viernes, 21 de octubre de 2016

La crisis asiática del agua en la sombra de la guerra nuclear (1ª parte)

La crisis asiática del agua en la sombra de la guerra nuclear (1ª parte)



La decisión del gobierno indio de abandonar unilateralmente el “Tratado de Aguas de Indo” (TAI) de 1960, impactó a Pakistán ya que no pudo construir embalses en los ríos en la ribera baja. Esta acción india inesperada llegó después del ataque de Uri sobre soldados indios en cachemira. De hecho, el gobierno de Modi en Nueva Delhi está tomando cada paso para aislar y aterrorizar a Pakistán en respuesta al reciente esfuerzo diplomático de Islamabad para enfatizar el tema de Cachemira. India también se ha enfurecido por la construcción de miles de embalses por China en la meseta tibetana, aguas arriba de las llanuras del Indo-Ganges. India públicamente considera los embalses río arriba de China como un arma hídrica contra India. Por tanto, la diplomacia hídrica actual de India da a entender que India está intentando unir a las naciones asiáticas “de aguas abajo” para forzar a Beijing a la firma de un tratado transfronterizo de reparto hídrico para contrarrestar sus políticas de embalses masivos. El acto de India de revocar el TAI es parte de este esfuerzo por presionar diplomáticamente a Beijing para que sea acelerado un nuevo tratado hídrico en la región.
El agua como un arma de doble filo
El control hídrico en un área aguas arriba podría ser usado como un arma de doble filo contra los países de aguas abajo. El escenario geopolítico actual en el sur de Asia puede describir fácilmente cómo los países aguas arriba están usando esto en la práctica humana contra países de aguas abajo. Ya que China está construyendo embalses en los recursos de agua dulce en Tíbet, la misma India está trabajando en cientos de proyectos hidroeléctricos y embalses en Cachemira sobre ríos pakistaníes. Desgraciadamente, India tiene el control primario de todos los 6 ríos de la cuenca del indo que proporcionan ventajas estratégicas a India contra Pakistán justo como el control chino sobre las aguas de la meseta tibetana proporcionan ventajas estratégicas a Beijing contra otras naciones asiáticas.
Históricamente, la primera vez que India usó el arma hídrica acaeció tras el nacimiento de Pakistán a fecha del 1 de abril de 1948, y detuvo el suministro de agua desde todos los canales que fluyen desde India a Pakistán. Tras las continuas protestas de Pakistán, India acordó un convenio interino con Pakistán a fecha del 4 de mayo de 1948, pero una solución permanente llegó en septiembre de 1960, cuando ambos países firmaron un acuerdo conocido como el Tratado de Aguas del Indo. Según este tratado, Pakistán obtuvo derechos exclusivos sobre los tres ríos occidentales, a saber: Indo, Jhelum y Chenab, mientras que India retenía derechos sobre los ríos orientales, a saber: Ravi, Beas y Sutluj.
Desgraciadamente, India no solamente construyó mega-embalses en ríos pakistaníes tales como el Indo, Chenab y Jhelum, sino que también está trabajando para desviar ríos pakistaníes a India a través de túneles enormes.
El impacto de los embalses indios en Jammu y Cachemira sobre Pakistán
Fue India quien prácticamente rompió el tratado mediante la construcción disputada de embalses en los ríos pakistaníes ocupados en Cachemira. De hecho, India está trabajando en una estrategia para dejar inútil el sistema de canales Pakistán, destruir la agricultura pakistaní, que es la columna vertebral del país, y convertir a Pakistán en un desierto.  India no tiene derechos especiales en el río Chenab, pero ha construido 14 plantas hidroeléctricas y está construyendo más proyectos energéticos que serán capaces de bloquear todo el flujo hídrico del Chenab durante 20-25 días. Esta política de embalses en el río occidental Chenab, es una violación flagrante del tratado y proporciona ventajas estratégicas a India contra Pakistán, pues estos embalses han proporcionado a la India la oportunidad de usar el agua como arma de destrucción masiva a través de la liberación de enormes cantidades de agua río abajo, no solamente causando daños a los cultivos sembrados, sino también rompiendo el sistema de canales. El río Chenab proporciona agua a 21 canales e irriga unos 7 millones de acres de tierra agrícola en la provincia del Punjab pakistaní.
Aunque el tratado restringía a India de construir puertas para tirar el cieno fuera de sus embalses, ha construido puertas en los ríos Chenab y Jhelum. Aquellas puertas en embalses incrementan la manipulación india del flujo del río, del cual la presa de Baglihar en el Chenab es un ejemplo. Cuando India eligió llenar el Baghlihar, como hizo exactamente en un momento cuando el llenado causó máximo daño a los granjeros pakistaníes. Según un informe, “el almacenamiento de agua en el embalse de Baglihar, redujo el flujo de agua durante el periodo de siembra de agosto a octubre y afectó gravemente al sector agrícola pakistaní. Pakistán perdió cientos de cusec [pies cúbicos por segundo]; los granjeros no pudieron regar sus campos debido a la carestía de agua, y en consecuencia, más de 3.5 millones de tramos agrícolas fueron dejados en yermo. El algodón, cosechas en arrozales de arroz basmati de temporada Jarif en Punjab que estaban maduros, fueron muy afectados debido a la ausencia de agua”.
Mientras tanto en el embalse indio de “Chutak” en el río Suru (un importante afluente del río Indo en la cachemira india) se ha convertido también en una amenaza directa al lado pakistaní de la Ruta de la Seda (autopista de Karakorum, también conocida como AKK, KKH en inglés). En el caso de un colapso de embalse o liberación deliberada de una gran cantidad de agua, la AKK entre Basham y Jaglot estaría inundada, lo que también es peligroso para embalse de Bhasha propuesto por Pakistán. Esto también podría sumergir la ciudad de Skardu (una ciudad norteña de Pakistán) y su aeropuerto.
Además de los ríos Chenab y Jhelum, India también está trabajando en embalses en el río indo que pueden ser descritas como una amenaza directa a la agricultura pakistaní, porque es uno de los ríos más largos del mundo que fluye desde la meseta tibetana y atraviesa 400 km a través de China y unos 300 km en la Ladaj india y entonces entra en Pakistán con un total de longitud de 3.200 km. Todos los ríos que fluyen en Pakistán se encuentran con este poderoso río Indo alcanzando su desembocadura en el mar arábico.
Un estudio reciente titulado “Montañas de hormigón: Construcción de embalses en el Himalaya”, advierte que Pakistán está al borde del desastre hídrico. Está la posibilidad de que su agua pudiera caer por debajo de los 800 metros cúbicos per cápita anualmente para 2020 desde los actuales 1.200 metros cúbicos. Justo hace 60 años, 5.000 metros cúbicos de agua estaban disponibles para cada ciudadano pakistaní.
Una cuestión de supervivencia para Pakistán
A diferencia de India, Pakistán es altamente dependiente de la agricultura y el sistema de irrigación único del río Indo. Pakistán es dependiente al 80% de esta irrigación. No hay duda que la agricultura es el pilar de la economía pakistaní, ya que supone el 21% del PIB y, junto con los productos agrícolas, extrae el 80% de las ganancias totales en exportaciones del país. Más del 48% de la mano de obra está dedicada a este sector. Por tanto, siendo un país agrario, las cuestiones hídricas de Pakistán con India son justo tan importantes como las resoluciones de la ONU sobre la cuestión de Cachemira. De hecho, ambos están interconectados, ya que Cachemira es el sustento para Pakistán. De aquí el motivo a las tres guerras entre India y Pakistán que han sido disputadas sobre el control de Cachemira y sus reservas hídricas.
Pakistán ha alzado su voz contra la política de embalses india sobre la Cachemira ocupada en cuanto al agua pakistaní. India ya ha construido de 50 a 60 proyectos de medio tamaño y planea más de 100. Esta política india muestra que India quiere bloquear cada gota de agua pakistaní. 
Por tanto, la resolución de la cuestión hídrica debería ser parte integrante de cualquier proceso de normalización entre India y Pakistán. Los  proyectos hidroeléctricos de: ‘Dul Hasti’, ‘Salal’, ‘Uri’ I y II, Kishanganga; los embalses de Baglihar, bursar, Kirthai, Sawalkot, Nimoo Bazgo, Dumjar y Chutak, y la presa de Willar, son embalses y proyectos disputados entre Pakistán e India y todos están construidos sobre ríos occidentales a los que Pakistán tiene derechos exclusivos.
Tras la amenaza india de revocar el tratado hídrico, Pakistán también debería haber mirado más allá del TAI, porque India ya lo ha violado a través de la construcción de embalses disputados en aguas pakistaníes. El proceso de arbitraje del Banco Mundial debería reactivarse para detener inmediatamente la construcción de embalses disputados en los ríos Indo, Chenab y Jhelum.

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