Varios conflictos enfrentan a Egipto y Sudán:
Las fronteras entre esos dos países no están delimitadas. Sudán sigue reclamando la región de Hala’ib (también conocida como Halayeb), ocupada por Egipto desde el año 2000. En el momento de la cesión de las islas egipcias de Tirán y Sanafir a Arabia Saudita, en 2016, el reino reconoció la soberanía de Egipto sobre la región de Hala’ib.
Sudán está gobernado por una rama de la Hermandad Musulmana –cofradía ilegalizada por el gobierno egipcio–, acaba de firmar un acuerdo militar con Turquía, actual padrino de la Hermandad Musulmana, y el gobierno turco ya está instalando una importante guarnición en ese país, además de la que ya tiene en Somalia.
Y también está, por supuesto, la cuestión de las aguas del Nilo, de las que Egipto es el principal beneficiario, según un documento de la colonización británica que contradice el derecho internacional.
Mientras tanto, Etiopía está construyendo la Presa del Renacimiento,
una gran represa que debería representar para ese país una importante
fuente de la energía que tanto necesita para su desarrollo económico.
Pero Sudán y Egipto temen que esa gran obra los prive de los volúmenes
de agua de los que hoy disponen. Las negociaciones de los últimos años
sobre ese tema han fracasado y El Cairo, sospechando que Khartum no es
imparcial, ha solicitado inútilmente que el Banco Mundial reemplace a
Sudán en el papel de mediador.Las fronteras entre esos dos países no están delimitadas. Sudán sigue reclamando la región de Hala’ib (también conocida como Halayeb), ocupada por Egipto desde el año 2000. En el momento de la cesión de las islas egipcias de Tirán y Sanafir a Arabia Saudita, en 2016, el reino reconoció la soberanía de Egipto sobre la región de Hala’ib.
Sudán está gobernado por una rama de la Hermandad Musulmana –cofradía ilegalizada por el gobierno egipcio–, acaba de firmar un acuerdo militar con Turquía, actual padrino de la Hermandad Musulmana, y el gobierno turco ya está instalando una importante guarnición en ese país, además de la que ya tiene en Somalia.
Y también está, por supuesto, la cuestión de las aguas del Nilo, de las que Egipto es el principal beneficiario, según un documento de la colonización británica que contradice el derecho internacional.
Los presidentes de Egipto y Sudán –Abdel Fattah al-Sissi y Omar Hassan al-Bashir– se reunieron con el primer ministro de Etiopía –Hailemariam Desalegn– al margen de la Cumbre de la Unión Africana, celebrada en Addis Abeba, el 1º de febrero de 2018. Ante las cámaras, los tres dirigentes dieron muestras de gran amabilidad entre sí y el presidente al-Sissi aseguró que todos hablan con una misma voz y en nombre del mismo pueblo.
En cuanto a los temores de que se reduzca el nivel de las aguas del Nilo, un estudio de las firmas francesas Artelia y BRL niega que eso pueda llegar a ocurrir.
Sin embargo, Egipto ha trasladado en secreto cierto número de hombres a una base militar de los Emiratos Árabes Unidos en Eritrea, Sudán está concentrando tropas en su frontera con Eritrea y Etiopía ya acusa a Eritrea de orquestar actos de terrorismo destinados a sabotear la construcción de su represa.
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