Israel y Palestina retoman el diálogo
© Collage: La Voz de Rusia
Según la prensa, los israelitas se abstendrán
de convocar nuevas licitaciones para edificar asentamientos judíos en
Cisjordania. Asimismo, podrían liberar a ochenta radicales palestinos
encarcelados aún antes de los Acuerdos de Oslo de 1993. Al mismo tiempo,
los medios de comunicación informan de otras iniciativas, por ejemplo
de la intención de construir una planta de fertilizantes potásicos para
los palestinos, así como un aeropuerto en Jericó, que a futuro habría de
convertirse en uno de los centros de transporte para la economía
palestina independiente. Actualmente no existen en toda Cisjordania
aeropuertos civiles, el más cercano es el Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
Difícilmente
las ventajas económicas puedan resultar tan atractivas como para
influir en la postura de los palestinos, está convencida Tatiana
Nosenko, investigadora mayor del Instituto de Estudios Orientales de la
Academia rusa de las Ciencias:
—Las
propuestas económicas se inscriben en el plan del desarrollo de los
territorios palestinos, proclamado algún día por el primer ministro de
Israel Benjamín Netanyahu,
para conseguir así condiciones para la construcción del estado
palestino. La gran pregunta es qué tan factibles son esos planes. En las
últimas décadas ha habido muchas iniciativas como esas, solo una parte
de ellas fue realizada.
Otro experto califica de
secundarias todas las propuestas de Israel. A los palestinos les
interesa en primer lugar cuánta tierra recibirán. Si no les parece lo
que les ofrecerá Netanyahu, no habrá lugar para hablar de ninguna paz.
El primer ministro se apoya en las fuerzas de derecha, incluyendo a los
colonos, reflexiona Nikolái Surkov, docente de la Cátedra de Estudios
Orientales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú:
—Netanyahu
quiere someter a referéndum nacional los resultados de las
negociaciones. Dicha postura condena al fracaso cualquier acuerdo de
paz: en la sociedad israelí dominan criterios de derecha y posturas
duras con respecto a los palestinos. Si el acuerdo incluye grandes
concesiones, no pasará el referéndum.
De acuerdo con el periódico The Wall Street Journal,
John Kerry dio garantías escritas a los palestinos de que el diálogo
sería construido con base en las fronteras del año 1967. No obstante, la
Casa Blanca no puede ofrecer garantías de parte de Israel, como tampoco
obligarlo a firmar acuerdo alguno, objeta Nikolái Surkov:
—La
Casa Blanca puede decir: vamos a apoyar la postura de los palestinos,
trataremos de influir de alguna manera en los israelitas para que
negocien partiendo de la línea de la tregua anterior a la guerra de
1967. No es alto el precio de esa frontera. Todo depende de la
disposición de los israelitas de concertar el acuerdo. Por ahora
Netanyahu no lo necesita mucho, el statu quo le acomoda bastante bien.
Mientras que el acuerdo entraña pérdidas políticas para él, debido a que
indudablemente una parte de la sociedad no estará conforme.
Como señala The New York Times, por ahora no hay indicios de que las fronteras de 1967 deban ser el punto de partida para el diálogo.
En
la víspera se anunció que la principal negociadora israelí la señora
Tzipi Livni y su colega palestino Saíb Erekat esta semana no viajarán a
Washington.
vg/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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