Reforma sanitaria de Trump no convence a su propio Partido
Donald Trump, fracasó en su primer intento de enterrar el Obamacare, la reforma sanitaria impulsada por su antecesor Barack Obama.
Los republicanos retiraron el proyecto de ley para derogar y reemplazar Obamacare y cancelaron la votación, tras constatar que no tenían los votos suficientes para su aprobación. Muchos congresistas republicanos iban a votar en contra, por lo que Trump pidió a Ryan que cancelara el voto para evitar el ridículo de ver cómo su propio partido tumbaba el proyecto de ley.
La decisión de suspender la votación del proyecto de ley de salud de los republicanos supone un fuerte revés para Trump, quien durante la campaña electoral prometió que acabaría con Obamacare si llegaba a la Casa Blanca.
“Estuvimos muy cerca, pero nos quedamos cortos“, reconoció el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en rueda de prensa. “Este es un día decepcionante para nosotros. Hacer grandes cosas es difícil”, añadió Ryan.
Trump, que presume de ser un gran negociador, no logró apoyo suficiente dentro de su propio partido para reemplazar Obamacare. Y culpó a los demócratas del fracaso del plan republicano.
“Estuvimos muy cerca, era un margen muy estrecho. No teníamos apoyo de los demócratas, no teníamos votos de los demócratas”, dijo Trump tratando de justificar la derrota.
Los republicanos, que llevan siete años intentando reemplazar Obamacare, tienen mayoría en ambas cámaras. El problema es que el liderazgo republicano y la Casa Blanca no lograron convencer ni a los suyos de que apoyaran la legislación.
“Hemos aprendido mucho, hemos aprendido mucho sobre lealtad“, añadió Trump, quien se mostró “abierto” a trabajar con los demócratas para sacar adelante un nuevo plan de salud si Obamacare “explota”.
Trump está convencido de que las primas de los seguros médicos bajo Obamacare alcanzarán precios desorbitados, lo que llevará a los estadounidenses a darse cuenta de que es necesario otra reforma sanitaria.
El jueves Trump había dado un ultimátum a los republicanos reticentes a aprobar el proyecto de ley presentado por su partido: si no aprobaban su reforma de salud, se quedarían con Obamacare, les advirtió.
Las amenazas del presidente no sirvieron para convencer a los suyos de que apoyasen el plan republicano de salud, al que los demócratas se oponían en bloque. Necesitaban 216 votos para aprobarlo y no los lograron.
La mayoría de congresistas, incluidos muchos republicanos, se oponían a la aprobación de la ley al considerar que el plan presentado por los republicanos iba a ofrecer menor cobertura que el sistema actual.
A diferencia de otros países, en Estados Unidos no existe la disciplina partidaria de voto, por lo que cada congresista o senador vota lo que le parece mejor o lo que cree que va a ser más beneficioso para sus contribuyentes, aunque a veces vaya en contra de los deseos de los dirigentes de su propio partido o, en este caso, de su presidente.
El plan republicano pretendía generar un sistema de créditos fiscales para ayudar a los estadounidenses a comprar seguros médicos y eximía a los empleadores de tener que ofrecer una alternativa a la cobertura médica.
Según un estudio de la Oficina de Presupuestos de Congreso (CBO), el nuevo plan de salud haría que hasta 14 millones de estadounidenses perdieran su cobertura médica para 2018 y 24 millones para 2016.
Tras el fracaso de Trump y los republicanos para reemplazar Obamacare, la reforma sanitaria de Obama sigue vigente, siete años después de su aprobación.
“Obamacare es la ley vigente y seguirá siendo la ley vigente hasta que sea reemplazada. Vamos a vivir con Obamacare por el momento”, explicó Ryan.
Trump dijo al diario “The Washington Post” que no habrá un plan “en el futuro próximo” para reemplazar Obamacare.
“Hoy fue una victoria para todos los estadounidenses y para los 24 millones de personas en riesgo de perder su seguro médico”, dijo la ex candidata demócrata Hillary Clinton, rival de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
A diferencia de otros países, Estados Unidos no tiene un seguro médico privado a través de su empleador, aunque existe un sistema público para las personas de menores recursos (Medicaid) y para los mayores de 65 años (Medicare).
(Con información de DPA)
El presidente de Estados Unidos, Los republicanos retiraron el proyecto de ley para derogar y reemplazar Obamacare y cancelaron la votación, tras constatar que no tenían los votos suficientes para su aprobación. Muchos congresistas republicanos iban a votar en contra, por lo que Trump pidió a Ryan que cancelara el voto para evitar el ridículo de ver cómo su propio partido tumbaba el proyecto de ley.
La decisión de suspender la votación del proyecto de ley de salud de los republicanos supone un fuerte revés para Trump, quien durante la campaña electoral prometió que acabaría con Obamacare si llegaba a la Casa Blanca.
“Estuvimos muy cerca, pero nos quedamos cortos“, reconoció el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en rueda de prensa. “Este es un día decepcionante para nosotros. Hacer grandes cosas es difícil”, añadió Ryan.
Trump, que presume de ser un gran negociador, no logró apoyo suficiente dentro de su propio partido para reemplazar Obamacare. Y culpó a los demócratas del fracaso del plan republicano.
“Estuvimos muy cerca, era un margen muy estrecho. No teníamos apoyo de los demócratas, no teníamos votos de los demócratas”, dijo Trump tratando de justificar la derrota.
Los republicanos, que llevan siete años intentando reemplazar Obamacare, tienen mayoría en ambas cámaras. El problema es que el liderazgo republicano y la Casa Blanca no lograron convencer ni a los suyos de que apoyaran la legislación.
“Hemos aprendido mucho, hemos aprendido mucho sobre lealtad“, añadió Trump, quien se mostró “abierto” a trabajar con los demócratas para sacar adelante un nuevo plan de salud si Obamacare “explota”.
Trump está convencido de que las primas de los seguros médicos bajo Obamacare alcanzarán precios desorbitados, lo que llevará a los estadounidenses a darse cuenta de que es necesario otra reforma sanitaria.
El jueves Trump había dado un ultimátum a los republicanos reticentes a aprobar el proyecto de ley presentado por su partido: si no aprobaban su reforma de salud, se quedarían con Obamacare, les advirtió.
Las amenazas del presidente no sirvieron para convencer a los suyos de que apoyasen el plan republicano de salud, al que los demócratas se oponían en bloque. Necesitaban 216 votos para aprobarlo y no los lograron.
La mayoría de congresistas, incluidos muchos republicanos, se oponían a la aprobación de la ley al considerar que el plan presentado por los republicanos iba a ofrecer menor cobertura que el sistema actual.
A diferencia de otros países, en Estados Unidos no existe la disciplina partidaria de voto, por lo que cada congresista o senador vota lo que le parece mejor o lo que cree que va a ser más beneficioso para sus contribuyentes, aunque a veces vaya en contra de los deseos de los dirigentes de su propio partido o, en este caso, de su presidente.
El plan republicano pretendía generar un sistema de créditos fiscales para ayudar a los estadounidenses a comprar seguros médicos y eximía a los empleadores de tener que ofrecer una alternativa a la cobertura médica.
Según un estudio de la Oficina de Presupuestos de Congreso (CBO), el nuevo plan de salud haría que hasta 14 millones de estadounidenses perdieran su cobertura médica para 2018 y 24 millones para 2016.
Tras el fracaso de Trump y los republicanos para reemplazar Obamacare, la reforma sanitaria de Obama sigue vigente, siete años después de su aprobación.
“Obamacare es la ley vigente y seguirá siendo la ley vigente hasta que sea reemplazada. Vamos a vivir con Obamacare por el momento”, explicó Ryan.
Trump dijo al diario “The Washington Post” que no habrá un plan “en el futuro próximo” para reemplazar Obamacare.
“Hoy fue una victoria para todos los estadounidenses y para los 24 millones de personas en riesgo de perder su seguro médico”, dijo la ex candidata demócrata Hillary Clinton, rival de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
A diferencia de otros países, Estados Unidos no tiene un seguro médico privado a través de su empleador, aunque existe un sistema público para las personas de menores recursos (Medicaid) y para los mayores de 65 años (Medicare).
(Con información de DPA)
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