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Tras el Bréxit, Reino Unido quiere aliviar restricciones comerciales de importaciones rusas, ya que el comercio aumenta por tercer año
Tras su salida de la UE Londres corre el riesgo de
perder temporalmente una parte de las importaciones procedentes de los
países europeos. En estas circunstancias Rusia podrá ofrecer buenas
alternativas a los bienes de la UE, considera el analista ruso Artiom
Deev.
El intercambio comercial entre ambos países creció en 2019 un 25%, superando los 17.000 millones de dólares, comunicó a Sputnik el representante comercial de Rusia en el Reino Unido, Borís Abramov. A modo de comparación, en 2018 el crecimiento alcanzó el 8%, situándose a unos 13.700 millones de dólares.
La encuesta realizada por la consultoría YE entre las empresas extranjeras con negocios en Rusia revela que el clima económico en el país euroasiático ha mejorado considerablemente. El 91% de las compañías extranjeras consideran que Rusia es un mercado estratégico para sus bienes y servicios, mientras que el 85% espera que sus negocios incrementen en los próximos tres años.
Esto se debe en gran medida a los avances que ha hecho Moscú para regular la actividad económica. Desde el 2011, cuando Rusia ocupaba el 129 puesto en el ranking global de Doing Business, el país ha subido más de cien posiciones, hasta ubicarse en el lugar 28 de la lista, superando incluso a naciones como Japón, Francia e Italia.
Una vez finalice el período de transición posterior al Brexit, el Reino Unido se dispone a suspender una parte de las medidas regulatorias que fueron impuestas a Rusia mientras formaba parte del bloque europeo. El respectivo documento fue publicado en el sitio web oficial del Gobierno británico. En particular, Londres prevé levantar los aranceles antidumping impuestos a las importaciones de papel de aluminio, ferrocilicio, tubos sin soldadura de hierro y acero.
"Las intenciones de Londres de levantar los aranceles son un gesto a favor de que es posible tener negocios con el nuevo Reino Unido tras su salida de la UE (...) Esta decisión es importante desde el punto de vista del precedente que sienta. Es una demostración de que los países europeos se han cansado de seguir los dictámenes de Bruselas en detrimento de sus intereses racionales", destacó al periódico ruso RBK Maxim Judalov, directivo de la empresa AKRA.
El aumento de las exportaciones rusas a Reino Unido beneficia a Londres porque podrá perder temporalmente una parte de sus importaciones procedentes de otros países europeos tras su salida de la UE, enfatizó Deev al portal ruso Gazeta.ru.
"Rusia puede aprovecharse de esta posibilidad para incrementar sus exportaciones a Reino Unido", subrayó.
No obstante, es más probable que a corto plazo Londres continúe ejerciendo presión política sobre Rusia.
Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero a las 23 horas GMT. Sin embargo, este país continuará siguiendo las leyes y los reglamentos del bloque europeo al menos hasta finales de año: las provisiones de este período de transición figuran en el acuerdo del Brexit.
El intercambio comercial entre ambos países creció en 2019 un 25%, superando los 17.000 millones de dólares, comunicó a Sputnik el representante comercial de Rusia en el Reino Unido, Borís Abramov. A modo de comparación, en 2018 el crecimiento alcanzó el 8%, situándose a unos 13.700 millones de dólares.
La encuesta realizada por la consultoría YE entre las empresas extranjeras con negocios en Rusia revela que el clima económico en el país euroasiático ha mejorado considerablemente. El 91% de las compañías extranjeras consideran que Rusia es un mercado estratégico para sus bienes y servicios, mientras que el 85% espera que sus negocios incrementen en los próximos tres años.
Esto se debe en gran medida a los avances que ha hecho Moscú para regular la actividad económica. Desde el 2011, cuando Rusia ocupaba el 129 puesto en el ranking global de Doing Business, el país ha subido más de cien posiciones, hasta ubicarse en el lugar 28 de la lista, superando incluso a naciones como Japón, Francia e Italia.
"Las empresas internacionales consideran que Rusia es un importante mercado en crecimiento a pesar de la tensión que se siente en las relaciones políticas y de la ralentización de la economía rusa", destacó el diplomático.Para argumentar su idea, Abramov citó como ejemplo a la empresa británica BP, presente en Rusia desde hace 30 años.
"A pesar de que las relaciones políticas se han complicado y las sanciones siguen vigentes, BP no solo no ha dejado de trabajar en Rusia, sino que continúa desarrollando los proyectos rusos", compartió.Empresas británicas como la farmacéutica GSK y la de construcción de maquinaria JCB también buscan ampliar su presencia en Rusia. En 2019 estas compañías abrieron nuevas fábricas en el país euroasiático.
Una vez finalice el período de transición posterior al Brexit, el Reino Unido se dispone a suspender una parte de las medidas regulatorias que fueron impuestas a Rusia mientras formaba parte del bloque europeo. El respectivo documento fue publicado en el sitio web oficial del Gobierno británico. En particular, Londres prevé levantar los aranceles antidumping impuestos a las importaciones de papel de aluminio, ferrocilicio, tubos sin soldadura de hierro y acero.
"Las intenciones de Londres de levantar los aranceles son un gesto a favor de que es posible tener negocios con el nuevo Reino Unido tras su salida de la UE (...) Esta decisión es importante desde el punto de vista del precedente que sienta. Es una demostración de que los países europeos se han cansado de seguir los dictámenes de Bruselas en detrimento de sus intereses racionales", destacó al periódico ruso RBK Maxim Judalov, directivo de la empresa AKRA.
El aumento de las exportaciones rusas a Reino Unido beneficia a Londres porque podrá perder temporalmente una parte de sus importaciones procedentes de otros países europeos tras su salida de la UE, enfatizó Deev al portal ruso Gazeta.ru.
"Rusia puede aprovecharse de esta posibilidad para incrementar sus exportaciones a Reino Unido", subrayó.
No obstante, es más probable que a corto plazo Londres continúe ejerciendo presión política sobre Rusia.
"A corto plazo todas las leyes vinculadas a las sanciones están listas para el Brexit, no habrá ninguna diferencia, el régimen existente continuará", declaró la embajadora del Reino Unido en Rusia, Deborah Bronnert, en una entrevista con el periódico ruso Kommersant.Distintos expertos recalcan que la sociedad y el establishment político del país europeo no están dispuestos a dialogar con el Kremlin, pero es poco probable que busquen estropear las relaciones económicas entre ambos países.
Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero a las 23 horas GMT. Sin embargo, este país continuará siguiendo las leyes y los reglamentos del bloque europeo al menos hasta finales de año: las provisiones de este período de transición figuran en el acuerdo del Brexit.
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