Doce
ciudadanos chiíes en Arabia Saudí corren peligro de ejecución
inminente, ha alertado este miércoles Amnistía Internacional (AI).
Los encarcelados fueron sentenciados a muerte en un juicio masivo celebrado en 2016, después de haber sido condenados por espionaje. El reino árabe ha entregado sus casos a la Presidencia de Seguridad del Estado, que se ocupa de asuntos de seguridad interna, según AI.
Si el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, confirma sus veredictos, los condenados serán ejecutados.
La directora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Heba Morayef, ha destacado que las familias de los reos están aterrorizadas por lo que pueda pasar y la falta de información que se les suministra sobre el estado de “los casos de sus seres queridos”.
En este contexto, ha agregado que “dado el secreto que rodea a los procesos judiciales en ese país, tememos que este acontecimiento signifique la ejecución inminente de los 12 hombres”.
El informe de AI ve la luz tras producirse el caso del periodista Jamal Khashoggi, asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul. Varias fuentes policiales turcas consideran que el periodista fue asesinado por orden directa del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud.
Riad acarrea un largo historial de ejecuciones y uso de la tortura con opositores al régimen. Los medios de comunicación han informado, esta misma jornada, de la muerte de Turki bin Abdulaziz al-Jasser, periodista y escritor crítico saudí que pereció en prisión a raíz de las torturas de las que fue objeto.
Estas prácticas represivas de Riad han sido criticadas en varias ocasiones por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e incluso por aliados del régimen de Al Saud, que abogan por el fin de las violaciones de los derechos humanos y la liberación de los opositores detenidos.
fdd/anz/ncl/rba
Los encarcelados fueron sentenciados a muerte en un juicio masivo celebrado en 2016, después de haber sido condenados por espionaje. El reino árabe ha entregado sus casos a la Presidencia de Seguridad del Estado, que se ocupa de asuntos de seguridad interna, según AI.
Si el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, confirma sus veredictos, los condenados serán ejecutados.
La directora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Heba Morayef, ha destacado que las familias de los reos están aterrorizadas por lo que pueda pasar y la falta de información que se les suministra sobre el estado de “los casos de sus seres queridos”.
En este contexto, ha agregado que “dado el secreto que rodea a los procesos judiciales en ese país, tememos que este acontecimiento signifique la ejecución inminente de los 12 hombres”.
Dado el secreto que rodea a los procesos judiciales en ese país (Arabia Saudí), tememos que este acontecimiento signifique la ejecución inminente de los 12 hombres” chiíes, señala la directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Heba Morayef.De acuerdo con Morayef, los mencionados ciudadanos saudíes fueron sentenciados a muerte después de un “juicio masivo extremadamente injusto”.
El informe de AI ve la luz tras producirse el caso del periodista Jamal Khashoggi, asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul. Varias fuentes policiales turcas consideran que el periodista fue asesinado por orden directa del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud.
Riad acarrea un largo historial de ejecuciones y uso de la tortura con opositores al régimen. Los medios de comunicación han informado, esta misma jornada, de la muerte de Turki bin Abdulaziz al-Jasser, periodista y escritor crítico saudí que pereció en prisión a raíz de las torturas de las que fue objeto.
Estas prácticas represivas de Riad han sido criticadas en varias ocasiones por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e incluso por aliados del régimen de Al Saud, que abogan por el fin de las violaciones de los derechos humanos y la liberación de los opositores detenidos.
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