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Desaparición forzada de activista indígena, cruzada represiva impulsada desde el gobierno de EPN: Idelfonso López
Emma Martínez
Desaparición forzada de activista indígena, cruzada represiva impulsada desde el gobierno de EPN: Idelfonso López
(25
de marzo, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Fidencio Gómez Sántiz, es un
indígena chiapaneco, miembro de Frente Nacional de Lucha por el
Socialismo (FNLS), quien ha denunciado violaciones a derechos humanos en
contra de campesinos, incluidas desapariciones y ejecuciones
extrajudiciales, recientemente la del activista Héctor Sántiz López, a manos de un grupo paramilitar que se presume protegido del gobierno de la entidad, según información dada a conocer por Revolución TRESPUNTOCERO.
A esto se le sumaron otros esfuerzos organizativos, relacionados con la defensa de los derechos del pueblo El Carrizal, así también fue parte de la comisión que estuvo en la Ciudad de México para denunciar el intento de ejecución extrajudicial contra cinco de integrantes del FNLS el pasado 7 de noviembre en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.
El día 5 de marzo de 2016 entre las 15:00 y las 16:00 fue visto por última vez en la terminal de transporte Jet Ja, cerca del mercado local de Ocosingo, Chiapas; según su esposa e hijo ahí se despidieron de él y ellos se fueron a visitar a sus familiares. Sin embargo, aproximadamente diez minutos después de haberse despedido, su hijo intentó hacer una llamada telefónica para asegurarse si su padre había tomado sin contratiempos su transporte, pero ya no obtuvo respuesta.
Fidencio Gómez Sántiz se dirigiría al ejido Las Perlas, municipio de Altamirano donde tienen su domicilio, no llegó a su destino y se presume que tampoco tomó el transporte en el que viajaría. “Ahora la familia teme por su destino, por su seguridad y la de ellos. Un nuevo ataque en contra del FNLS, se consuma la desaparición forzada de uno de los miembros, de una de las organizaciones más atacadas por el gobierno en los últimos años, siendo de las principales defensoras de los pueblos indígenas.
Esa es la respuesta del Estado, para acallar las voces de lucha y protesta popular que ha llevado a cabo esta organización, no sólo en Chiapas sino en varios estados de la república en donde defienden los derechos más fundamentales de los pueblos más humillados y discriminados por el gobierno de derecha”, afirma a este medio el activista rural Idelfonso López López.
Agrega que, en Chiapas los grupos paramilitares tienen distintas estrategias, y bajo la protección gubernamental pueden ejecutar, desaparecer y torturar a defensores rurales que han evidenciado no solamente los ataques de dichos grupos, sino que han demostrado sus nexos con el gobierno estatal y las policías locales, que ante un acto de violencia en contra de civiles hacen caso omiso o pretenden no ‘poder’ llegar a tiempo.
Es por esto que la obligación de la presentación con vida del activista Fidencio Gómez es responsabilidad del gobierno federal y estatal, quienes deben tomar de manera inmediata las medidas necesarias para garantizar la seguridad e integridad física y psicológica del activista indígena y de sus familiares, iniciando su búsqueda inmediata y su presentación con vida, porque hasta el momento la acción de las autoridades es opaca”.
Por su parte el FNLS además de la presentación con vida del activista, han exigido, nuevamente, el desmantelamiento del grupo paramilitar “Los Petules”. Así como investigar y sancionar a los agentes estatales responsables de crear, financiar, entrenar y/o proteger a los paramilitares de dicho grupo.
“El FNLS ha tenido en su agenda propuesta para la problemática de las desapariciones forzadas, a partir de los ataques sufridos el 26 y 29 de septiembre contra los compañeros que integran el organismo; la desaparición forzada más reciente no es más que una política de terror contra luchadores sociales, organizaciones independientes y el pueblo en general, a través de las fuerzas policiaco-militares y paramilitares.
‘Los Petules’, no son más que el brazo armado de Velasco Coello, quienes han consumado masacres, secuestros, desapariciones en contra de los compañeros del FNLS, en definitiva una cruzada represiva que corresponde a la violenta política impulsada desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, en su intento por eliminar a la disidencia que en cada movimiento de lucha ha convencido cada vez más a una ciudadanía cansada y sumida en el hartazgo que el PRI sigue siendo el mismo PRI, con un títere distinto”, explica el activista.
El FNLS asegura que “Los Petules” han sido formados “con la franca intención de masacrar a nuestros compañeros del ejido El Carrizal, porque manejan armas de alto poder, sin que alguna autoridad alguna vez los haya detenido, aún cuando han sido denunciados y las autoridades conocen sus identidades”.
En Chiapas, puntualmente en El Carrizal, municipio de Ocosingo, en Chiapas, el paramilitarismo no es reciente, ya que su surgimiento fue en los años 90, gracias a Pedro López Rodríguez, “El Petul” quien empieza a conformar el grupo. En aquellos momentos solamente eran clasificados como delincuentes, quienes se dedicaban al asalto con armas de alto poder en la carretera San Cristóbal-Palenque, pero la policía federal asesinó al hermano del miembro fundador y dejaron ese tipo de delito para dedicarse de lleno al paramilitarismo.
Hoy, a decir por los pobladores de distintos puntos de Ocosingo, y otros municipios de Chiapas, dan cuenta que han sido víctimas del paramilitarismo de este grupo, que a su vez ha derivado en escuadrones de la muerte, desde finales de 2012, intensificando sus ataques a las poblaciones indígenas, quienes mueren o desaparecen sin que autoridades estatales ofrezcan algún tipo de estrategia de combate.
A esto se le sumaron otros esfuerzos organizativos, relacionados con la defensa de los derechos del pueblo El Carrizal, así también fue parte de la comisión que estuvo en la Ciudad de México para denunciar el intento de ejecución extrajudicial contra cinco de integrantes del FNLS el pasado 7 de noviembre en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.
El día 5 de marzo de 2016 entre las 15:00 y las 16:00 fue visto por última vez en la terminal de transporte Jet Ja, cerca del mercado local de Ocosingo, Chiapas; según su esposa e hijo ahí se despidieron de él y ellos se fueron a visitar a sus familiares. Sin embargo, aproximadamente diez minutos después de haberse despedido, su hijo intentó hacer una llamada telefónica para asegurarse si su padre había tomado sin contratiempos su transporte, pero ya no obtuvo respuesta.
Fidencio Gómez Sántiz se dirigiría al ejido Las Perlas, municipio de Altamirano donde tienen su domicilio, no llegó a su destino y se presume que tampoco tomó el transporte en el que viajaría. “Ahora la familia teme por su destino, por su seguridad y la de ellos. Un nuevo ataque en contra del FNLS, se consuma la desaparición forzada de uno de los miembros, de una de las organizaciones más atacadas por el gobierno en los últimos años, siendo de las principales defensoras de los pueblos indígenas.
Esa es la respuesta del Estado, para acallar las voces de lucha y protesta popular que ha llevado a cabo esta organización, no sólo en Chiapas sino en varios estados de la república en donde defienden los derechos más fundamentales de los pueblos más humillados y discriminados por el gobierno de derecha”, afirma a este medio el activista rural Idelfonso López López.
Agrega que, en Chiapas los grupos paramilitares tienen distintas estrategias, y bajo la protección gubernamental pueden ejecutar, desaparecer y torturar a defensores rurales que han evidenciado no solamente los ataques de dichos grupos, sino que han demostrado sus nexos con el gobierno estatal y las policías locales, que ante un acto de violencia en contra de civiles hacen caso omiso o pretenden no ‘poder’ llegar a tiempo.
Es por esto que la obligación de la presentación con vida del activista Fidencio Gómez es responsabilidad del gobierno federal y estatal, quienes deben tomar de manera inmediata las medidas necesarias para garantizar la seguridad e integridad física y psicológica del activista indígena y de sus familiares, iniciando su búsqueda inmediata y su presentación con vida, porque hasta el momento la acción de las autoridades es opaca”.
Por su parte el FNLS además de la presentación con vida del activista, han exigido, nuevamente, el desmantelamiento del grupo paramilitar “Los Petules”. Así como investigar y sancionar a los agentes estatales responsables de crear, financiar, entrenar y/o proteger a los paramilitares de dicho grupo.
“El FNLS ha tenido en su agenda propuesta para la problemática de las desapariciones forzadas, a partir de los ataques sufridos el 26 y 29 de septiembre contra los compañeros que integran el organismo; la desaparición forzada más reciente no es más que una política de terror contra luchadores sociales, organizaciones independientes y el pueblo en general, a través de las fuerzas policiaco-militares y paramilitares.
‘Los Petules’, no son más que el brazo armado de Velasco Coello, quienes han consumado masacres, secuestros, desapariciones en contra de los compañeros del FNLS, en definitiva una cruzada represiva que corresponde a la violenta política impulsada desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, en su intento por eliminar a la disidencia que en cada movimiento de lucha ha convencido cada vez más a una ciudadanía cansada y sumida en el hartazgo que el PRI sigue siendo el mismo PRI, con un títere distinto”, explica el activista.
El FNLS asegura que “Los Petules” han sido formados “con la franca intención de masacrar a nuestros compañeros del ejido El Carrizal, porque manejan armas de alto poder, sin que alguna autoridad alguna vez los haya detenido, aún cuando han sido denunciados y las autoridades conocen sus identidades”.
En Chiapas, puntualmente en El Carrizal, municipio de Ocosingo, en Chiapas, el paramilitarismo no es reciente, ya que su surgimiento fue en los años 90, gracias a Pedro López Rodríguez, “El Petul” quien empieza a conformar el grupo. En aquellos momentos solamente eran clasificados como delincuentes, quienes se dedicaban al asalto con armas de alto poder en la carretera San Cristóbal-Palenque, pero la policía federal asesinó al hermano del miembro fundador y dejaron ese tipo de delito para dedicarse de lleno al paramilitarismo.
Hoy, a decir por los pobladores de distintos puntos de Ocosingo, y otros municipios de Chiapas, dan cuenta que han sido víctimas del paramilitarismo de este grupo, que a su vez ha derivado en escuadrones de la muerte, desde finales de 2012, intensificando sus ataques a las poblaciones indígenas, quienes mueren o desaparecen sin que autoridades estatales ofrezcan algún tipo de estrategia de combate.
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