John Kerry visitó por sorpresa Afganistán y llamó a los talibanes a dialogar con el gobierno de Ashraf Ghani
En
un intento por cerrar un conflicto que se remonta al año 2001, el
secretario de Estado de EEUU pidió negociaciones con el grupo islamista.
Tras su partida del país asiático, se registró una serie de explosiones
en la capital
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llamó este sábado a los talibanes a unirse al proceso de paz con el gobierno afgano en una visita sorpresa a Kabul destinada a mostrar el apoyo de Washington a este ejecutivo.
Poco después de que el estadounidense dejara el país, una serie de explosiones se escucharon en la zona diplomática de la capital, aunque las autoridades no pudieron dar cuenta de la naturaleza de lo ocurrido. Por el momento, tampoco se reportaron heridos.
“Escuchamos una serie de explosiones, pero no sabemos qué pudo haberlas causado”, dijo a la AFP un oficial de la policía bajo condición de anonimato.
“Escuchamos una serie de explosiones, pero no sabemos qué pudo haberlas causado”
La visita de Kerry se produce en un momento en el que Kabul trata de llevar a los insurgentes talibanes a la mesa de negociaciones para poner fin a un conflicto que desgarra el país desde 2001. Pero los islamistas rechazan cualquier diálogo directo mientras no se cumplan sus condiciones, que incluyen la salida del contingente de 13.000 soldados extranjeros presentes en Afganistán.
“Hemos
hablado de nuestro objetivo común, que es iniciar negociaciones de paz
con los talibanes”, declaró Kerry tras reunirse con el presidente afgano
Ashraf Ghani. “Llamamos a los talibanes a entrar en un proceso de paz”, añadió.
Además de Ghani, Kerry se entrevistó con su número dos, Abdulá Abdulá. El secretario de Estado, muy implicado desde hace años en el proceso político de este país, manifestará también “su apoyo a los esfuerzos del gobierno afgano para poner fin al conflicto en Afganistán, gracias a un proceso de paz y de reconciliación con los talibanes”, señaló el vocero del Departamento de Estado, John Kirby.
Antes de viajar a Kabul,
Kerry había realizado esta semana otra visita sorpresa a Irak, donde el
viernes prometió aumentar la presión sobre el grupo yihadista Estado
Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), en una muestra de apoyo
al gobierno iraquí. Esta visita era la primera que realizaba a este país
desde 2014.
“Hemos hablado de nuestro objetivo común, que es iniciar negociaciones de paz con los talibanes”
Estados Unidos retiró el grueso de sus tropas de Afganistán y mantiene allí a unos 9.800 soldados. Ambos
países tienen un “acuerdo de asociación estratégica”, y cuentan con una
comisión bilateral que se reunirá el sábado para hablar de “seguridad, defensa, democracia, gobernanza, desarrollo económico y social”, en palabras de Kirby.
A nivel político,
las elecciones legislativas están programadas para el 15 de octubre,
más de un año después de la expiración del mandato de los 249 diputados.
El importante retraso se debe a la insurrección talibán, que hace temer
seriamente por la seguridad de los electores y los organizadores.
Además sigue habiendo un desacuerdo profundo entre Ghani y Abdulá sobre la forma de organizar las elecciones tras la presidencial de 2014.
Los
dos políticos reivindicaron la victoria durante tres meses, hasta
acordar un reparto de poder, gracias a la mediación de Kerry.
Sin embargo, persisten las fricciones en el seno del ejecutivo afgano. Varios
ministros renunciaron a sus cargos debido a los profundos desacuerdos
entre Ghani y Abdulá. Entre ellos, figuraba la elección como ministro
del Interior de Noor ul-Haq Ulumi, que dimitió en febrero. Su sucesor,
Taj Mohammed Jahid, fue confirmado este sábado por los parlamentarios de
Cámara baja.
Resistencia talibán
Después de
18 meses de gobierno de unidad, “no hay duda de que hay desafíos.
Desafíos políticos y desafíos relacionados con la resistencia de (…) los
talibanes”, comentó por su lado el representante especial de Estados Unidos para Pakistán y Afganistán, Richard Olson.
A principios de marzo los talibanes afganos rehusaron participar en las negociaciones de paz directas con el gobierno de Kabul,
frustrando las esperanzas de este ejecutivo de resolver un conflicto
que dura ya más de 14 años y ha dejado decenas de miles de víctimas.
Este rechazo ha enfriado las expectativas del gobierno afgano y de sus socios chino, estadounidense y paquistaní que
esperaban asistir a una reanudación del diálogo, en momentos en que, en
cambio, los combates proliferan en todo el país y que la “ofensiva de
primavera” de los talibanes se espera se inicie en las próximas semanas.
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