Hay
días en que las noticias te quiebran el alma. Hoy ha sido uno de ellos
cuando he leído la noticia de que el gobierno conservador
de Dinamarca se ha puesto de acuerdo con el principal partido de
la oposición para garantizar una mayoría parlamentaria para el proyecto
de ley sobre la confiscación de objetos de valor de
los inmigrantes para financiar su acogida. Aprobada esa ley, el
gobierno autorizaría a la policía para buscar y confiscar objetos de
valor a los refugiados con el objetivo de cubrir los costes de la
acogida.
Me corta la respiración el leer con que tranquilidad el comisionado de Integración del Partido Conservador danés Naser Khader dice algo como: “Es inaceptable que los contribuyentes daneses tengan que pagar por los solicitantes de asilo que traigan riqueza con ellos”. Y me hiela la sangre la declaración del ministro de Justicia el cual afirma que sólo se les permitirá conservar “el dinero y objetos de valor necesarios para mantener un nivel de vida modesto”.
Entran ganas de quemar banderas, la danesa primero y la europea después. Entran ganas de llorar de rabia ante tanta falta de humanidad, empatia y alteridad.
No entraré en la cuestión del refugiado. Este país nuestro sufrió en sus carnes lo que significaba ser refugiado tras la Guerra Civil. El refugiado son los hombres y mujeres, de todas las edades y condiciones, arrojados de sus hogares por causas de conflictos provocados o auspiciados por otros. Son los parias, los marcados con la señal de caín, condenados a vagar, arrastrando consigo las cosas que consiguieron reunir en la huida.
Prefiero entrar en nuestra hipocresía. La de la grandilocuente Europa, la del maravilloso Occidente, acunado por un Sistema que cada vez nos devora con la misma ansiedad de un Saturno. Esta mañana he rebuscado información sobre el trafico de personas. El resultado es que la ONU tiene un protocolo, (Resolución 55/25 de la Asamblea General, de 15 de noviembre de 2000 Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional) por el cual lo define como (articulo 3a):
Por “tráfico ilícito de migrantes” se entenderá la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material;
Leyendo este articulo y cambiando las palabras ilícito por lícito e ilegal por legal la impresión es que el gobierno danés ha legalizado el tráfico legal, dado que autoriza la obtención de un beneficio financiero u otro beneficio de orden material a cambio de cubrir los costes de la acogida del refugiado. En realidad, lo que aprobará el parlamento danés será la legalización del tráfico de personas a través del Estado. Ni más, ni menos, pero además de una manera absolutamente infame como es utilizar a la Policia como matones para la confiscación/recaudación de los bienes de los refugiados.
El Sistema provoca las guerras. Las guerras generan refugiados. Los refugiados huyen de sus países a otros a cambio, en muchos casos del tráfico ilegal mediante pagos a la llamada Delincuencia Organizada. Estos países acaban acogiéndolos a cambio, también, de un beneficio y que puedan llevar una vida “modesta”. Lo cual a mi me suena a Delincuencia Legislada. El Sistema es perfecto. ¿Pero es humano?
“Ser o No ser” humano, esa es la cuestión.
Me corta la respiración el leer con que tranquilidad el comisionado de Integración del Partido Conservador danés Naser Khader dice algo como: “Es inaceptable que los contribuyentes daneses tengan que pagar por los solicitantes de asilo que traigan riqueza con ellos”. Y me hiela la sangre la declaración del ministro de Justicia el cual afirma que sólo se les permitirá conservar “el dinero y objetos de valor necesarios para mantener un nivel de vida modesto”.
Entran ganas de quemar banderas, la danesa primero y la europea después. Entran ganas de llorar de rabia ante tanta falta de humanidad, empatia y alteridad.
No entraré en la cuestión del refugiado. Este país nuestro sufrió en sus carnes lo que significaba ser refugiado tras la Guerra Civil. El refugiado son los hombres y mujeres, de todas las edades y condiciones, arrojados de sus hogares por causas de conflictos provocados o auspiciados por otros. Son los parias, los marcados con la señal de caín, condenados a vagar, arrastrando consigo las cosas que consiguieron reunir en la huida.
Prefiero entrar en nuestra hipocresía. La de la grandilocuente Europa, la del maravilloso Occidente, acunado por un Sistema que cada vez nos devora con la misma ansiedad de un Saturno. Esta mañana he rebuscado información sobre el trafico de personas. El resultado es que la ONU tiene un protocolo, (Resolución 55/25 de la Asamblea General, de 15 de noviembre de 2000 Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional) por el cual lo define como (articulo 3a):
Por “tráfico ilícito de migrantes” se entenderá la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material;
Leyendo este articulo y cambiando las palabras ilícito por lícito e ilegal por legal la impresión es que el gobierno danés ha legalizado el tráfico legal, dado que autoriza la obtención de un beneficio financiero u otro beneficio de orden material a cambio de cubrir los costes de la acogida del refugiado. En realidad, lo que aprobará el parlamento danés será la legalización del tráfico de personas a través del Estado. Ni más, ni menos, pero además de una manera absolutamente infame como es utilizar a la Policia como matones para la confiscación/recaudación de los bienes de los refugiados.
El Sistema provoca las guerras. Las guerras generan refugiados. Los refugiados huyen de sus países a otros a cambio, en muchos casos del tráfico ilegal mediante pagos a la llamada Delincuencia Organizada. Estos países acaban acogiéndolos a cambio, también, de un beneficio y que puedan llevar una vida “modesta”. Lo cual a mi me suena a Delincuencia Legislada. El Sistema es perfecto. ¿Pero es humano?
“Ser o No ser” humano, esa es la cuestión.
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