Ningún cuerpo hallado en primeras fosas es de estudiantes desaparecidos México: Murillo Karam
2014-10-15
MÉXICO DF (Reuters) - Autoridades mexicanas dijeron el martes que ninguno de los 28 cuerpos encontrados en las primeras fosas clandestinas halladas en el estado de Guerrero corresponde a los 43 jóvenes desaparecidos el mes pasado, en uno de los peores capítulos de la violencia desatada por el crimen organizado en el país.
El procurador general (Fiscal), Jesús Murillo, afirmó en una conferencia de prensa que las pruebas de ADN de los cadáveres, confrontadas con el de los familiares, no corresponde y que por tanto no pertenecen a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ubicado en el conflictivo y sureño Guerrero.
"Lo que le puedo decir (es) que en las primeras fosas encontradas (...) que ya tenemos algunos resultados, les puedo decir que no corresponde al ADN de los familiares de estos jóvenes", dijo Murillo, quien agregó que se realizan más pruebas a restos de otras fosas.
El funcionario informó además que fueron detenidos 14 policías de Colula, municipio vecino a Iguala, donde desaparecieron los estudiantes el 26 de septiembre. Por el caso hay unas 50 personas detenidas entre agentes y miembros de un grupo delictivo que se hace llamar Guerreros Unidos.
Unos 80 estudiantes de magisterio pedían dinero para asistir a una marcha y cubrir gastos cuando se enfrentaron a policías municipales, quienes abrieron fuego y mataron a dos de los jóvenes en el sitio.
Luego, autoridades han dicho que según los relatos de los detenidos, decenas de estudiantes fueron llevados por policías municipales y entregados a los Guerreros Unidos, que se presume los hayan masacrado.
Aún se desconocen los móviles del caso, al que el presidente Enrique Peña Nieto se ha referido en los últimos días para asegurar que habrá justicia, mientras su gestión está bajo el fuego de sus críticos respecto a la estrategia de seguridad para el país.
Casi 30,000 personas han sido asesinadas durante los 20 primeros meses de la gestión de Peña. Son más víctimas que durante el período comparativo de su predecesor, Felipe Calderón, quien lanzó una guerra frontal con militares contra el narcotráfico pero acabó acumulando 70.000 muertos para cuando tuvo que entregar la banda presidencial.
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