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Alemania marca su mínimo desempleo desde la reunificación, algo estarán haciendo bien
Marc Fortuño
@Marc__Fb
Según la Oficina Federal del Trabajo en Alemania, los últimos datos de desempleo publicados han alcanzando el nivel más bajo desde la reunificación alemana en 1990 al situarse la tasa de desempleo del mes de marzo en el 5,8%.
Los datos de desempleo alemán no dejan de sorprender por su fortaleza, si bien para el mes de marzo se esperaba una caída de 10.000 desempleados, el dato fue de 30.000 desempleados menos hasta alcanzar los 2,6 millones de desempleados.
Los sólidos datos actuales que muestra el mercado de trabajo alemán no hubieran sido posibles si previamente a mediados de la primera década del siglo no se hubiera emprendido reformas estructurales en el mercado laboral para corregir los altos niveles de desempleo que afectaba en especial a los desempleados de larga duración.
El
mercado laboral no estaba funcionando correctamente. Uno de los
problemas era la rigidez laboral ya que los costes de contratación y
despido eran elevados. Si bien en 1990 las cotizaciones de la Seguridad
Social suponían el 36% del salario bruto, en 1998 se elevaron hasta el 42%.
Con estos costes laborales en ascenso, durante este periodo, las empresas y multinacionales del país buscaron realizar sus operaciones en los países del este cuya flexibilización en materia laboral se podía ajustar a la realidad empresarial alemana, en especial tras la crisis de 1993. En consecuencia, las inversiones extranjeras eran inferiores que las inversiones alemanas en el extranjero.
Debido a los problemas de crecimiento económico, déficit y mercado laboral, Alemania llegó a ser considerado a principios del siglo XXI como el enfermo de Europa, mientras que en la actualidad es referida como la "locomotora de Europa".
Las tres primeras etapas de las reformas (Hartz I- III) buscaba mejorar la eficiencia en la búsqueda de empleo y la flexibilidad del mercado laboral. Se llevó a cabo una desregularización del sector del trabajo temporal, con el objetivo de conceder a los empresarios más flexibilidad en la contratación sin incurrir en elevados gastos de contratación o despido, así como la mejora de la Agencia Federal del Trabajo para mejorar la capacitación y equiparar la eficiencia.
Mediante un nuevo sistema de la reforma Hartz IV, el derecho al cobro de la prestación de desempleo solamente estaba garantizado durante los primeros 12 meses para los menores de 55 años y 18 meses para los trabajadores de 55 años o más. Para quienes superaban este periodo se llevaba a cabo una combinación de subsidios por desempleo con asistencia social que en la práctica era una renta mínima de inserción.
Uno
de los efectos más positivos en la reforma del mercado laboral alemán
lo encontramos en la tasa de desempleo de larga duración pues si bien en el cuarto trimestre de 2004 llegó a situarse en el 6,30%,
en la actualidad, con los últimos datos del tercer trimestre de 2016,
la tasa de desempleo de larga duración se encuentra en el 1,70%.
El mercado del trabajo ayudó a Alemania a consolidar sus finanzas públicas,
ya que las menores prestaciones de desempleo se tradujeron en un menor
gasto, mientras que se produjo un ascenso de ingresos de la Seguridad
Social, por el crecimiento del empleo.
Los datos de desempleo alemán no dejan de sorprender por su fortaleza, si bien para el mes de marzo se esperaba una caída de 10.000 desempleados, el dato fue de 30.000 desempleados menos hasta alcanzar los 2,6 millones de desempleados.
Los sólidos datos actuales que muestra el mercado de trabajo alemán no hubieran sido posibles si previamente a mediados de la primera década del siglo no se hubiera emprendido reformas estructurales en el mercado laboral para corregir los altos niveles de desempleo que afectaba en especial a los desempleados de larga duración.
El problema del desempleo alemán desde la reunificación hasta los primeros años del siglo XXI
Si nos situamos en antecedentes, desde la reunificación hasta el año 2005, el desempleo alemán vivió una trayectoria ascendente, mostrando los niveles de desempleo más elevados en octubre de 1997 cuando la tasa de desempleo alcanzó el 11,80% y el máximo del siglo XXI cuando, en marzo de 2005, alcanzó la tasa del desempleo del 12,1%.Con estos costes laborales en ascenso, durante este periodo, las empresas y multinacionales del país buscaron realizar sus operaciones en los países del este cuya flexibilización en materia laboral se podía ajustar a la realidad empresarial alemana, en especial tras la crisis de 1993. En consecuencia, las inversiones extranjeras eran inferiores que las inversiones alemanas en el extranjero.
Debido a los problemas de crecimiento económico, déficit y mercado laboral, Alemania llegó a ser considerado a principios del siglo XXI como el enfermo de Europa, mientras que en la actualidad es referida como la "locomotora de Europa".
Las reformas estructurales en materia laboral: Reformas Hartz
Después de una década de alto desempleo y un crecimiento débil, Alemania se embarcó en una importante revisión de su mercado laboral. En el 2002, el canciller socialista alemán Schöder emprendió una reforma del mercado laboral que se conoció como las "reformas Hatz" ya que quién lideró las reformas fue Peter Hartz, asesor del canciller.Las tres primeras etapas de las reformas (Hartz I- III) buscaba mejorar la eficiencia en la búsqueda de empleo y la flexibilidad del mercado laboral. Se llevó a cabo una desregularización del sector del trabajo temporal, con el objetivo de conceder a los empresarios más flexibilidad en la contratación sin incurrir en elevados gastos de contratación o despido, así como la mejora de la Agencia Federal del Trabajo para mejorar la capacitación y equiparar la eficiencia.
- Hartz I (diciembre de 2002 - enero de 2003): Creación de nuevas agencias de servicios de personal, apoyo a la formación profesional complementaria de la Agencia Federal del Trabajo y la liberalización del sector de trabajo temporal.
- Hartz II (diciembre de 2003 - enero de 2004): Introducción de empresas unipersonales para fomentar el autoempleo (Me-Inc), introducción de trabajos de baja remuneración los conocidos como mini-jobs (exentos de cotizar en la Seguridad Social) y el umbral del tamaño para las empresas sujetas a las normas de despido aumentó de cinco a diez trabajadores.
- Hartz III (diciembre de 2003 - enero de 2005): Reestructuración de la Oficina Federal del Trabajo, lo que implicó mejorar para la cooperación entre agencias de empleo y demandantes de empleo. Esta reforma incluía el recorte de hasta un 30% de la prestación por desempleo si el beneficiario rechazaba la oferta sin motivos sólidos.
Mediante un nuevo sistema de la reforma Hartz IV, el derecho al cobro de la prestación de desempleo solamente estaba garantizado durante los primeros 12 meses para los menores de 55 años y 18 meses para los trabajadores de 55 años o más. Para quienes superaban este periodo se llevaba a cabo una combinación de subsidios por desempleo con asistencia social que en la práctica era una renta mínima de inserción.
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