Contrariamente
al optimismo y la apología de los economistas del mainstream, la
pobreza de miles de millones en todo el mundo sigue siendo la norma
He
escrito muchos posts sobre el nivel y los cambios en la desigualdad de
la riqueza y los ingresos, tanto a nivel mundial como dentro de los
países. Hay una amplia variedad de estudios empíricos que muestran la
creciente desigualdad en los ingresos y la riqueza en la mayoría de las
economías capitalistas en el siglo pasado.
Podemos contar con varias explicaciones teóricas para este cambio. La más famosa es el trabajo de Thomas Piketty en su libro magistral, "El Capital en el siglo XXI". Esta obra ganó el premio al libro más comprado en 2014, superando la obra del científico Stephen Hawking, "Una breve historia del tiempo".
Discutí junto a otros economistas los méritos y las faltas de la obra de Piketty en varias oportunidades. Baste decir que, aunque Piketty repite el título del libro de Marx, publicado hace exactamente 150 años, descarta el análisis de Marx sobre el capitalismo basado en la ley del valor y la tendencia de la tasa de ganancia a caer y adopta las teorías generales del productividad marginal y / o "imperfecciones" del mercado como la "búsqueda de rentas". Esto conduce a la idea de que el capitalismo podría ser "reformado" y la desigualdad reducida por medidas tales como un impuesto financiero global o impuestos sucesivos sobre la herencia o, más recientemente, un ingreso básico universal. Y en consecuencia, Piketty ahora está asesorando al candidato presidencialista socialista francés Hamon.
La desigualdad sigue siendo la palabra clave del debate y análisis liberal y de un sector de la izquierda, y en cambio no hablan de crisis y depresión. La ampliación de la desigualdad ha sido llamada "uno de los retos clave de nuestro tiempo" por el Foro Económico Mundial, el grupo de reflexión de la élite. La agencia calificadora S & P Global Ratings ha citado la brecha de ingresos como una tendencia a largo plazo que amenaza el crecimiento económico de EEUU. Incluso los principales organismos internacionales como el FMI o la OCDE analizan continuamente los movimientos de desigualdad para ver si una mayor igualdad sería mejor para el crecimiento y un capitalismo más estable.
Los economistas post-keynesianos como Engelbert Stockhammer o los más radicales como Joseph Stiglitz consideran que la creciente desigualdad es la principal causa de las crisis, no la caída de la rentabilidad o la inherente inestabilidad del capital como una máquina de hacer dinero.
Fríos números
Pero cualesquiera que sean las causas y procesos relacionados con la desigualdad de los ingresos y la riqueza en las principales economías, no hay duda de que han alcanzado niveles no vistos desde que Marx publicó El Capital (1867). De hecho, en el gráfico que publico se trata de medir el nivel de desigualdad alcanzado en el Reino Unido en 1867. El Coeficiente de Gini es la medida más común de la desigualdad de ingresos o riqueza. Y en este gráfico, proporcionado por el experto en desigualdad global, Branco Milanovic, la proporción de Gini alcanzó más de 55 en 1867.
De acuerdo con la gráfica, ese fue el pico de la desigualdad y retrocedió en los próximos 100 años, lo que parece refutar la opinión de Marx de que la clase obrera sufriría una "pauperización creciente" a medida que el capital asumiera una parte creciente del valor producido por el trabajo. En cambio, parecería confirmar la opinión dominante de Simon Kuznets escrita en los años 60 que una vez que el capitalismo se puso en marcha y empezó a producir crecimiento económico, las fuerzas del mercado, si no interferían, producirían una sociedad más igualitaria. La ironía es que, justo cuando Kuznets llegó a esta conclusión, la mayoría de las grandes economías capitalistas comenzaron a generar un aumento de la desigualdad tanto en ingresos como en riqueza, tal como muestra el gráfico.
Pero no se deje engañar por el gráfico que parece mostrar un gran salto en el PIB per cápita en dólares desde 1867 hasta ahora. Es engañoso. No muestra si el salto se debe a un crecimiento económico más rápido o simplemente por un freno en el crecimiento demográfico en el Reino Unido (en donde sucede esto último). Y, por supuesto, no muestra los enormes descensos en el PIB causados por las crisis recurrentes y regulares bajo el capitalismo en Gran Bretaña y en otros lugares.
El gráfico revela, sin embargo, que la desigualdad ha estado empeorando en Inglaterra a niveles no vistos desde 1920. De hecho, en un nuevo análisis de la base de datos de ingresos mundiales Piketty y colegas de la Escuela de Economía de París y UC Berkeley, describen un "colapso" de la parte de la riqueza nacional de EE.UU. reclamada por el 50% inferior del país - que cayó de un 20% a un 12% en 1978 - junto con una caída (no sorprendente) en los ingresos de la mitad más pobre de EEUU. Cerca de 117 millones de adultos estadounidenses viven de ingresos que se han estancado en alrededor de U$S 16.200 por año antes de impuestos y pagos de transferencias, según una investigación publicada el año pasado por Piketty, Saez y Zucman.
Y eso hace a un punto importante. El 1% de quienes más ganan en EEUU ahora se lleva alrededor del 20 por ciento del ingreso nacional antes de impuestos, en comparación con menos del 12 por ciento que se llevaba en 1978, según la investigación que los economistas publicaron en la Oficina Nacional de Investigación Económica. Durante el mismo período en China, el 1% de mayores ingresos duplicó su participación en el ingreso, pasando de aproximadamente 6 por ciento a 12 por ciento. EEUU ha experimentado "un colapso total de la parte inferior del sector que representa el 50 por ciento de ingresos en los EEUU entre 1978 y 2015", escribieron los autores. "En China, en contraste, y a pesar de una tendencia cualitativa similar, la parte inferior del 50 por ciento no se desplomó como en USA".
Mientras tanto, el crecimiento económico en China ha sido tan fuerte que -a pesar de la creciente desigualdad- los ingresos del 50 por ciento inferior de la población también han "crecido notablemente", escribieron los economistas. Su análisis encontró que la mitad más pobre de los trabajadores chinos vio su ingreso promedio crecer más de 400 por ciento de 1978 a 2015. Para sus homólogos estadounidenses, los ingresos disminuyeron un 1 por ciento. "Esto es probable que haga la creciente desigualdad mucho más aceptable" en China", afirman los investigadores. "En contraste, en los EEUU no hubo crecimiento alguno para el 50 por ciento, sino, por el contrario, hubo una caída del 1 por ciento)".
El FMI y otras agencias como el Banco Mundial, argumentan que el crecimiento económico bajo el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza. Pero los expertos económicos en el campo de la pobreza y la desigualdad global revelan a partir de sus cifras que la pobreza oficial ha disminuido por sólo dos razones. La primera es que la definición de pobreza que considera a quienes viven con menos de U$S 1 al día está desactualizada. Y en segundo lugar, porque casi todo el descenso ha sido en China debido a su crecimiento económico sin precedentes bajo una economía dirigida por el Estado, todavía lejos del capitalismo de mercado visto en el siglo XIX y XX, o sea, el capitalismo que Piketty y otros han analizado. En la mayoría de los países de bajos ingresos, la desigualdad apenas ha cambiado desde niveles muy altos.
La responsabilidad es de los dueños de los medios de producción
Y la razón principal es el control de la riqueza. Una élite muy pequeña posee los medios de producción y finanzas y es así como usurpan la parte del león y más de la riqueza y los ingresos. El Instituto de Política Económica de los EEUU encontró que el 1 por ciento más alto de la sociedad obtiene una porción creciente de los ingresos obtenidos del capital y la riqueza existentes. No es porque sean más inteligentes o mejor educados. Es porque tienen suerte (como Donald Trump) y heredaron su riqueza de los padres o parientes.
Un estudio reciente de dos economistas del Banco de Italia encontró que las familias más ricas de Florencia hoy son descendientes de las familias más ricas de Florencia hace casi 600 años! Por lo tanto, el auge del capitalismo mercantil en las ciudades-estado de Italia y luego la expansión del capitalismo industrial y ahora el capital financiero hicieron poca o ninguna diferencia sobre quien poseía la riqueza. Y la obra de Emmanuel Saez y Gabriel Zucman ha demostrado que en EEUU, la riqueza se ha concentrado cada vez más en manos de los súper ricos.
Así, la predicción de Marx hace 150 años de que el capitalismo conduciría a una mayor concentración y centralización de la riqueza, en particular en los medios de producción y las finanzas, se ha confirmado. Contrariamente al optimismo y la apología de los economistas del mainstream, la pobreza de miles de millones en todo el mundo sigue siendo la norma con pocos signos de mejora, mientras que la desigualdad en las grandes economías capitalistas aumenta a medida que el capital se acumula y se concentra en grupos cada vez más pequeños.
El Viejo Topo
Podemos contar con varias explicaciones teóricas para este cambio. La más famosa es el trabajo de Thomas Piketty en su libro magistral, "El Capital en el siglo XXI". Esta obra ganó el premio al libro más comprado en 2014, superando la obra del científico Stephen Hawking, "Una breve historia del tiempo".
Discutí junto a otros economistas los méritos y las faltas de la obra de Piketty en varias oportunidades. Baste decir que, aunque Piketty repite el título del libro de Marx, publicado hace exactamente 150 años, descarta el análisis de Marx sobre el capitalismo basado en la ley del valor y la tendencia de la tasa de ganancia a caer y adopta las teorías generales del productividad marginal y / o "imperfecciones" del mercado como la "búsqueda de rentas". Esto conduce a la idea de que el capitalismo podría ser "reformado" y la desigualdad reducida por medidas tales como un impuesto financiero global o impuestos sucesivos sobre la herencia o, más recientemente, un ingreso básico universal. Y en consecuencia, Piketty ahora está asesorando al candidato presidencialista socialista francés Hamon.
La desigualdad sigue siendo la palabra clave del debate y análisis liberal y de un sector de la izquierda, y en cambio no hablan de crisis y depresión. La ampliación de la desigualdad ha sido llamada "uno de los retos clave de nuestro tiempo" por el Foro Económico Mundial, el grupo de reflexión de la élite. La agencia calificadora S & P Global Ratings ha citado la brecha de ingresos como una tendencia a largo plazo que amenaza el crecimiento económico de EEUU. Incluso los principales organismos internacionales como el FMI o la OCDE analizan continuamente los movimientos de desigualdad para ver si una mayor igualdad sería mejor para el crecimiento y un capitalismo más estable.
Los economistas post-keynesianos como Engelbert Stockhammer o los más radicales como Joseph Stiglitz consideran que la creciente desigualdad es la principal causa de las crisis, no la caída de la rentabilidad o la inherente inestabilidad del capital como una máquina de hacer dinero.
Fríos números
Pero cualesquiera que sean las causas y procesos relacionados con la desigualdad de los ingresos y la riqueza en las principales economías, no hay duda de que han alcanzado niveles no vistos desde que Marx publicó El Capital (1867). De hecho, en el gráfico que publico se trata de medir el nivel de desigualdad alcanzado en el Reino Unido en 1867. El Coeficiente de Gini es la medida más común de la desigualdad de ingresos o riqueza. Y en este gráfico, proporcionado por el experto en desigualdad global, Branco Milanovic, la proporción de Gini alcanzó más de 55 en 1867.
De acuerdo con la gráfica, ese fue el pico de la desigualdad y retrocedió en los próximos 100 años, lo que parece refutar la opinión de Marx de que la clase obrera sufriría una "pauperización creciente" a medida que el capital asumiera una parte creciente del valor producido por el trabajo. En cambio, parecería confirmar la opinión dominante de Simon Kuznets escrita en los años 60 que una vez que el capitalismo se puso en marcha y empezó a producir crecimiento económico, las fuerzas del mercado, si no interferían, producirían una sociedad más igualitaria. La ironía es que, justo cuando Kuznets llegó a esta conclusión, la mayoría de las grandes economías capitalistas comenzaron a generar un aumento de la desigualdad tanto en ingresos como en riqueza, tal como muestra el gráfico.
Pero no se deje engañar por el gráfico que parece mostrar un gran salto en el PIB per cápita en dólares desde 1867 hasta ahora. Es engañoso. No muestra si el salto se debe a un crecimiento económico más rápido o simplemente por un freno en el crecimiento demográfico en el Reino Unido (en donde sucede esto último). Y, por supuesto, no muestra los enormes descensos en el PIB causados por las crisis recurrentes y regulares bajo el capitalismo en Gran Bretaña y en otros lugares.
El gráfico revela, sin embargo, que la desigualdad ha estado empeorando en Inglaterra a niveles no vistos desde 1920. De hecho, en un nuevo análisis de la base de datos de ingresos mundiales Piketty y colegas de la Escuela de Economía de París y UC Berkeley, describen un "colapso" de la parte de la riqueza nacional de EE.UU. reclamada por el 50% inferior del país - que cayó de un 20% a un 12% en 1978 - junto con una caída (no sorprendente) en los ingresos de la mitad más pobre de EEUU. Cerca de 117 millones de adultos estadounidenses viven de ingresos que se han estancado en alrededor de U$S 16.200 por año antes de impuestos y pagos de transferencias, según una investigación publicada el año pasado por Piketty, Saez y Zucman.
Y eso hace a un punto importante. El 1% de quienes más ganan en EEUU ahora se lleva alrededor del 20 por ciento del ingreso nacional antes de impuestos, en comparación con menos del 12 por ciento que se llevaba en 1978, según la investigación que los economistas publicaron en la Oficina Nacional de Investigación Económica. Durante el mismo período en China, el 1% de mayores ingresos duplicó su participación en el ingreso, pasando de aproximadamente 6 por ciento a 12 por ciento. EEUU ha experimentado "un colapso total de la parte inferior del sector que representa el 50 por ciento de ingresos en los EEUU entre 1978 y 2015", escribieron los autores. "En China, en contraste, y a pesar de una tendencia cualitativa similar, la parte inferior del 50 por ciento no se desplomó como en USA".
Mientras tanto, el crecimiento económico en China ha sido tan fuerte que -a pesar de la creciente desigualdad- los ingresos del 50 por ciento inferior de la población también han "crecido notablemente", escribieron los economistas. Su análisis encontró que la mitad más pobre de los trabajadores chinos vio su ingreso promedio crecer más de 400 por ciento de 1978 a 2015. Para sus homólogos estadounidenses, los ingresos disminuyeron un 1 por ciento. "Esto es probable que haga la creciente desigualdad mucho más aceptable" en China", afirman los investigadores. "En contraste, en los EEUU no hubo crecimiento alguno para el 50 por ciento, sino, por el contrario, hubo una caída del 1 por ciento)".
El FMI y otras agencias como el Banco Mundial, argumentan que el crecimiento económico bajo el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza. Pero los expertos económicos en el campo de la pobreza y la desigualdad global revelan a partir de sus cifras que la pobreza oficial ha disminuido por sólo dos razones. La primera es que la definición de pobreza que considera a quienes viven con menos de U$S 1 al día está desactualizada. Y en segundo lugar, porque casi todo el descenso ha sido en China debido a su crecimiento económico sin precedentes bajo una economía dirigida por el Estado, todavía lejos del capitalismo de mercado visto en el siglo XIX y XX, o sea, el capitalismo que Piketty y otros han analizado. En la mayoría de los países de bajos ingresos, la desigualdad apenas ha cambiado desde niveles muy altos.
La responsabilidad es de los dueños de los medios de producción
Y la razón principal es el control de la riqueza. Una élite muy pequeña posee los medios de producción y finanzas y es así como usurpan la parte del león y más de la riqueza y los ingresos. El Instituto de Política Económica de los EEUU encontró que el 1 por ciento más alto de la sociedad obtiene una porción creciente de los ingresos obtenidos del capital y la riqueza existentes. No es porque sean más inteligentes o mejor educados. Es porque tienen suerte (como Donald Trump) y heredaron su riqueza de los padres o parientes.
Un estudio reciente de dos economistas del Banco de Italia encontró que las familias más ricas de Florencia hoy son descendientes de las familias más ricas de Florencia hace casi 600 años! Por lo tanto, el auge del capitalismo mercantil en las ciudades-estado de Italia y luego la expansión del capitalismo industrial y ahora el capital financiero hicieron poca o ninguna diferencia sobre quien poseía la riqueza. Y la obra de Emmanuel Saez y Gabriel Zucman ha demostrado que en EEUU, la riqueza se ha concentrado cada vez más en manos de los súper ricos.
Así, la predicción de Marx hace 150 años de que el capitalismo conduciría a una mayor concentración y centralización de la riqueza, en particular en los medios de producción y las finanzas, se ha confirmado. Contrariamente al optimismo y la apología de los economistas del mainstream, la pobreza de miles de millones en todo el mundo sigue siendo la norma con pocos signos de mejora, mientras que la desigualdad en las grandes economías capitalistas aumenta a medida que el capital se acumula y se concentra en grupos cada vez más pequeños.
El Viejo Topo
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