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Colombia. Vergüenza: Los medios y Venezuela
Por Colombia Informa
La frontera entre Colombia y Venezuela ha sido un
escenario caótico durante las últimas semanas. Entre los actores que han
hecho presencia, uno de ellos resalta debido a su descarada influencia:
los medios de comunicación hegemónicos. El uso de mentiras, así como la
repetición de elementos amarillistas, han marcado su agenda de los
últimos días. […]
La frontera entre Colombia y Venezuela ha sido un escenario caótico durante las últimas semanas. Entre los actores que han hecho presencia, uno de ellos resalta debido a su descarada influencia: los medios de comunicación hegemónicos. El uso de mentiras, así como la repetición de elementos amarillistas, han marcado su agenda de los últimos días.
Por KDM* Desde antes del concierto y de la posible intervención militar, el tema de Venezuela ya era recurrente en la parrilla noticiosa. Incluso fue utilizado en elecciones para desprestigiar a Gustavo Petro y para subir la popularidad de Iván Duque que ha resaltado por el desgobierno y la ineptitud.
Los medios no solo han servido al gobierno como herramienta para lavarle la cara luego de sus nefastas decisiones políticas y pésimo manejo de crisis ambientales y sociales; sino que también funcionan como una cortina de humo que cubre estos mismos hechos.
Actualmente, el exceso de información sobre el país vecino ha servido como estrategia para disuadir a los colombianos y colombianas sobre problemas latentes:
Un fiscal involucrado en el caso de corrupción más grande en América Latina; un ministro de Hacienda que mediante los Bonos Carrasquilla, lucró con el agua potable de más de 100 municipios en el país; y el nombramiento del nuevo director del Centro Nacional de Memoria Histórica que pasó de ser un falso doctor, a ser un tipo que niega directamente la existencia del conflicto armado en Colombia; todo esto sin mencionar la problemática ambiental en Hidroituango, la constante persecución a líderes y lideresas sociales, etc.
Los medios hegemónicos se han empeñado en mostrar un gobierno colombiano preocupado por los derechos humanos y que le hace frente a las decisiones del presidente Maduro. Así, ha promovido de manera descarada un conflicto militar y una intervención extranjera, sin tener en cuenta el riesgo bélico que eso tendría para Colombia y, evidentemente, para la población civil venezolana.
Por ahora el mensaje belicista que promueve la oposición venezolana y los medios colombianos quedan en suspenso, pues el ‘Grupo de Lima’, a pesar de reconocer la auto-proclamación de Guaidó, no emprenderá una intervención militar.
La postura de los grandes medios colombianos puede entenderse si se tiene en cuenta los grandes grupos empresariales a los que responden, así como las campañas que han financiado y los favores que han recibido a cambio.
Sin embargo, no deja de ser lamentable la ausencia absoluta de cuestionamientos ante las decisiones políticas del gobierno colombiano, promoviendo una construcción de hechos que presentan al chavismo como el enemigo maniqueista a derrotar por la oposición patriótica, así como el rotundo silencio ante las denuncias de manifestantes contratados y hechos concertados entre quienes les conviene un enfrentamiento militar.
*KDM es estudiante de Universidad Pública
CI YA/ND/28/02/2019/9:00
La frontera entre Colombia y Venezuela ha sido un escenario caótico durante las últimas semanas. Entre los actores que han hecho presencia, uno de ellos resalta debido a su descarada influencia: los medios de comunicación hegemónicos. El uso de mentiras, así como la repetición de elementos amarillistas, han marcado su agenda de los últimos días.
Por KDM* Desde antes del concierto y de la posible intervención militar, el tema de Venezuela ya era recurrente en la parrilla noticiosa. Incluso fue utilizado en elecciones para desprestigiar a Gustavo Petro y para subir la popularidad de Iván Duque que ha resaltado por el desgobierno y la ineptitud.
Los medios no solo han servido al gobierno como herramienta para lavarle la cara luego de sus nefastas decisiones políticas y pésimo manejo de crisis ambientales y sociales; sino que también funcionan como una cortina de humo que cubre estos mismos hechos.
Actualmente, el exceso de información sobre el país vecino ha servido como estrategia para disuadir a los colombianos y colombianas sobre problemas latentes:
Un fiscal involucrado en el caso de corrupción más grande en América Latina; un ministro de Hacienda que mediante los Bonos Carrasquilla, lucró con el agua potable de más de 100 municipios en el país; y el nombramiento del nuevo director del Centro Nacional de Memoria Histórica que pasó de ser un falso doctor, a ser un tipo que niega directamente la existencia del conflicto armado en Colombia; todo esto sin mencionar la problemática ambiental en Hidroituango, la constante persecución a líderes y lideresas sociales, etc.
Los medios hegemónicos se han empeñado en mostrar un gobierno colombiano preocupado por los derechos humanos y que le hace frente a las decisiones del presidente Maduro. Así, ha promovido de manera descarada un conflicto militar y una intervención extranjera, sin tener en cuenta el riesgo bélico que eso tendría para Colombia y, evidentemente, para la población civil venezolana.
Por ahora el mensaje belicista que promueve la oposición venezolana y los medios colombianos quedan en suspenso, pues el ‘Grupo de Lima’, a pesar de reconocer la auto-proclamación de Guaidó, no emprenderá una intervención militar.
La postura de los grandes medios colombianos puede entenderse si se tiene en cuenta los grandes grupos empresariales a los que responden, así como las campañas que han financiado y los favores que han recibido a cambio.
Sin embargo, no deja de ser lamentable la ausencia absoluta de cuestionamientos ante las decisiones políticas del gobierno colombiano, promoviendo una construcción de hechos que presentan al chavismo como el enemigo maniqueista a derrotar por la oposición patriótica, así como el rotundo silencio ante las denuncias de manifestantes contratados y hechos concertados entre quienes les conviene un enfrentamiento militar.
*KDM es estudiante de Universidad Pública
CI YA/ND/28/02/2019/9:00
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