¿Empezará el Nóbel la guerra contra Siria?
Ilustración: La Voz de Rusia
Para conseguir el apoyo del Congreso, Barack Obama anunció que 10 de septiembre se dirigiría a la nación por la televisión.
Si
Obama puede estar relativamente tranquilo en cuanto al Senado, en la
Cámara de Representantes la correlación de fuerzas es completamente
diferente. Por el momento sólo treinta diputados indicaron que apoyarían
la opción militar. Ciento noventa y uno se pronunciaron en contra.
Otros doscientos ocho diputados no han determinado su postura. Obama
necesita asegurarse el apoyo de por lo menos la mitad de los
cuatrocientos treinta y cinco congresistas para conseguir la aprobación
de la cámara.
Mientras
tanto el presidente sigue persuadiendo tanto a los electores, como a
los legisladores de la necesidad de una intervención militar. El 7 de
septiembre Obama pronunció su tradicional discurso de los sábados y
exhortó apoyar su escenario. Y la Casa Blanca publicó la declaración de
once naciones miembros del G-20, entre ellas EEUU, en la que se trata
del apoyo del rumbo de la administración (norteamericana) en el tema de
Siria. Sin embargo, no se menciona ni una palabra sobre el apoyo de la
intervención militar, sólo se señala "una resolución más dura" sobre
Siria en las Naciones Unidas.
Italia
no apoyará las acciones militares de los Estados Unidos, declaró en la
cumbre de las veinte economías más grandes del mundo en San Petersburgo
el Primer Ministro de ese país Enrico Letta:
–La
legislación italiana establece que el país no puede participar en
ningún tipo de misiones sin la aprobación correspondiente de los
organismos internacionales. Es decir, no vamos a participar en ninguna
operación militar si no hay al respecto una resolución de la
Organización de las Naciones Unidas.
Tampoco el Secretario de Estado John Kerry
consiguió convencer a los países de la Unión Europea a que apoyen la
acción militar de Washington. El 7 de septiembre concluyó en Vilnius su
reunión con los veinticocho ministros de asuntos exteriores de los
estados de la Unión Europea. Finalizado el encuentro, aprobaron la
resolución que llama a que los culpables del ataque químico afuera de
Damasco "respondan personalmente". Pero, no se menciona ahí una sola
palabra sobre la acción militar. Catherine Ashton, alta representante de
la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, indicó que
primero había que esperar las conclusiones de los expertos de la ONU que
están analizando el uso de las substancias tóxicas cerca de Damasco. Y
sólo después de eso se podría tomar una decisión de cómo proceder con la
parte culpable. En principio, Moscú adopta la misma postura.
Lo declaró el presidente de Rusia Vladímir Putin
en la víspera de la cumbre del G-20 en San Petersburgo. En la
entrevista concedida al Canal Uno de la televisión rusa y a la agencia
noticiosa Associated Press (AP) el mandatario ruso una vez más llamó a
esperar los resultados del trabajo de los expertos de Naciones Unidas:
–No estamos defendiendo este gobierno (del presidente Asad).
Estamos defendiendo cosas absolutamente diferentes: las normas y los
principios del derecho internacional, defendemos el actual orden
mundial, defendemos el que la discusión de la sola posibilidad del uso
de la fuerza sea exclusivamente en el marco del orden mundial vigente,
de las reglas y el derecho internacionales. Es lo que defendemos. Es lo
que representa el valor absoluto. Cuando cuestiones relacionadas con el
uso de la fuerza se resuelven fuera del marco de la ONU y del Consejo de
Seguridad, surge el temor de que esa clase de decisiones extrajurídicas
puede ser aplicada con todos y con cualquier pretexto.
A
finales de la semana los partidarios de la salida pacífica de la crisis
siria obtuvieron a un nuevo aliado poderoso en la persona del Papa
Francisco quien escribió una carta al presidente ruso en la que llamó a
los líderes del G-20 a buscar el arreglo pacífico en Siria. El pontífice
declaró el 7 de septiembre como "El Día de oraciones y ayuno por la paz
en Siria".
Pese
al apoyo bastante débil de los aliados, EEUU se prepara activamente
para el ataque. En los mares Mediterráneo y Rojo ya están concentrados
dos grandes grupos de portaaviones con buques de apoyo. Ahí se
encuentran los portaaviones Nimitz y Harry Truman.
Rusia
envió al Mar Mediterráneo grandes buques de desembarco de las Flotas
del Mar Negro y Báltico Novocherkassk y Minsk. También llegó allá el
barco de reconocimiento Priazovie. Los buques de desembarco pueden ser
utilizados en caso de necesidad de evacuar a ciudadanos rusos de Siria.
radio/lj
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia
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