Wall St estará atento a datos económicos que guiarán apuestas sobre próxima medida de la Fed
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Por Ryan Vlastelica
NUEVA YORK, 23 ago (Reuters) - Wall Street acaba de pasar su período de tres semanas más débil desde noviembre, sin mencionar el episodio de pánico cuando el mercado bursátil Nasdaq se detuvo por completo. Pero eso no significa que el dolor haya pasado.
La semana próxima no traería gran claridad a los temas primordiales a los que se enfrentan los mercados: cuándo y en qué proporción la Reserva Federal de Estados Unidos frenará su política monetaria expansiva.
La incertidumbre, junto con lo que se espera serán anémicas operaciones cuando se acerca el feriado del Día del Trabajo el 2 de septiembre, podría conducir a una volátil semana.
"Somos cautelosos respecto a las próximas semanas, por lo que estamos tomando ganancias ahora", dijo Michael Mullaney, jefe de inversiones en Fiduciary Trust Co en Boston.
Los operadores esperaban que las minutas de la reunión de la Fed divulgadas el miércoles entregaran una dirección sobre si el organismo comenzaría a reducir su compra de bonos mensuales por 85.000 millones de dólares en septiembre. Pero las minutas dieron un panorama mixto, con algunas autoridades proponiendo paciencia.
Las señales dispares crearon una espada de doble filo. Aunque el estímulo alimentó las sólidas ganancias del mercado en 2013, para la Fed el seguir con su política de dinero barato indicaría que la economía es demasiado débil para avanzar sin intervención.
La Fed ha dicho que los cambios en la política dependen de si la economía cumple con las metas de crecimiento, lo que hace a los mercados más sensibles aún a los datos financieros. La próxima semana tendrá un dato cada día.
Los pedidos de bienes duraderos de Julio están previstos para el lunes mientras que la lectura final del índice de la confianza del consumidor de Thomson Reuters/University of Michigan se publicará el viernes.
Quizá lo más importante será la última estimación del jueves del Producto Interno Bruto de Estados Unidos para el segundo trimestre. Los datos estarían mostrando que la economía creció a una tasa anualizada revisada de un 2,2 por ciento el último trimestre frente a una lectura previa de un 1,7 por ciento.
Mientras un reporte débil sería una señal bajista para la economía, algunos analistas especularon que una sólida lectura podría tener implicancias negativas para el mercado.
El S&P 500 perdió un 2,7 por ciento durante las últimas tres semanas, llevando al índice referencial por debajo de su promedio móvil de 50 días durante varias sesiones.
En esta semana el índice Dow Jones cayó un 0,5 por ciento, el S&P ganó un 0,5 por ciento y el Nasdaq avanzó un 1,5 por ciento. El volumen diario ha estado entre los más modestos del año en las últimas sesiones, como es típico en época de verano boreal. El bajo volumen puede amplificar las oscilaciones del mercado, lo que resulta en dramáticas variaciones intradía. (Reporte de Ryan Vlastelica, reporte adicional de Caroline Valetkevitch, editado por Manuel Farías)
NUEVA YORK, 23 ago (Reuters) - Wall Street acaba de pasar su período de tres semanas más débil desde noviembre, sin mencionar el episodio de pánico cuando el mercado bursátil Nasdaq se detuvo por completo. Pero eso no significa que el dolor haya pasado.
La semana próxima no traería gran claridad a los temas primordiales a los que se enfrentan los mercados: cuándo y en qué proporción la Reserva Federal de Estados Unidos frenará su política monetaria expansiva.
La incertidumbre, junto con lo que se espera serán anémicas operaciones cuando se acerca el feriado del Día del Trabajo el 2 de septiembre, podría conducir a una volátil semana.
"Somos cautelosos respecto a las próximas semanas, por lo que estamos tomando ganancias ahora", dijo Michael Mullaney, jefe de inversiones en Fiduciary Trust Co en Boston.
Los operadores esperaban que las minutas de la reunión de la Fed divulgadas el miércoles entregaran una dirección sobre si el organismo comenzaría a reducir su compra de bonos mensuales por 85.000 millones de dólares en septiembre. Pero las minutas dieron un panorama mixto, con algunas autoridades proponiendo paciencia.
Las señales dispares crearon una espada de doble filo. Aunque el estímulo alimentó las sólidas ganancias del mercado en 2013, para la Fed el seguir con su política de dinero barato indicaría que la economía es demasiado débil para avanzar sin intervención.
La Fed ha dicho que los cambios en la política dependen de si la economía cumple con las metas de crecimiento, lo que hace a los mercados más sensibles aún a los datos financieros. La próxima semana tendrá un dato cada día.
Los pedidos de bienes duraderos de Julio están previstos para el lunes mientras que la lectura final del índice de la confianza del consumidor de Thomson Reuters/University of Michigan se publicará el viernes.
Quizá lo más importante será la última estimación del jueves del Producto Interno Bruto de Estados Unidos para el segundo trimestre. Los datos estarían mostrando que la economía creció a una tasa anualizada revisada de un 2,2 por ciento el último trimestre frente a una lectura previa de un 1,7 por ciento.
Mientras un reporte débil sería una señal bajista para la economía, algunos analistas especularon que una sólida lectura podría tener implicancias negativas para el mercado.
El S&P 500 perdió un 2,7 por ciento durante las últimas tres semanas, llevando al índice referencial por debajo de su promedio móvil de 50 días durante varias sesiones.
En esta semana el índice Dow Jones cayó un 0,5 por ciento, el S&P ganó un 0,5 por ciento y el Nasdaq avanzó un 1,5 por ciento. El volumen diario ha estado entre los más modestos del año en las últimas sesiones, como es típico en época de verano boreal. El bajo volumen puede amplificar las oscilaciones del mercado, lo que resulta en dramáticas variaciones intradía. (Reporte de Ryan Vlastelica, reporte adicional de Caroline Valetkevitch, editado por Manuel Farías)
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