La crisis asiática del agua en la sombra de la guerra nuclear (1ª parte)
La
decisión del gobierno indio de abandonar unilateralmente el “Tratado de
Aguas de Indo” (TAI) de 1960, impactó a Pakistán ya que no pudo
construir embalses en los ríos en la ribera baja. Esta acción india
inesperada llegó después del ataque de Uri sobre soldados indios en
cachemira. De hecho, el gobierno de Modi en Nueva Delhi está tomando
cada paso para aislar y aterrorizar a Pakistán en respuesta al reciente
esfuerzo diplomático de Islamabad para enfatizar el tema de Cachemira.
India también se ha enfurecido por la construcción de miles de embalses
por China en la meseta tibetana, aguas arriba de las llanuras del
Indo-Ganges. India públicamente considera los embalses río arriba de
China como un arma hídrica contra India. Por tanto, la diplomacia
hídrica actual de India da a entender que India está intentando unir a
las naciones asiáticas “de aguas abajo” para forzar a Beijing a la firma
de un tratado transfronterizo de reparto hídrico para contrarrestar sus
políticas de embalses masivos. El acto de India de revocar el TAI es
parte de este esfuerzo por presionar diplomáticamente a Beijing para que
sea acelerado un nuevo tratado hídrico en la región.
El agua como un arma de doble filo
El control hídrico en un área aguas arriba podría
ser usado como un arma de doble filo contra los países de aguas abajo.
El escenario geopolítico actual en el sur de Asia puede describir
fácilmente cómo los países aguas arriba están usando esto en la práctica
humana contra países de aguas abajo. Ya que China está construyendo
embalses en los recursos de agua dulce en Tíbet, la misma India está
trabajando en cientos de proyectos hidroeléctricos y embalses en
Cachemira sobre ríos pakistaníes. Desgraciadamente, India tiene el
control primario de todos los 6 ríos de la cuenca del indo que
proporcionan ventajas estratégicas a India contra Pakistán justo como el
control chino sobre las aguas de la meseta tibetana proporcionan
ventajas estratégicas a Beijing contra otras naciones asiáticas.
Históricamente, la primera vez que India usó el
arma hídrica acaeció tras el nacimiento de Pakistán a fecha del 1 de
abril de 1948, y detuvo el suministro de agua desde todos los canales
que fluyen desde India a Pakistán. Tras las continuas protestas de
Pakistán, India acordó un convenio interino con Pakistán a fecha del 4
de mayo de 1948, pero una solución permanente llegó en septiembre de
1960, cuando ambos países firmaron un acuerdo conocido como el Tratado
de Aguas del Indo. Según este tratado, Pakistán obtuvo derechos
exclusivos sobre los tres ríos occidentales, a saber: Indo, Jhelum y
Chenab, mientras que India retenía derechos sobre los ríos orientales, a
saber: Ravi, Beas y Sutluj.
Desgraciadamente, India no solamente
construyó mega-embalses en ríos pakistaníes tales como el Indo, Chenab y
Jhelum, sino que también está trabajando para desviar ríos pakistaníes a
India a través de túneles enormes.
El impacto de los embalses indios en Jammu y Cachemira sobre Pakistán
Fue India quien prácticamente rompió el tratado
mediante la construcción disputada de embalses en los ríos pakistaníes
ocupados en Cachemira. De hecho, India está trabajando en una estrategia
para dejar inútil el sistema de canales Pakistán, destruir la
agricultura pakistaní, que es la columna vertebral del país, y convertir
a Pakistán en un desierto. India no tiene derechos especiales en el
río Chenab, pero ha construido 14 plantas hidroeléctricas y está
construyendo más proyectos energéticos que serán capaces de bloquear
todo el flujo hídrico del Chenab durante 20-25 días. Esta política de
embalses en el río occidental Chenab, es una violación flagrante del
tratado y proporciona ventajas estratégicas a India contra Pakistán,
pues estos embalses han proporcionado a la India la oportunidad de usar
el agua como arma de destrucción masiva a través de la liberación de
enormes cantidades de agua río abajo, no solamente causando daños a los
cultivos sembrados, sino también rompiendo el sistema de canales. El río
Chenab proporciona agua a 21 canales e irriga unos 7 millones de acres
de tierra agrícola en la provincia del Punjab pakistaní.
Aunque el tratado restringía a India de construir
puertas para tirar el cieno fuera de sus embalses, ha construido puertas
en los ríos Chenab y Jhelum. Aquellas puertas en embalses incrementan
la manipulación india del flujo del río, del cual la presa de Baglihar
en el Chenab es un ejemplo. Cuando India eligió llenar el Baghlihar,
como hizo exactamente en un momento cuando el llenado causó máximo daño a
los granjeros pakistaníes. Según un informe, “el almacenamiento de agua
en el embalse de Baglihar, redujo el flujo de agua durante el periodo
de siembra de agosto a octubre y afectó gravemente al sector agrícola
pakistaní. Pakistán perdió cientos de cusec [pies cúbicos por segundo];
los granjeros no pudieron regar sus campos debido a la carestía de agua,
y en consecuencia, más de 3.5 millones de tramos agrícolas fueron
dejados en yermo. El algodón, cosechas en arrozales de arroz basmati de
temporada Jarif en Punjab que estaban maduros, fueron muy afectados
debido a la ausencia de agua”.
Mientras tanto en el embalse indio de
“Chutak” en el río Suru (un importante afluente del río Indo en la
cachemira india) se ha convertido también en una amenaza directa al lado
pakistaní de la Ruta de la Seda (autopista de Karakorum, también
conocida como AKK, KKH en inglés). En el caso de un colapso de embalse o
liberación deliberada de una gran cantidad de agua, la AKK entre Basham
y Jaglot estaría inundada, lo que también es peligroso para embalse de
Bhasha propuesto por Pakistán. Esto también podría sumergir la ciudad de
Skardu (una ciudad norteña de Pakistán) y su aeropuerto.
Además de los ríos Chenab y Jhelum, India también
está trabajando en embalses en el río indo que pueden ser descritas como
una amenaza directa a la agricultura pakistaní, porque es uno de los
ríos más largos del mundo que fluye desde la meseta tibetana y atraviesa
400 km a través de China y unos 300 km en la Ladaj india y entonces
entra en Pakistán con un total de longitud de 3.200 km. Todos los ríos
que fluyen en Pakistán se encuentran con este poderoso río Indo
alcanzando su desembocadura en el mar arábico.
Un estudio reciente titulado “Montañas de
hormigón: Construcción de embalses en el Himalaya”, advierte que
Pakistán está al borde del desastre hídrico. Está la posibilidad de que
su agua pudiera caer por debajo de los 800 metros cúbicos per cápita
anualmente para 2020 desde los actuales 1.200 metros cúbicos. Justo hace
60 años, 5.000 metros cúbicos de agua estaban disponibles para cada
ciudadano pakistaní.
Una cuestión de supervivencia para Pakistán
A diferencia de India, Pakistán es altamente
dependiente de la agricultura y el sistema de irrigación único del río
Indo. Pakistán es dependiente al 80% de esta irrigación. No hay duda que
la agricultura es el pilar de la economía pakistaní, ya que supone el
21% del PIB y, junto con los productos agrícolas, extrae el 80% de las
ganancias totales en exportaciones del país. Más del 48% de la mano de
obra está dedicada a este sector. Por tanto, siendo un país agrario, las
cuestiones hídricas de Pakistán con India son justo tan importantes
como las resoluciones de la ONU sobre la cuestión de Cachemira. De
hecho, ambos están interconectados, ya que Cachemira es el sustento para
Pakistán. De aquí el motivo a las tres guerras entre India y Pakistán
que han sido disputadas sobre el control de Cachemira y sus reservas
hídricas.
Pakistán ha alzado su voz contra la
política de embalses india sobre la Cachemira ocupada en cuanto al agua
pakistaní. India ya ha construido de 50 a 60 proyectos de medio tamaño y
planea más de 100. Esta política india muestra que India quiere
bloquear cada gota de agua pakistaní.
Por tanto, la resolución de la cuestión hídrica
debería ser parte integrante de cualquier proceso de normalización entre
India y Pakistán. Los proyectos hidroeléctricos de: ‘Dul Hasti’,
‘Salal’, ‘Uri’ I y II, Kishanganga; los embalses de Baglihar, bursar,
Kirthai, Sawalkot, Nimoo Bazgo, Dumjar y Chutak, y la presa de Willar,
son embalses y proyectos disputados entre Pakistán e India y todos están
construidos sobre ríos occidentales a los que Pakistán tiene derechos
exclusivos.
Tras la amenaza india de revocar el tratado
hídrico, Pakistán también debería haber mirado más allá del TAI, porque
India ya lo ha violado a través de la construcción de embalses
disputados en aguas pakistaníes. El proceso de arbitraje del Banco
Mundial debería reactivarse para detener inmediatamente la construcción
de embalses disputados en los ríos Indo, Chenab y Jhelum.
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