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Gobierno heredará altos pasivos

Las finanzas públicas se deben planear a largo plazo para hacer frente a los compromisos adquiridos: especialistas. Foto: Pixabay

CIUDAD DE MÉXICO.- Entre obligaciones financieras y laborales del sector público federal, el próximo gobierno tendrá que hacer frente a pasivos que equivalen a 96.3% del Producto Interno Bruto, es decir 20.9 billones de pesos, revelan cifras de la Secretaría de Hacienda.
Así, las obligaciones derivadas del endeudamiento, conocido como Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, será al cierre de este año de 45.5% del PIB, cifra 8.3 puntos porcentuales superior a la de 2012, que fue de 37.2% del PIB.
Por su parte los pasivos laborales de instituciones como el IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE, banca de desarrollo y otras, cerrarán el sexenio en 50.8% del PIB, lo que implicará una reducción de 9.7 puntos del PIB respecto al cierre de 2012, que fue de 60.5% del PIB.
Estas dos situaciones han ido de la mano de un mayor pago de servicio de la deuda y de pensiones y jubilaciones, que en conjunto representaron 18.7% del gasto neto total en 2012, pero que cerrarán este año en 26.5%, lo que resta margen de maniobra al sector público para ampliar el gasto en otras áreas de política pública.

Pasivo pensionario

Alejandro García, investigador de Finanzas Públicas de México Evalúa y Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicaron a Excélsior que es necesario incorporar los pasivos laborales a la deuda pública del país, puesto que son obligaciones a las que se tendrá que hacer frente con recursos presupuestarios, lo cual permitirá realizar una planeación a largo plazo y no sólo anual o sexenal de estos pagos.

Control del gasto

Sobre reducir el impacto del costo financiero de la deuda en el gasto público, Alejandro García de México Evalúa explicó que es necesario mejorar el balance fiscal para que el superávit primario del sector público (ingreso menos gastos sin intereses) alcance a cubrir todo el servicio de la deuda, pues de lo contrario “se tendrá que seguir pidiendo prestado para pagar intereses, lo que nos pone en un círculo vicioso, donde el país se endeuda más y a la vez se pagan mayores intereses”.
Para controlar el gasto en pensiones en los esquemas de beneficio definido, Héctor Villarreal del CIEP estableció que una vez conocido el tamaño de los pasivos laborales, se podrá contestar la pregunta “¿y ahora qué hacemos?”.

Propuestas que serán inevitables debatir, con todo lo impopular que puedan ser, son: topar las pensiones salvo que se demuestre que se merece un mayor monto; elevar los impuestos a jubilaciones altas y reducir el monto exento de ISR en regímenes especiales; limitar las aportaciones adicionales al IMSS que se cuentan como aumento de sueldo base de cotización; y eliminar la herencia de las pensiones a cónyuges e incluso a hijos, que ocasionan que la carga hacia el Estado se extienda por muchos años más”, comentó el director del CIEP.