Destruyen discos duros de The Guardian
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LONDRES (AP) -- Agentes británicos supervisaron la destrucción
de un número no especificado de discos duros del periódico The Guardian,
al parecer en un intento por impedir que contenidos de las filtraciones
del ex analista Edward Snowden caigan en poder de espías chinos,
anunció el lunes el director del medio.
Alan
Rusbridger hizo la aseveración en un artículo de opinión publicado en la
página digital del periódico. Dijo que un par de elementos de la
agencia de espionaje británica, conocida como GCHQ, vigilaron el proceso
en lo que él describió como "uno de los momentos más extraños en la
larga historia de The Guardian".
Afirmó que
los discos duros fueron destruidos en el sótano de la oficina del
periódico en el norte de Londres "con la supervisión de dos expertos de
seguridad de la GCHQ... para garantizar que no quedara nada en los
fragmentos destrozados de metal que pudiera ser de algún interés para
agentes chinos".
No quedó claro cuándo se
efectuó exactamente la destrucción de los discos duros. Rusbridger
mencionó una fecha vaga al dejar entrever que tuvo lugar en el último
mes, más o menos.
Gennady Kolker, portavoz de
The Guardian, declinó hacer mayores comentarios, y los mensajes enviados
en horas inhábiles a la GCHQ para solicitar declaraciones al respecto
no fueron respondidos. Una operadora en la agencia de espionaje indicó
que no había nadie disponible sino hasta el martes.
Rusbridger
dijo que la destrucción de los discos duros fue la culminación de
semanas de presiones a The Guardian por parte de funcionarios
británicos, que incluyeron la exigencia de agentes del gobierno de que
se entregaran o destruyeran los materiales de Snowden, ex analista de la
Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
Poco
después de que su periódico comenzó a publicar reportes basados en
información de Snowden, el director del medio dijo que fue contactado
por un "muy alto funcionario del gobierno para manifestar los puntos de
vista del primer ministro", quien demandó que se devolviera o destruyera
el material filtrado por el ex analista estadounidense. Esto siguió a
una serie de reuniones cada vez más duras donde las autoridades exigían
que The Guardian cumpliera. Al final, dijo Rusbridger, los funcionarios
amenazaron con emprender acción legal y ahí fue cuando el editor
permitió a los agentes británicos entrar al sótano del periódico.
Un portavoz del primer ministro británico, David Cameron se negó a hablar al respecto.
Rusbridger
dijo que la destrucción no evitará que The Guardian siga reportando, al
sugerir que hay copias de los archivos de Snowden en otra parte y que
las publicaciones continuarán fuera del Reino Unido. Agregó que la
detención de David Miranda -pareja del reportero The Guardian, Glenn
Greenwald- y la incautación de computadoras, teléfonos y otros
dispositivos, tampoco afectarán el trabajo de Greenwald.
La
difusión de los materiales que filtró Snowden -publicados por The
Guardian, The Washington Post y otros medios- expuso la magnitud de la
vigilancia electrónica interna y externa que efectúa Estados Unidos, y
propició un debate internacional sobre los límites que deben tener ese
tipo de prácticas.
Rusbridger dijo que los
espías estaban acumulando tan poder que "tal vez no pase mucho tiempo
para que a los periodistas les sea imposible tener fuentes
confidenciales".
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Raphael Satter está en Twitter como: http://raphae.li/twitter
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