EE.UU. rechaza que el Gobierno de Turquía esté implicado en el contrabando de petróleo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tal como le acusa Rusia. "Los turcos han sido grandes socios (...) la idea que apunta a que el Gobierno turco está trabajando de alguna manera con EIIL es totalmente falsa", declaró el miércoles el coronel Steve Warren, portavoz de las operaciones en Irak de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Washington.
Los turcos han sido grandes socios (...) la idea que apunta a que el Gobierno turco está trabajando de alguna manera con EIIL es totalmente falsa", afirmó el coronel estadounidense Steve Warren, portavoz de las operaciones en Irak de la llamada coalición anti-EIIL.
En la misma jornada, el Ministerio ruso de Defensa presentó pruebas de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y su familia se están beneficiando del contrabando de crudo de Daesh. "Eso es absurdo y un poco ridículo. Rechazamos totalmente esa idea", agregó Warren durante la rueda de prensa semanal del Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) celebrada en Bagdad, capital iraquí.


Steve Warren
También el Departamento de Estado del país norteamericano reaccionó a través de su vocero, Mark Toner, a la acusación rusa contra el mandatario turco. Según Toner, Washington "niega que el Gobierno esté cooperando con el EIIL para transportar el petróleo". Sin bien reconoció que "existe" el transporte de crudo de la banda a través de la frontera sirio-turca. "Por eso pedimos a Turquía que cierre su frontera", prosiguió.
Las autoridades rusas han acusado recientemente a Turquía de financiar al
grupo EIIL
a través de la compra de petróleo. El presidente ruso,
Vladimir Putin, indicó
el lunes que
Turquía derribó el avión ruso Su-24
(el pasado 24 de noviembre) para proteger los suministros petroleros de Daesh.
Por su parte, Erdogan prometió que si se prueba la acusación de Putin, no se quedaría en el cargo y dimitiría.
Desde el inicio de la crisis siria en 2011, Ankara, un crítico y firme opositor al presidente sirio, Bashar al-Asad, brindó apoyo a los grupos armados con tal de provocar el derrocamiento del Gobierno de Damasco.
Este apoyo ha sido evidenciado en varias ocasiones por el diario Cumhuriyet, que reveló hace meses cómo la inteligencia turca enviaba cargamentos de municiones y explosivos a los insurgentes y facilitaba el paso de los radicales extranjeros a Siria.