Musharraf, expresidente de Pakistán, acusado de conspirar para asesinar a Benazir Bhutto
- El exgeneral está acusado del atentado junto a otras siete personas
- La exprimera ministra murió en un atentado en diciembre de 2007
AGENCIAS 20.08.2013 - 09:06hEl exgeneral golpista Pervez Musharraf, presidente de Pakistán entre 1999 y 2008, ha sido acusado este martes formalmente, junto a otras siete personas, de conspirar para asesinar a la exprimera ministra Benazir Bhutto, según han informado medios locales.
Musharraf, que se halla en arresto domiciliario desde el pasado abril, ha comparecido este martes en el juicio abierto por ese caso en el Tribunal Antiterrorista de Rawalpindi (ciudad vecina a Islamabad), donde ha negado los cargos de conspiración y terrorismo presentados por la justicia contra él.
Entre los otros siete encausados hay dos mandos policiales que ya están encarcelados por su supuesta participación en la trama que urdió el ataque contra la líder política.
Bhutto murió en un atentado aún no aclarado en diciembre de 2007, poco después de volver al país desde el exilio y cuando era una de las candidatas en las elecciones que iban a celebrarse en el país. Desde un principio, se relacionó a Musharraf con el magnicidio, aunque su salida del país en 2009 paralizó los procesos judiciales.
El exjefe del Ejército, el único de los cuatro dictadores militares del país que ha sido acusado formalmente en un tribunal, regresó en marzo pasado a Pakistán para concurrir a las elecciones, pero lo que halló fue una cascada de juicios en su contra.
El juicio, que continuará la semana que viene, se prevé muy largo ya que, además de las complejidades del caso, pone a prueba la estabilidad institucional de Pakistán y la lealtad del Ejército, hasta ahora respetuoso con la acción judicial contra su exjefe.
El pasado mayo, el fiscal principal del juicio fue asesinado en circunstancias no aclaradas, pero muchos analistas locales apuntaban al entorno de Musharraf, reticente a que prosiguiera la investigación judicial.
Un elemento añadido de complicación es el hecho de que el actual primer ministro, Nawaz Sharif, es el mismo jefe de Gobierno que sufrió el golpe de Estado que lideró en 1999 Musharraf y que se vió obligado a pasar luego ocho años exiliado bajo amenaza de muerte.
Musharraf, que se halla en arresto domiciliario desde el pasado abril, ha comparecido este martes en el juicio abierto por ese caso en el Tribunal Antiterrorista de Rawalpindi (ciudad vecina a Islamabad), donde ha negado los cargos de conspiración y terrorismo presentados por la justicia contra él.
Entre los otros siete encausados hay dos mandos policiales que ya están encarcelados por su supuesta participación en la trama que urdió el ataque contra la líder política.
Bhutto murió en un atentado aún no aclarado en diciembre de 2007, poco después de volver al país desde el exilio y cuando era una de las candidatas en las elecciones que iban a celebrarse en el país. Desde un principio, se relacionó a Musharraf con el magnicidio, aunque su salida del país en 2009 paralizó los procesos judiciales.
El exjefe del Ejército, el único de los cuatro dictadores militares del país que ha sido acusado formalmente en un tribunal, regresó en marzo pasado a Pakistán para concurrir a las elecciones, pero lo que halló fue una cascada de juicios en su contra.
Prueba de fuego para el sistema institucional paquistaní
Un fiscal del caso citado por el canal local Dunya ha explicado que, si es condenado, podría enfrentarse a la cadena perpetua e, incluso, a la pena de muerte.El juicio, que continuará la semana que viene, se prevé muy largo ya que, además de las complejidades del caso, pone a prueba la estabilidad institucional de Pakistán y la lealtad del Ejército, hasta ahora respetuoso con la acción judicial contra su exjefe.
El pasado mayo, el fiscal principal del juicio fue asesinado en circunstancias no aclaradas, pero muchos analistas locales apuntaban al entorno de Musharraf, reticente a que prosiguiera la investigación judicial.
Un elemento añadido de complicación es el hecho de que el actual primer ministro, Nawaz Sharif, es el mismo jefe de Gobierno que sufrió el golpe de Estado que lideró en 1999 Musharraf y que se vió obligado a pasar luego ocho años exiliado bajo amenaza de muerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario