viernes, 25 de marzo de 2016

Tijuana es una fosa gigante, un cuarto de seguridad donde se tortura y un amplio campo propicio para desapariciones forzadas


revoluciontrespuntocero.com

Tijuana es una fosa gigante, un cuarto de seguridad donde se tortura y un amplio campo propicio para desapariciones forzadas

Emma Martínez
Tijuana es una fosa gigante, un cuarto de seguridad donde se tortura y un amplio campo propicio para desapariciones forzadas
(25 de marzo, 2016.RevoluciónTRESPUNTOCERO).- “Tijuana es una fosa gigante casi a diario, también un cuarto de seguridad donde se tortura y un amplio campo propicio para desapariciones forzadas. Es decir, somos los principales consumidores de violencia, la cual padecemos en carne propia, sin que a cualquier autoridad le interese. Por lo tanto, somos ciudadanos de segunda que deben solamente desear no morir en un asalto, un secuestro o un levantamiento. Nuestras vidas no están encomendadas a la seguridad pública a la que se le está pagando impuestos, sino a la ‘suerte’ de no atravesarse en un fuego cruzado o el delincuente no entre a tu casa o camine por donde tú lo haces”, afirma a RevoluciónTRESPUNTOCERO, la experta en seguridad pública, Leticia Montes.
Según información por parte del Índice de Incidencia Delictiva elaborado por el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, en febrero se registraron 8 mil 66 delitos en Baja California, siendo Tijuana la zona que ocupó el primer lugar con 3 mil 224, seguido de Mexicali con 3 mil 89, y el tercer lugar fue para Ensenada con mil 170.
De los delitos denunciados en la Procuraduría General de Justicia en el Estado, 75% corresponde a delitos que por la manera en la que se desarrollaron, pueden ser prevenibles o atacados por las corporaciones policiacas.
Las zonas con mayor incidencia delictiva en el segundo mes de 2016 fueron: el Centro, Zona Urbana Río Tijuana, Camino Verde, Mariano Matamoros Norte, Pípila, Libertad, Villa Fontana l, El Refugio, Nueva Tijuana, Río Tijuana Tercera  Etapa.
“Las policías bien podrían prevenir la violencia en muchas ocasiones, ya sea robos, secuestros y secuestros exprés, así como extorsiones, pero no han sabido o no han querido cumplir con sus funciones, en ocasiones por desinterés e indiferencia o por colusión con las bandas delincuenciales.
Por su parte los militares y marinos deberían prevenir levantones, ejecuciones extrajudiciales y tortura, pero son precisamente ellos los que en gran cantidad de ocasiones las cometen en contra de civiles que tienen elementos suficientes para presumirse inocentes, y que finalmente son convertidos en falsos positivos, cuando las autoridades creen en el testimonio de un elemento, sin realizar una investigación a profundidad. El problema de Baja California, y puntualmente de Tijuana, es que estamos cuidándonos y resguardando la seguridad de nuestras familias, esperando no ser atacados por el gobierno o delincuentes”, afirma la especialista.
Montes afirma que dicha ola de violencia, que desde el año pasado se ha ido incrementando, ha afectado a toda la ciudadanía en general, ya sea por la inseguridad y el estrés derivado de las constantes acciones de los grupos delincuenciales, así como en el ámbito económico.
“Venimos de un año sumamente violento, donde las ejecuciones se daban en cualquier sitio y a cualquier hora, a eso se le debe sumar el hallazgo de cabezas y restos humanos visibles a cualquier momento del día, aun cuando el gobierno local, estatal y municipal negaran se estábamos y seguimos estando en medio de un estado de sitio.
Lo que trajo una imagen negativa y se le catalogó como una entidad peligrosa, principalmente para los empresarios que estaban dispuestos a la inversión, lo que ha derivado en la afectación del crecimiento económico, la imagen y las posibilidad de dar paso a empresas que buscaran en algún momento estabilidad dentro de la entidad, lo cual hasta el momento no es una posibilidad.
Es innegable que la violencia y la inseguridad sí están teniendo un impacto importante en el crecimiento de la economía a nivel estatal y nacional. Pero además de ponerle una barrera a la parte de inversión, se incrementan los costos de operación, lo que podría ocasionar el cierre de comercios o disminuir el número de turistas extranjeros que visiten la entidad, sin dejar de contar que Estados Unidos ha pedido que no se viaje a esta parte de la frontera del país”, comenta la especialista.
La realidad, a decir por la especialista, es que “el crimen y varias de sus ramas se han desbordado, sobrepasando la capacidad de las instituciones para controlarlo, lo cual se ha convertido en el principal problema de la entidad, desde la llegada de Felipe Calderón al poder, intensificándose con el regreso del PRI, no porque los soldados o marinos estén combatiéndolos y los delincuentes defendiéndose, sino porque nos han dejado en el total desamparo y en muchas ocasiones, han solapado al crimen, incluso, al grado de crear falsos positivos para proteger a los criminales, ya sea porque los tienen amenazados a los elementos o porque se encuentran dentro de las nóminas de los cárteles o alguna de sus ramas.
El avance de la inseguridad pública es reflejo de la impunidad con la que opera la delincuencia organizada. Y aunque desde hace años este pasó a ser una problemática urgente de atender por parte del Estado, se sigue haciendo caso omiso, lo cual es de sumo riesgo, por su cercanía con la frontera, estamos hablando de un problema de seguridad nacional que a ninguna autoridad le preocupa”.
Asegura que mientras los civiles son asaltados o asesinados, el crimen organizado dispone de armamento sofisticado, utiliza tecnología de punta, tiene a su servicio a profesionistas experimentados que trabajan en distintas áreas, asesina, secuestra y tortura sociedad inocente, “pero la impunidad sigue presente enBaja California, porque desafortunadamente, los criminales también tienen los recursos para comprar funcionarios, organizaciones y ciudadanos”.

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