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EEUU se parte en dos: ¿qué pasará con el dólar y las sanciones?
Los demócratas recuperaron el liderazgo en la Cámara de
Representantes, mientras que los republicanos mantuvieron la mayoría en
el Senado. Pero, ¿cómo influirán los resultados de las elecciones de
mitad de mandato en el valor de la moneda estadounidense y en unas
posibles sanciones antirrusas?
Según coinciden los analistas, la división del Congreso pone en peligro la reforma fiscal iniciada por Trump y, al mismo tiempo, podría dar lugar al aumento de la deuda estatal de EEUU.
De acuerdo con una reciente publicación de CNN, en este caso, no solo se trata de la división del Gobierno, sino también de una fractura social, ya que la sociedad estadounidense puede ahora dividirse en dos "coaliciones políticas". Esta situación política de Washington podría, a su vez, influir de manera negativa en el valor del dólar.
"La división del Congreso hará retroceder al dólar, ya que obstaculizará la aplicación de la reforma fiscal, que constituye el impulso fundamental para atraer capital global", explicó el analista Mazen Issa, de la empresa TD Securities.
Otro experto, Henrik Gullberg, de Nomura International, afirmó que "la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes contribuirá al debilitamiento del dólar".
A su vez, el economista Steve Englander, de Standard Chartered, admitió que el "Partido Demócrata suele asociarse con un mercado de valores a la baja y un dólar más débil".
Según subrayó Mazen Issa, la victoria de los demócratas también puede dar lugar al "reforzamiento de los factores que debilitaron el dólar el año pasado", así como incrementar la deuda estatal de EEUU. Así, los demócratas ahora tienen derecho a suspender la nueva fase de la reforma fiscal, algo que permitirá defender los ingresos presupuestarios.
Al mismo tiempo, tienen su propio plan de acción. Su programa económico prevé la creación de numerosos puestos de trabajo a través de las inversiones en las infraestructuras, así como la reanudación de la reforma sanitaria lanzada por Barack Obama.
No obstante, ambas iniciativas requieren grandes cantidades de dinero -según datos de Bloomberg, las inversiones en las infraestructuras podrían superar el billón de dólares-, algo que incrementará, sin duda, la deuda estatal del país norteamericano.
Según explicó a la agencia la analista Subadra Rajappa, de Societe Generale, "en el caso de que el Departamento de Finanzas de EEUU continúe incrementando la oferta de bonos, en algún momento los inversores simplemente declararán: 'No, gracias'".
La analista señaló que esto dará lugar a la venta masiva de activos estadounidenses y, como consecuencia, un fuerte debilitamiento del dólar.
En lo que respecta a las sanciones contra Rusia, la victoria de los republicanos en el Congreso -calificada como "tremendo éxito" por el propio Trump- hace casi imposible el proceso de 'impeachment' contra el mandatario estadounidense.
De este modo, el triunfo dará más libertad al presidente en cuanto a las medidas en materia de política exterior, en particular respecto a las sanciones antirrusas.
El 6 de noviembre, la Casa Blanca anunció sus planes de imponer un nuevo paquete de sanciones a Rusia en consonancia con la Ley estadounidense de Eliminación de Guerra y Control de Armas Químicas y Biológicas por el caso Skripal.
El primer paquete de sanciones, que entró en vigor el 6 de agosto, prohibió la venta de armas y tecnologías de uso doble. El segundo puede afectar a la valoración de las instituciones públicas, como el Banco Mundial y el FMI, y podría dar lugar a la suspensión de todas las importaciones y exportaciones entre Washington y Moscú.
Sin embargo, lo más importante es que, gracias a la victoria de los republicanos, el propio Trump tendrá la oportunidad de imponer las sanciones selectivamente o incluso abolirlas en caso de que crea que podrían ser lesivas para los intereses de EEUU.
Así, cabe suponer que las nuevas sanciones antirrusas tendrán un carácter simbólico. Asimismo, los resultados de las elecciones de medio término fueron vaticinados por los analistas estadounidenses, de modo que ahora sería imposible acusar a Rusia de intervenir en las legislativas.
Y esto, a su vez, debilita las perspectivas de la aprobación de la nueva ley de sanciones denominada Ley para la Defensa de las Elecciones de Amenazas a través de la Imposición de Líneas Rojas (DETER, por sus siglas en inglés), la cual prevé restricciones bastante estrictas contra Rusia.
Según coinciden los analistas, la división del Congreso pone en peligro la reforma fiscal iniciada por Trump y, al mismo tiempo, podría dar lugar al aumento de la deuda estatal de EEUU.
De acuerdo con una reciente publicación de CNN, en este caso, no solo se trata de la división del Gobierno, sino también de una fractura social, ya que la sociedad estadounidense puede ahora dividirse en dos "coaliciones políticas". Esta situación política de Washington podría, a su vez, influir de manera negativa en el valor del dólar.
"La división del Congreso hará retroceder al dólar, ya que obstaculizará la aplicación de la reforma fiscal, que constituye el impulso fundamental para atraer capital global", explicó el analista Mazen Issa, de la empresa TD Securities.
Otro experto, Henrik Gullberg, de Nomura International, afirmó que "la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes contribuirá al debilitamiento del dólar".
A su vez, el economista Steve Englander, de Standard Chartered, admitió que el "Partido Demócrata suele asociarse con un mercado de valores a la baja y un dólar más débil".
Según subrayó Mazen Issa, la victoria de los demócratas también puede dar lugar al "reforzamiento de los factores que debilitaron el dólar el año pasado", así como incrementar la deuda estatal de EEUU. Así, los demócratas ahora tienen derecho a suspender la nueva fase de la reforma fiscal, algo que permitirá defender los ingresos presupuestarios.
Al mismo tiempo, tienen su propio plan de acción. Su programa económico prevé la creación de numerosos puestos de trabajo a través de las inversiones en las infraestructuras, así como la reanudación de la reforma sanitaria lanzada por Barack Obama.
No obstante, ambas iniciativas requieren grandes cantidades de dinero -según datos de Bloomberg, las inversiones en las infraestructuras podrían superar el billón de dólares-, algo que incrementará, sin duda, la deuda estatal del país norteamericano.
Según explicó a la agencia la analista Subadra Rajappa, de Societe Generale, "en el caso de que el Departamento de Finanzas de EEUU continúe incrementando la oferta de bonos, en algún momento los inversores simplemente declararán: 'No, gracias'".
La analista señaló que esto dará lugar a la venta masiva de activos estadounidenses y, como consecuencia, un fuerte debilitamiento del dólar.
En lo que respecta a las sanciones contra Rusia, la victoria de los republicanos en el Congreso -calificada como "tremendo éxito" por el propio Trump- hace casi imposible el proceso de 'impeachment' contra el mandatario estadounidense.
De este modo, el triunfo dará más libertad al presidente en cuanto a las medidas en materia de política exterior, en particular respecto a las sanciones antirrusas.
El 6 de noviembre, la Casa Blanca anunció sus planes de imponer un nuevo paquete de sanciones a Rusia en consonancia con la Ley estadounidense de Eliminación de Guerra y Control de Armas Químicas y Biológicas por el caso Skripal.
El primer paquete de sanciones, que entró en vigor el 6 de agosto, prohibió la venta de armas y tecnologías de uso doble. El segundo puede afectar a la valoración de las instituciones públicas, como el Banco Mundial y el FMI, y podría dar lugar a la suspensión de todas las importaciones y exportaciones entre Washington y Moscú.
Sin embargo, lo más importante es que, gracias a la victoria de los republicanos, el propio Trump tendrá la oportunidad de imponer las sanciones selectivamente o incluso abolirlas en caso de que crea que podrían ser lesivas para los intereses de EEUU.
Así, cabe suponer que las nuevas sanciones antirrusas tendrán un carácter simbólico. Asimismo, los resultados de las elecciones de medio término fueron vaticinados por los analistas estadounidenses, de modo que ahora sería imposible acusar a Rusia de intervenir en las legislativas.
Y esto, a su vez, debilita las perspectivas de la aprobación de la nueva ley de sanciones denominada Ley para la Defensa de las Elecciones de Amenazas a través de la Imposición de Líneas Rojas (DETER, por sus siglas en inglés), la cual prevé restricciones bastante estrictas contra Rusia.
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