martes, 20 de agosto de 2013

El mar de Ojotsk bajo control de Rusia

El mar de Ojotsk bajo control de Rusia

море Охотское

Rusia se propone extender su zona económica en el mar de Ojotsk. Se lo piensa hacer a costa de la plataforma continental. Los expertos de la Organización de la Naciones Unidas ya recibieron la solicitud correspondiente y empezaron a examinarla. Con esta segunda tentativa, la primera se hizo doce años atrás, Moscú espera demostrar sus derechos exclusivos sobre casi cincuenta mil kilómetros cuadrados de lecho marino. Las exploraciones geológicas prueban que en ese sector abundan los hidrocarburos, metales y otros minerales.

El corresponsal de La Voz de Rusia en EEUU, Román Mamónov, sostuvo un dialogo con la delegación rusa y se enteró de las posibilidades de éxito para esta vez.
La delegación de representantes del Ministerio de Recursos Naturales y de expertos en geología submarina viajó a EEUU para defender los derechos de Rusia en el sector de la plataforma continental en el mar de Ojotsk. El grupo está encabezado por el viceministro de Recursos Naturales y Ecología, Denís Jrámov. Los expertos y funcionarios se proponen demostrar a la Comisión de la ONU de Limites de la Plataforma Continental que Rusia posee derechos exclusivos sobre 48 000 kilómetros cuadrados en el mar de Ojotsk.
En primer lugar, Moscú quisiera detener la pesca salvaje de recursos biológicos en esa región, explicó Denís Jrámov, en una entrevista exclusiva a La Voz de Rusia:
–Cuarenta y ocho mil kilómetros cuadrados en medio del mar de Ojotsk poco profundo, pero muy significativo desde el punto de vista de la producción pesquera. Esto significa que allí cualquier país tiene derecho a pescar el centollo y peces. Realmente en esa región las aguas del mar son muy ricas en ese tipo de recursos. Actualmente allí se está practicando una pesca rapaz, simplemente porque no tenemos palancas internacionales para limitar eso de alguna manera, ya que formalmente es parte del océano mundial. Tan pronto se adopte la resolución correspondiente, esa región será una zona económica soberana rusa, en la que cualquier actividad podrá realizarse bajo nuestro control y con nuestro consentimiento.
No se trata de la primera tentativa de Rusia de asegurarse el derecho exclusivo a la plataforma continental. En 2001 Moscú ya había presentado una solicitud, pero no sobre el derecho a sectores separados, sino sobre toda la plataforma continental, incluyendo la ártica. Entonces los expertos de la ONU rechazaron el documento por falta de consenso entre los países vecinos. En particular, contra ello se manifestó Japón. Además, las pruebas científicas sobre la ligazón del área marina con la periferia continental de Rusia fueron reconocidas insuficientes.
Ahora esas pruebas son más que suficientes. Y, según Denís Jrámov, ya hay una señal positiva: en contra del gráfico habitual, los expertos de la ONU examinarán la solicitud de Moscú en régimen acelerado:
–Generalmente todo esto se alarga varios meses, ya que los miembros de la comisión tienen mucho trabajo con las solicitudes corrientes a examinar. Sin embargo, aún antes del estudio de nuestra solicitud, la subcomisión creada en 2001 fue reelegida parcialmente y completada con nuevos miembros activos. También, a petición nuestra, la subcomisión aceptó iniciar el trabajo prácticamente una vez presentada la solicitud. Si nosotros nos hubiésemos aferrado al procedimiento común, el examen de la solicitud se alargaría por no menos de un año. Consideramos que es una buena señal. Nosotros presentamos pruebas totalmente fiables de que todo el mar de Ojotsk, incluido ese enclave, es la prolongación natural de la periferia continental de Rusia.
Rusia funda sus pretensiones sobre dicho sector de la plataforma continental en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ésta permite ampliar la zona económica de doscientas millas de los estados, siempre y cuando ese territorio sea prolongación natural del continente.
mj/lj
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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