viernes, 12 de diciembre de 2014

Jóvenes salieron engañados de la normal rural


Les Dijeron que irían a botear para la marcha del 2 de octubre, pero cuando ya los llevaban a Iguala les indicaron que debían impedir un acto político, revela el procurador Murillo Karam
Sólo Un joven sabía a dónde se dirigían y con qué fin; era el único que tenía pelo largo, los demás lo usaban corto, señala en entrevista en el programa Todo Personal
 
Los normalistas de Ayotzinapa desparecidos desde el 26 de septiembre, por policías municipales de Iguala y Cocula, al servicio del grupo criminal Guerreros Unidos, fueron llevados a Iguala con engaños.
Durante un interrogatorio con sus verdugos, el estudiante quien iba al mando del grupo reveló que dijo al resto de desaparecidos —la mayoría de primer ingreso—, que irían a botear a Chilpancingo para costear un viaje a la ciudad de México para participar en las marchas del 2 de octubre.
Sin embargo, los llevaron directamente a Iguala para sabotear un acto político del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, la consejera del PRD, María de los Ángeles Pineda Villa, quien aspiraba a la alcaldía de ese municipio.
Jesús Murillo Karam, procurador General de la República, reveló lo anterior en entrevista con Jorge Fernández Menéndez y Bibiana Belsasso, en el programa de televisión Todo Personal, de Canal 40.
Ahí, Murillo Karam reveló también que desde el inicio de la investigación de la PGR, solicitó ayuda a las autoridades de Estados Unidos, en particular del FBI, cuyo personal llegó a México los primeros días de octubre.
“Desde el principio le pedí al procurador de los Estados Unidos que nos ayudara con el FBI, nos mandaron un analista que lo primero que me dijo, ‘oiga es impresionante la cantidad de información que ya tienen’, mandaron un analista para poder darle un poco más de acomodo a la información y fuera más útil”, dijo.
Aseguró que aunque hay más de 80 personas detenidas la investigación no concluirá hasta que no se hayan detenido a todos los responsables y con lo que podría obtenerse evidencia para saber el paradero del resto de los normalistas.
Incluso, Murillo Karam advirtió que la investigación en Cocula —cuyo alcalde es acusado de ser corresponsable de la desaparición de los normalistas— aún no termina y podría haber más detenidos.
“Todavía estamos viendo mayores grados de responsabilidades de las autoridades”, dijo el funcionario.
Hay cosas que no se terminan de explicar primero.
¿Hubo enfrentamientos en Iguala?
Sí los hubo, tres, a ver. Él (el jefe de Guerreros Unidos) habla de un enfrentamiento que nosotros no hemos localizado. En un caso dice que un grupo de delincuentes lo señala ahí, no con policías. Señala incluso al grupo con el apodo que los llaman, pero no encontramos ni siquiera impactos de bala en el lugar, no encontramos nada que lo pueda asegurar. Después lo que pudiéramos llamar enfrentamiento, es un enfrentamiento muy disparejo, porque los alumnos de la Normal se defienden a pedradas y los policías les contestan con balas; es cuando se dan los primeros seis muertos.
Murillo dijo que luego de los enfrentamientos vinieron las aprehensiones y entrega de los normalistas a los criminales, lo que se convirtieron en desaparición forzada.
“Es la primera vez se utiliza la figura, aunque no está en nuestros códigos, pero es una figura internacional la desaparición forzada. No tengo problema para la consignación aunque no aparezca la figura, porque es más alta la consignación que estoy haciendo por homicidio calificado”, explicó.
¿Llegan varios de los jóvenes muertos (al basurero de Cocula)?
Sí, pero no sabemos por qué. Pudiera ser por asfixia, pudieron ir ya muertos. No sabemos, no hay cuerpos.
¿En la declaración tampoco…?
En la declaración, lo que dicen los autores materiales es que cuando ellos los bajan, algunos ya estaban muertos.
¿Qué hacían los jóvenes de primer ingreso de la Normal de Ayotzinapa a 200 kilómetros de su escuela en Iguala? Y la otra pregunta, por qué tanta saña?
Yo he dicho que no tengo ninguna evidencia de que los jóvenes normalistas sean parte de ninguna cuestión criminal. Lo corroboran las declaraciones de quienes estuvieron en el momento en que los interrogaba el jefe del grupo delincuencial, y ellos, después de un intenso interrogatorio, no pudieron decir más que lo que sabían. Alguno de ellos, por fin se para y dice: ‘bueno, el que nos trajo es éste, éste es el que sabe’. Paran al que sabe y empieza a decir primero que les dijo a los jóvenes que iban a Chilpancingo a botear para venir a una manifestación el 2 de octubre y que no llegaron a Chilpancingo se los llevaron directo a Iguala y les dijeron que iban a impedir que hubiera un evento político en el municipio y eso es lo que los jóvenes sabían, no sabían más, no tenían mayor información.
¿Salvo unos pocos todos eran chavos de primer ingreso?
En su enorme mayoría de primer ingreso, es otra pista muy importante porque cuando los autores materiales dicen que están buscando al que sabe es el único que tiene el pelo largo, lo demás eran pelones.
¿Qué es lo que viene en la investigación?
Localizar a todos.
¿Se puede establecer ya el caso, una especie de verdad jurídica?
Una relativa vedad jurídica hasta este momento no puedo determinar el número de quienes fueron asesinados y en algunos casos ni siquiera identificar la personalidad, por eso es tan importante continuar con las aprehensiones, por eso es tan importante detener a los autores materiales y a los intelectuales que manejaban desde lejos a los operadores, para tener una versión más completa por lo menos de lo que sucedió.
El procurador general de la República, Murillo Karam, insistió en que las investigaciones continúan y también están enfocadas no solo a funcionarios municipales, sino también estatales de Guerrero, aunque advirtió que no se procederá contra nadie que no se tengan pruebas.
“Ésta procuraduría o inventa se basa en hechos y por eso vamos a veces lo que parece despacio, pero a los investigadores que hemos investigado les parece muy rápida”, refirió el jefe de la política interna del país.

 

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