EE.UU.
y Colombia subrayan la necesidad de mantener la presión sobre el
Gobierno de Maduro y ayudar a los migrantes venezolanos que “huyen” a
otros países.
“El subsecretario (de Estado estadounidense, John Sullivan) y el ministro de Relaciones Exteriores (de Colombia, Carlos Holmes Trujillo) hablaron de la necesidad de mantener la presión sobre el régimen de (Nicolás) Maduro para restaurar el gobierno democrático en Venezuela”, informó el jueves la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert en un comunicado.
La vocera indicó que Sullivan y Trujillo dialogaron también sobre el éxodo masivo de venezolanos hacia varios países de la región.
Al respecto, Trujillo entregó a su par estadounidense un documento aprobado por el Consejo de Ministros de Colombia, en el que se explican las estrategias para atender a la población migrante venezolana en ámbitos de salud, educación, agua y alojamiento, entre otros.
El encuentro entre ambos diplomáticos se produjo un día después de que el canciller colombiano reiterase ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, la necesidad de responder a la crisis migratoria venezolana con medidas regionales e internacionales.
Las palabras de Trujillo ante el Consejo Permanente de la OEA provocaron la reacción de Venezuela, cuya representante Asbina Ixchel Marín acusó al Gobierno colombiano de querer “derrocar” el Ejecutivo de Maduro por “todos los medios posibles, incluido el militar”.
A mediados de noviembre, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, acusó al presidente de Colombia, Iván Duque, de ser un “vividor del sistema multilateral” por desviar los recursos que solicita a la comunidad internacional para atender desafíos como “la violencia, las drogas, negociar la paz” y el supuesto “éxodo venezolano”.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan momentos de gran tensión, agravada desde la llegada de Duque a la presidencia. Caracas acusa a Bogotá de secundar a EE.UU. en sus esfuerzos para intervenir en Venezuela y derrocar al presidente chavista.
Caracas, en concreto, asegura que Washington está detrás de una campaña mediática sobre la migración de venezolanos que, en todo caso, es producto de las sanciones de EE.UU. contra la nación bolivariana.
Para luchar contra esta migración, Maduro ha establecido el plan Vuelta a la Patria, que ha facilitado el retorno de miles de migrantes venezolanos desde Perú, Ecuador, Brasil y Chile.
ncl/lvs/fdd/rba
“El subsecretario (de Estado estadounidense, John Sullivan) y el ministro de Relaciones Exteriores (de Colombia, Carlos Holmes Trujillo) hablaron de la necesidad de mantener la presión sobre el régimen de (Nicolás) Maduro para restaurar el gobierno democrático en Venezuela”, informó el jueves la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert en un comunicado.
La vocera indicó que Sullivan y Trujillo dialogaron también sobre el éxodo masivo de venezolanos hacia varios países de la región.
Al respecto, Trujillo entregó a su par estadounidense un documento aprobado por el Consejo de Ministros de Colombia, en el que se explican las estrategias para atender a la población migrante venezolana en ámbitos de salud, educación, agua y alojamiento, entre otros.
El encuentro entre ambos diplomáticos se produjo un día después de que el canciller colombiano reiterase ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, la necesidad de responder a la crisis migratoria venezolana con medidas regionales e internacionales.
Las palabras de Trujillo ante el Consejo Permanente de la OEA provocaron la reacción de Venezuela, cuya representante Asbina Ixchel Marín acusó al Gobierno colombiano de querer “derrocar” el Ejecutivo de Maduro por “todos los medios posibles, incluido el militar”.
A mediados de noviembre, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, acusó al presidente de Colombia, Iván Duque, de ser un “vividor del sistema multilateral” por desviar los recursos que solicita a la comunidad internacional para atender desafíos como “la violencia, las drogas, negociar la paz” y el supuesto “éxodo venezolano”.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan momentos de gran tensión, agravada desde la llegada de Duque a la presidencia. Caracas acusa a Bogotá de secundar a EE.UU. en sus esfuerzos para intervenir en Venezuela y derrocar al presidente chavista.
Caracas, en concreto, asegura que Washington está detrás de una campaña mediática sobre la migración de venezolanos que, en todo caso, es producto de las sanciones de EE.UU. contra la nación bolivariana.
Para luchar contra esta migración, Maduro ha establecido el plan Vuelta a la Patria, que ha facilitado el retorno de miles de migrantes venezolanos desde Perú, Ecuador, Brasil y Chile.
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