Premiados todos los jueces relacionados con Raúl Salinas (Primera Parte)
Escrito por Jenaro Villamil
Reportaje original publicado en Revista Proceso No. 1990.
Tras
19 años de litigios judiciales, Raúl Salinas de Gortari no sólo libró
todas y cada una de las acusaciones. Los propios jueces y magistrados
que conocieron del expediente en sus distintas instancias –la mayoría
radicados en el Estado de México- han sido premiados, desde que el
“hermano incómodo” salió de Almoloya de Juárez, el 14 de junio de 2005.
Los magistrados del Segundo Tribunal
Colegiado del Estado de México que lo liberaron, tras 10 horas de
deliberación fueron ascendiendo en los intrincados laberintos del Poder
Judicial.
El magistrado José Nieves Luna Castro
fue el responsable de elaborar el proyecto de sentencia que autorizó el
amparo contra la sentencia de 50 años de cárcel por la presunta autoría
intelectual de Raúl Salinas en el asesinato de su ex cuñado José
Francisco Ruiz Massieu.
Luna Castro, emparentado con la poderosa
familia Luna Ramos que ocupa posiciones centrales en la Suprema Corte
de Justicia y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, fue mencionado en 2009 como uno de los posibles aspirantes a
ocupar las vacantes que dejaron los ministros Genaro Góngora y Mariano
Azuela.
No logró la posición en el máximo
tribunal, pero es titular de la Unidad de Implementación de la Reforma
Penal, de Juicio de Amparo y Derechos Humanos del Consejo de la
Judicatura Federal. Bajo su mando estará el diseño de 44 centros de
justicia federal en todo el país, proyecto que asciende a más de 4 mil
millones de dólares.
Los otros dos magistrados que le dieron
el amparo a Raúl Salinas, Adalid Ambriz Landa y Manuel Baráibar
Constantino también fueron beneficiados por la fortuna. Baráibar fue uno
de los 35 aspirantes que se inscribieron en febrero de 2013 para ocupar
un puesto en el Consejo de la Judicatura Federal.
La bancada del PRI en el Senado apoyó a
Baráibar y a la magistrada Martha María del Carmen Hernández Alvarez, ex
subprocuradora del Estado de México durante el gobierno de Enrique Peña
Nieto, para ocupar un puesto en el Consejo de la Judicatura Federal.
Hernández fue la misma juez que preparó
la sentencia reciente del Tercer Tribunal Unitario del Distrito Federal
que consideró inocente a Raúl Salinas de Gortari del delito de
enriquecimiento ilícito por el orden de los 207 millones de pesos,
presuntamente desviados de la llamada “partida secreta” de la
presidencia de la República entre 1990 y 1994.
Durante las negociaciones de aquel
entonces en el Senado, el coordinador de la bancada del PRI, Emilio
Gamboa Patrón, defendió a toda costa a Martha María del Carmen Hernández
y, en segunda posibilidad, al propio Baráibar. Su argumento principal
en la Comisión de Justicia era que el consejero saliente era “posición
del PRI” y, por tanto, les correspondía a ellos designarlo.
En aquella ocasión, el PAN apoyó a Jorge
Zermeño como aspirante y el PRD a Leticia Bonifaz, ex consejera
jurídica durante el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard. Ni el PAN ni
el PRD aceptaron la posibilidad de Hernández Alvarez. Su principal
argumento fue el papel que esta ex subprocuradora jugó en el caso de la
niña Paulette.
Sin importar las objeciones, el pasado 7
de noviembre Peña Nieto nombró a Hernández Alvarez como nueva
integrante del Consejo de la Judicatura, en reemplazo de Daniel Cabeza
de Vaca. Ocupará el puesto hasta 2019. Es la primera mujer en ocupar uno
de los siete asientos de este organismo responsable de la
administración del Poder Judicial federal.
Vínculo con González Anaya
Hernández Alvarez trabajó bajo las
órdenes de Aberto Bazbaz Sacal, el efímero procurador del gobierno
peñista que acabó envuelto en el desprestigio por cambiar con unos
cuantos días de diferencia su dictamen del caso Paulette. Primero dijo
que “no hay duda que se trata de un homicidio” que involucraba a los
propios padres de la menor y luego resultó que fue la propia menor se
asfixió en el colchón de su propia cama, sin que nadie se hubiera dado
cuenta durante días.
Bazbaz también está vinculado a las
redes de poder de los Salinas. Formó parte del despacho jurídico que
compartió con David Korenfeld, ex secretario estatal del Agua durante el
gobierno estatal de Enrique Peña Nieto, y que participó en la defensa
del “hermano incómodo” del ex presidente.
Uno de los principales padrinos de
Bazbaz Sacal fue José Antonio González Anaya, actual director general
del Instituto Mexicano del Seguro Social, ex empleado y ex concuño de
Carlos Salinas de Gortari, ya que contrajo nupcias con Gabriela Gerard
Rivero, hermana de Ana Paula Gerard.
González Anaya, cuya capacidad como funcionario ha sido celebrada por el propio Salinas de Gortari en su libro México, un Paso Difícil a la Modernidad,
trabajó en 1991 como director de Análisis Económico en la Secretaría
Técnica de la Oficina de la Presidencia de la República, bajo las
órdenes de José Córdoba Montoya.
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