Desastre aeronáutico
El Mar, 11 de Noviembre de 2014, por David Páramo
David Páramo
Columnista de Excélsior.
Prácticamente
todos los participantes del sector aeronáutico deberían no poder
levantar los ojos o, como diría el refrán, se les debería caer la cara
de vergüenza.
Primero. Los sindicatos de la industria aérea, especialmente ASPA de México, hicieron un ridículo histórico. Marchas, mítines y plantones exigiendo que no se diera la apertura de cielos, un tema que jamás estuvo en las mesas de negociación. No lo propuso ninguna empresa de Estados Unidos, nacional o alguno de los dos gobiernos.
Carlos Morineau se exhibió escandalosamente. Hizo su plantón en la Terminal 2 del AICM, su minimarcha y después hasta llenó de mantas el hotel sede de la reunión bilateral.
¿Qué buscaba? Tal vez cinco minutos de fama, puesto que generó tensión innecesaria no sólo en contra de la posición del gobierno mexicano sino de la empresa con la que tiene contrato colectivo. Si alguien perdió con el fin de las negociaciones sin acuerdo fue, precisamente, Aeroméxico.
Para la línea aérea que encabeza Eduardo Tricio era fundamental lograr la ATI (inmunidad antimopolio) para poder mejorar sus operaciones internacionales, lo que no sólo va en contra de los usuarios mexicanos sino de sus fuentes de trabajo.
Segundo. VivaAerobus, Interjet y Volaris asumieron una posición abiertamente beligerante y contraria al interés de la mayoría del gremio que también está integrado por empresas de capital extranjero que operan en el país.
En la columna que publicamos el 4 de noviembre la carta que envió la Canaero a la subsecretaria de transportes de la SCT, Yuriria Mascott Pérez, en la cual fija su posición a favor de la llamada inmunidad antimonopólica y en general del gobierno mexicano en la cual le adelantamos lo que para muchos fue sorpresa: Volaris, Interjet y VivaAerobus estaban en contra. Como anticipamos en este espacio ellos no firmaron la carta.
Tercero. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes también cometió una gran cantidad de errores. Pocos días antes de que iniciaran las negociaciones bilaterales Gerardo Ruiz Esparza realizó un ajuste en su equipo en el cual nombró a Mascott quien no demostró que no tenía todos los controles de la negociación.
Es claro que no tuvo tiempo para planchar las posiciones de las líneas aéreas con los fines que buscaba el gobierno. En todo momento durante las negociaciones el gobierno y los empresarios mexicanos se sintieron desconectados.
Es claro que todos los participantes en la industria mexicana de la aviación perdieron y se pusieron en una posición todavía más compleja.
En cuanto a Interjet respecto de las negociaciones del Tratado Bilateral de Transporte Aéreo México-Estados Unidos, la aerolínea precisa que está de acuerdo con la apertura, bajo los términos originalmente negociados, pero en contra de privilegiar monopolios.
Es decir, el gobierno no planteó negociar un tratado de “cielos abiertos” ni cabotaje, sino de abrir la conectividad aérea con Estados Unidos en beneficio del turismo, el comercio y el servicio público.
Pero la insistencia de Aeroméxico y su socio Delta para incorporar la inmunidad antimonopolio en el texto del tratado y en los documentos relacionados, así como la exigencia de ambas empresas de vincular esta figura a la entrada en vigor del nuevo tratado, atenta contra la competencia, contra los intereses de los consumidores mexicanos y condiciona un acuerdo soberano, que en vez de traer beneficio a los usuarios, se privilegiarían solamente intereses particulares.
¿Tranquilidad?
Las especulaciones sobre la eventual salida de Manuel Medina Mora de la copresidencia de Citi han comenzado a perder fuerza en la medida en que algunos de sus impulsores se dan cuenta que la guerra interna quizá pueda ayudar a uno o dos burócratas pero que dañaría, quizá irremediablemente, la operación de Banamex.
Es claro que existe un riesgo de que se mantenga la desbandada de funcionarios de los primeros niveles de este grupo. El viernes se hizo pública la renuncia de Eduardo Navarro a la dirección general de Accival, casa de bolsa del grupo financiero Banamex.
Hay quienes lo ven como una señal de que podría ocupar algún cargo dentro de la nueva administración de la Bolsa Mexicana de Valores. Algunos creen que podría ser su presidente y otros apuestan a que será el director general con Jaime Ruiz Sacristán en la presidencia del organismo.
La operación seek and destroy impulsada por Michael Corbat ha generado un clima muy complicado al interior de Banamex, puesto que saben que privó la injusticia y el error en que hubieran orillado a Javier Arrigunaga a la dirección general de ese grupo financiero y que la persecución en contra de Medina Mora está en la misma línea.
Sin embargo, ahí no terminan las malas noticias puesto que el clima al interior del grupo ha frenado su capacidad de competencia no sólo para buscar el primer lugar en las principales ramas de negocio que tiene Bancomer, presidido por Luis Robles, sino también para preservar su segundo lugar.
Mucho más allá de que en algún momento se normalizarán las relaciones entre los accionistas, toda vez que Juan González y Carlos Hank González han asumido totalmente el control del consejo de administración de Banorte, lo cierto es que este grupo financiero ha mantenido el día a día en las manos muy firmes de Alejandro Valenzuela y se convierte en un fuerte candidato para convertirse en la segunda institución del país.
Violencia
Siguen creciendo los actos de violencia en diferentes estados del país, con el pretexto de presionar a las autoridades o algo así por la desaparición de 43 jóvenes, probablemente asesinados, a cargo de José Luis Abarca, quien fuera presidente municipal de Iguala emanado del PRD, y un grupo de narcotraficantes.
Ayer individuos que robaron autobuses para viajar de diferentes puntos de Guerrero vandalizaron el centro comercial La Isla, en Acapulco, y tomaron el aeropuerto de ese lugar. Realizaron una serie de asaltos a transportes en la autopista del Sol. Estos hechos los hacen a unos días del fin de semana largo con motivo del aniversario de la Revolución Mexicana.
Primero. Los sindicatos de la industria aérea, especialmente ASPA de México, hicieron un ridículo histórico. Marchas, mítines y plantones exigiendo que no se diera la apertura de cielos, un tema que jamás estuvo en las mesas de negociación. No lo propuso ninguna empresa de Estados Unidos, nacional o alguno de los dos gobiernos.
Carlos Morineau se exhibió escandalosamente. Hizo su plantón en la Terminal 2 del AICM, su minimarcha y después hasta llenó de mantas el hotel sede de la reunión bilateral.
¿Qué buscaba? Tal vez cinco minutos de fama, puesto que generó tensión innecesaria no sólo en contra de la posición del gobierno mexicano sino de la empresa con la que tiene contrato colectivo. Si alguien perdió con el fin de las negociaciones sin acuerdo fue, precisamente, Aeroméxico.
Para la línea aérea que encabeza Eduardo Tricio era fundamental lograr la ATI (inmunidad antimopolio) para poder mejorar sus operaciones internacionales, lo que no sólo va en contra de los usuarios mexicanos sino de sus fuentes de trabajo.
Segundo. VivaAerobus, Interjet y Volaris asumieron una posición abiertamente beligerante y contraria al interés de la mayoría del gremio que también está integrado por empresas de capital extranjero que operan en el país.
En la columna que publicamos el 4 de noviembre la carta que envió la Canaero a la subsecretaria de transportes de la SCT, Yuriria Mascott Pérez, en la cual fija su posición a favor de la llamada inmunidad antimonopólica y en general del gobierno mexicano en la cual le adelantamos lo que para muchos fue sorpresa: Volaris, Interjet y VivaAerobus estaban en contra. Como anticipamos en este espacio ellos no firmaron la carta.
Tercero. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes también cometió una gran cantidad de errores. Pocos días antes de que iniciaran las negociaciones bilaterales Gerardo Ruiz Esparza realizó un ajuste en su equipo en el cual nombró a Mascott quien no demostró que no tenía todos los controles de la negociación.
Es claro que no tuvo tiempo para planchar las posiciones de las líneas aéreas con los fines que buscaba el gobierno. En todo momento durante las negociaciones el gobierno y los empresarios mexicanos se sintieron desconectados.
Es claro que todos los participantes en la industria mexicana de la aviación perdieron y se pusieron en una posición todavía más compleja.
En cuanto a Interjet respecto de las negociaciones del Tratado Bilateral de Transporte Aéreo México-Estados Unidos, la aerolínea precisa que está de acuerdo con la apertura, bajo los términos originalmente negociados, pero en contra de privilegiar monopolios.
Es decir, el gobierno no planteó negociar un tratado de “cielos abiertos” ni cabotaje, sino de abrir la conectividad aérea con Estados Unidos en beneficio del turismo, el comercio y el servicio público.
Pero la insistencia de Aeroméxico y su socio Delta para incorporar la inmunidad antimonopolio en el texto del tratado y en los documentos relacionados, así como la exigencia de ambas empresas de vincular esta figura a la entrada en vigor del nuevo tratado, atenta contra la competencia, contra los intereses de los consumidores mexicanos y condiciona un acuerdo soberano, que en vez de traer beneficio a los usuarios, se privilegiarían solamente intereses particulares.
¿Tranquilidad?
Las especulaciones sobre la eventual salida de Manuel Medina Mora de la copresidencia de Citi han comenzado a perder fuerza en la medida en que algunos de sus impulsores se dan cuenta que la guerra interna quizá pueda ayudar a uno o dos burócratas pero que dañaría, quizá irremediablemente, la operación de Banamex.
Es claro que existe un riesgo de que se mantenga la desbandada de funcionarios de los primeros niveles de este grupo. El viernes se hizo pública la renuncia de Eduardo Navarro a la dirección general de Accival, casa de bolsa del grupo financiero Banamex.
Hay quienes lo ven como una señal de que podría ocupar algún cargo dentro de la nueva administración de la Bolsa Mexicana de Valores. Algunos creen que podría ser su presidente y otros apuestan a que será el director general con Jaime Ruiz Sacristán en la presidencia del organismo.
La operación seek and destroy impulsada por Michael Corbat ha generado un clima muy complicado al interior de Banamex, puesto que saben que privó la injusticia y el error en que hubieran orillado a Javier Arrigunaga a la dirección general de ese grupo financiero y que la persecución en contra de Medina Mora está en la misma línea.
Sin embargo, ahí no terminan las malas noticias puesto que el clima al interior del grupo ha frenado su capacidad de competencia no sólo para buscar el primer lugar en las principales ramas de negocio que tiene Bancomer, presidido por Luis Robles, sino también para preservar su segundo lugar.
Mucho más allá de que en algún momento se normalizarán las relaciones entre los accionistas, toda vez que Juan González y Carlos Hank González han asumido totalmente el control del consejo de administración de Banorte, lo cierto es que este grupo financiero ha mantenido el día a día en las manos muy firmes de Alejandro Valenzuela y se convierte en un fuerte candidato para convertirse en la segunda institución del país.
Violencia
Siguen creciendo los actos de violencia en diferentes estados del país, con el pretexto de presionar a las autoridades o algo así por la desaparición de 43 jóvenes, probablemente asesinados, a cargo de José Luis Abarca, quien fuera presidente municipal de Iguala emanado del PRD, y un grupo de narcotraficantes.
Ayer individuos que robaron autobuses para viajar de diferentes puntos de Guerrero vandalizaron el centro comercial La Isla, en Acapulco, y tomaron el aeropuerto de ese lugar. Realizaron una serie de asaltos a transportes en la autopista del Sol. Estos hechos los hacen a unos días del fin de semana largo con motivo del aniversario de la Revolución Mexicana.
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