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Presencia cubana en debate general de ONU abre nuevos horizontes
Naciones
Unidas, 1 oct (PL) Tras la participación por primera vez en ONU del
presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se abren hoy nuevas posibilidades
en la agenda bilateral de la isla y también de acercamiento con algunos
sectores de Estados Unidos.
Además de cumplir con una intenso programa bilateral en ONU durante su
visita del 23 al 30 de septiembre, el mandatario se reunió con
representantes de diversos sectores y autoridades locales.
Díaz-Canel no solo ofreció un discurso en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, sino que intervino en la Cumbre de Paz Nelson Mandela y en la reunión plenaria para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
El presidente cubano sostuvo encuentros bilaterales con sus homólogos de Ecuador, Irán, Croacia, Mozambique, Andorra, Perú, Sudáfrica, Panamá, Argentina, Angola, Bolivia, El Salvador y Namibia; con los primeros ministros de Vietnam, Barbados y Lesoto; y con la canciller de Costa Rica.
También se reunió con la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini; la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; el secretario general de la ONU, António Guterres; y la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa.
Fuera de ONU, Díaz-Canel dialogó con congresistas norteamericanos; con el arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan; con miembros del Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos, y con el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Asimismo, conversó con ejecutivos de firmas tecnológicas como Google, con empresarios del sector agrícola, con directivos de la industria de viajes, y con artistas norteamericanos como Robert De Niro y tuvo un encuentro con cubanos residentes en Estados Unidos.
En estas citas quedó claro el interés de esos sectores en mantener una relación cordial con la isla caribeña y de continuar con el proceso de acercamiento iniciado por la administración de Barack Obama, pero que experimentó un retroceso con las políticas impulsadas por el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
Uno de los momentos más emotivos de la visita del gobernante cubano fue el acto de solidaridad en la mítica Iglesia Riversidad, que ha acogido a grandes líderes del mundo como Fidel Castro, Nelson Mandela y Kofi Annan.
Durante cada uno de sus encuentros, el presidente reiteró la voluntad de Cuba de establecer puentes y diálogos, siempre basados en relaciones de respeto mutuo sin condicionamiento ni imposiciones.
Asimismo, tanto en los foros de la ONU como en sus otras actividades, destacó la importancia de poner fin al bloqueo que Estados Unidos impone a Cuba, pues solo así se podrán acabar con las trabas que impiden una relación normal entre Washington y La Habana.
Del mismo modo, dentro y fuera de la ONU muchos le expresaron el rechazo generalizado a ese cerco económico, que solo obstaculiza el desarrollo de Cuba y daña también a terceros países.
Antes de regresar a Cuba, Díaz-Canel recorrió algunos lugares de interés como Battery Park en la zona más antigua de la ciudad de Nueva York, el Memorial del 11 de septiembre, la estatua del prócer cubano José Martí en el Parque Central, el Museo de Historia Natural y la Universidad de Columbia.
agp/ifb
Díaz-Canel no solo ofreció un discurso en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, sino que intervino en la Cumbre de Paz Nelson Mandela y en la reunión plenaria para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
El presidente cubano sostuvo encuentros bilaterales con sus homólogos de Ecuador, Irán, Croacia, Mozambique, Andorra, Perú, Sudáfrica, Panamá, Argentina, Angola, Bolivia, El Salvador y Namibia; con los primeros ministros de Vietnam, Barbados y Lesoto; y con la canciller de Costa Rica.
También se reunió con la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini; la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena; el secretario general de la ONU, António Guterres; y la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa.
Fuera de ONU, Díaz-Canel dialogó con congresistas norteamericanos; con el arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan; con miembros del Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos, y con el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Asimismo, conversó con ejecutivos de firmas tecnológicas como Google, con empresarios del sector agrícola, con directivos de la industria de viajes, y con artistas norteamericanos como Robert De Niro y tuvo un encuentro con cubanos residentes en Estados Unidos.
En estas citas quedó claro el interés de esos sectores en mantener una relación cordial con la isla caribeña y de continuar con el proceso de acercamiento iniciado por la administración de Barack Obama, pero que experimentó un retroceso con las políticas impulsadas por el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
Uno de los momentos más emotivos de la visita del gobernante cubano fue el acto de solidaridad en la mítica Iglesia Riversidad, que ha acogido a grandes líderes del mundo como Fidel Castro, Nelson Mandela y Kofi Annan.
Durante cada uno de sus encuentros, el presidente reiteró la voluntad de Cuba de establecer puentes y diálogos, siempre basados en relaciones de respeto mutuo sin condicionamiento ni imposiciones.
Asimismo, tanto en los foros de la ONU como en sus otras actividades, destacó la importancia de poner fin al bloqueo que Estados Unidos impone a Cuba, pues solo así se podrán acabar con las trabas que impiden una relación normal entre Washington y La Habana.
Del mismo modo, dentro y fuera de la ONU muchos le expresaron el rechazo generalizado a ese cerco económico, que solo obstaculiza el desarrollo de Cuba y daña también a terceros países.
Antes de regresar a Cuba, Díaz-Canel recorrió algunos lugares de interés como Battery Park en la zona más antigua de la ciudad de Nueva York, el Memorial del 11 de septiembre, la estatua del prócer cubano José Martí en el Parque Central, el Museo de Historia Natural y la Universidad de Columbia.
agp/ifb
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