Estrepitosa caída de Peña Nieto en la lista Forbes de los más poderosos
La crisis detonada por el
caso Ayotzinapa pone en duda la capacidad del gobierno para hacer
frente a la violencia y ha provocado una demanda "masiva" de la renuncia
del mandatario, opina la revista.
Forbes apuntó que “la crisis política y social, detonada por la desaparición de 43 estudiantes, despertó serias dudas sobre la capacidad del gobierno de Enrique Peña Nieto de hacer frente al problema de violencia en el país”.
El presidente mexicano cayó 23 lugares en la Lista anual Forbes de las personas más poderosas del mundo, pasando hasta el sitio 60, cuando el año pasado estaba en el lugar 37.
Fue la caída más estrepitosa en la lista, junto al taiwanés Terry Gou, CEO de Hon Hai Precision, proveedor de Apple, quien bajó del puesto 48 al 71 en la lista.
Otro mexicano que aparece en la misma lista, el magnate Carlos Slim, también cayó, pero sólo dos puestos: del 14 al 12
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil y quien enfrentó este año una ola de protestas de ciudadanos en medio de la organización del Mundial de futbol, fue la segunda mandataria que tuvo una baja más sensible en la lista, después de Peña Nieto, cayendo del lugar 20 en 2013 al 31.
Forbes señaló en su lista, publicada el
miércoles 5 de noviembre y que lanza cada año desde 2009, que la
probable participación del ex alcalde de Iguala, detenido el martes, y
el descubrimiento de fosas comunes, “ha enfurecido a los mexicanos, lo que provocó una campaña masiva exigiendo la renuncia del presidente”.Forbes agregó que Peña Nieto prometió poner fin a la guerra contra las bandas criminales y revitalizar la economía.
Durante 2013, el gobierno propuso su agenda de reformas estructurales, que fueron aprobadas en el Congreso, para aumentar la competencia en diversos sectores y para atraer la inversión privada en petróleo y electricidad.
Pero el caso de los estudiantes desaparecidos de la escuela normalista del municipio de Ayotzinapa, Guerrero, más el de la ejecución de civiles presuntamente a manos del Ejército en Tlatlaya, Estado de México, desataron la crisis política más aguda que ha enfrentado hasta ahora en sus casi dos años de mandato.
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