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Analistas británicos: EEUU y Reino Unido "odian a Rusia porque no hace lo que se le dice"
Ciertos países occidentales "odian a Rusia porque no
hace lo que se le dice", afirman los analistas políticos británicos T.J.
Coles y Matthew Alford en su nuevo libro, citado por la revista
estadounidense CounterPunch.
El libro titulado 'Union Jackboot: What Your Media and Professors Don't Tell You About British Foreign Policy' ('Opresión unida: lo que no te cuentan los medios ni tus profesores sobre la política exterior británica') consta de unas preguntas provocadoras de Alford y unas respuestas detalladas de Coles sobre distintos aspectos de la política exterior británica y estadounidense.
En particular, los analistas presentaron sus argumentos sobre las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido con Rusia. Según T.J. Coles y Matthew Alford, Washington se empeña en preservar su hegemonía, mientras que Moscú impide la dominación del orden neoliberal porque no quiere seguir sus órdenes.
Coles observa que en el Reino Unido, Rusia se considera como enemigo desde principios del siglo XX, y los historiadores británicos denominan a ese período la "primera Guerra Fría". En aquel momento, los países luchaban por los recursos estratégicos y las rutas comerciales, y con la llegada de los bolcheviques al poder, Rusia también comenzó a representar una amenaza ideológica. En particular, el analista menciona al Partido Laborista británico, creado en 1900, al que Winston Churchill calificó de encubrimiento para los bolcheviques.
Además, el Reino Unido utilizó armas químicas en Rusia al realizar una operación en apoyo del Ejército Blanco. Entonces, Churchill llamó abiertamente esta arma una "medicina correcta". "Pero hoy, por alguna razón, todos hablan de cómo Moscú amenaza a Occidente con, digamos, su Novichok", se sorprende Coles.
Tras la retirada del presidente ruso Borís Yeltsin, el país comenzó a avanzar hacia el llamado "nacionalismo económico", los mercados dejaron de ser libres y las corporaciones estadounidenses tuvieron que lidiar con unos aranceles más altos, señala el experto. Esto es lo que se ha convertido en una amenaza real, pero no se puede decirle al público que Occidente "odia a Rusia porque no hace lo que se le dice".
El objetivo real con respecto a Moscú es mantener la hegemonía económica de Estados Unidos y la cultura del 'mercado libre', mientras que en realidad es proteccionista.
Además, Coles critica las acciones militares de Occidente. Según el analista, los expertos militares estadounidenses advirtieron hace muchos años de que cualquier intento de la OTAN de apoyar el Gobierno prooccidental en Ucrania llevaría a la "anexión" de Crimea. Y ahora los medios nos lo pintan como si Moscú de repente "atacara" a Kiev, mientras que fue la reacción de Rusia a las acciones de la OTAN.
"Rusia y China no son amenazas militares. La población mundial en general lo sabe, aunque los medios de comunicación estadounidenses y británicos digan lo contrario", concluyen los autores.
El libro titulado 'Union Jackboot: What Your Media and Professors Don't Tell You About British Foreign Policy' ('Opresión unida: lo que no te cuentan los medios ni tus profesores sobre la política exterior británica') consta de unas preguntas provocadoras de Alford y unas respuestas detalladas de Coles sobre distintos aspectos de la política exterior británica y estadounidense.
En particular, los analistas presentaron sus argumentos sobre las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido con Rusia. Según T.J. Coles y Matthew Alford, Washington se empeña en preservar su hegemonía, mientras que Moscú impide la dominación del orden neoliberal porque no quiere seguir sus órdenes.
Coles observa que en el Reino Unido, Rusia se considera como enemigo desde principios del siglo XX, y los historiadores británicos denominan a ese período la "primera Guerra Fría". En aquel momento, los países luchaban por los recursos estratégicos y las rutas comerciales, y con la llegada de los bolcheviques al poder, Rusia también comenzó a representar una amenaza ideológica. En particular, el analista menciona al Partido Laborista británico, creado en 1900, al que Winston Churchill calificó de encubrimiento para los bolcheviques.
Además, el Reino Unido utilizó armas químicas en Rusia al realizar una operación en apoyo del Ejército Blanco. Entonces, Churchill llamó abiertamente esta arma una "medicina correcta". "Pero hoy, por alguna razón, todos hablan de cómo Moscú amenaza a Occidente con, digamos, su Novichok", se sorprende Coles.
Tras la retirada del presidente ruso Borís Yeltsin, el país comenzó a avanzar hacia el llamado "nacionalismo económico", los mercados dejaron de ser libres y las corporaciones estadounidenses tuvieron que lidiar con unos aranceles más altos, señala el experto. Esto es lo que se ha convertido en una amenaza real, pero no se puede decirle al público que Occidente "odia a Rusia porque no hace lo que se le dice".
El objetivo real con respecto a Moscú es mantener la hegemonía económica de Estados Unidos y la cultura del 'mercado libre', mientras que en realidad es proteccionista.
Además, Coles critica las acciones militares de Occidente. Según el analista, los expertos militares estadounidenses advirtieron hace muchos años de que cualquier intento de la OTAN de apoyar el Gobierno prooccidental en Ucrania llevaría a la "anexión" de Crimea. Y ahora los medios nos lo pintan como si Moscú de repente "atacara" a Kiev, mientras que fue la reacción de Rusia a las acciones de la OTAN.
"Imagínense si Escocia se separara del Reino Unido y los rusos realizaran ejercicios militares cerca de nuestras fronteras, supuestamente para evitar que los británicos invadan Escocia. Eso es lo que estamos haciendo en Ucrania. (...) O imagínense si Rusia realizara sus maniobras militares en Canadá o México, ¿cómo reaccionaría EEUU? Se consideraría como una amenaza extrema, una violación de la Carta de la ONU que prohíbe las amenazas contra los Estados soberanos".Según Coles, a los representantes del orden neoliberal liderado por EEUU, simplemente no les gusta el "nacionalismo económico" de los países como Rusia y China ni su desarrollo.
"Rusia y China no son amenazas militares. La población mundial en general lo sabe, aunque los medios de comunicación estadounidenses y británicos digan lo contrario", concluyen los autores.
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