
Estación Espacial Internacional (EEI) se ha visto obligada a evitarlos,
y ello porque los granos, por más pequeños que sean, pero disparados a
velocidad sideral pueden perforar el revestimiento del laboratorio, lo
que significaría la muerte inevitable de los cosmonautas.
Ahora
bien, el futuro de la cosmonáutica mundial pude verse en entredicho de
no resolverse este problema. A tal conclusión llegaron los participantes
en la Sexta Conferencia Europea sobre Basura Espacial, celebrada en
Alemania en abril de este año. Entre las propuestas concretas está la
fabricación de cohetes y de equipos espaciales de manera tal que, una
vez que termine su explotación sean regresados a la atmósfera donde se
calcinarían. Estos proyectos de limpieza de la basura espacial demandan
cifras de veras astronómicas, pero los expertos estiman que la humanidad
no tiene otra salida.
Dicho sea de paso, la construcción y el lanzamiento de satélites cuesta también, como se dice, "un ojo de la cara". El mismo Pegaso
ecuatoriano demandó a la Agencia Espacial Civil del país unos ochenta
mil dólares, más el medio millón para que sea puesto en órbita.
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