Chiapas: exhuman cadáveres… ¡Por no pagar predial!
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 6 de febrero. Ni los muertos se libran de los impuestos.
Martín Morita
Al menos eso sucede en esta ciudad de los Altos de Chiapas, donde
los cadáveres son literalmente echados de sus tumbas si sus familiares
no pagan un tributo fiscal al ayuntamiento.
Y es que por órdenes del alcalde priísta de San Cristóbal de las
Casas, Francisco Martínez Pedrero, desde hace unos cuantos días fue
desempolvada una vieja ley tributaria –no aplicada durante más de 60
años–, que consiste en pagar un derecho anual por el uso de suelo que
ocupan las tumbas de los difuntos en el único panteón municipal que
opera en este lugar.
“La cuota mínima que nos están exigiendo es de 650 pesos a los que
tenemos un muertito en una tumba sencilla. A los que tienen capillas o
espacios familiares apartados les cobran más de 3 mil”, comenta Luis
Manuel Santíz, un lugareño que tiene sepultados a dos de sus familiares
en ese camposanto.
Pero lo peor ya está sucediendo, luego de que a partir del domingo 3
de febrero, trabajadores del panteón, dependientes del ayuntamiento
sancristobalense, empezaron a desterrar a decenas de cadáveres con todo y
sus cajas, vestimentas y objetos con los que fueron sepultados.
Contralínea Chiapas recorrió el sitio y comprobó que, en
efecto, al menos el costado izquierdo del panteón está convertido en un
basurero de ataúdes, ropas y objetos de decenas de cadáveres que fueron
exhumados porque sus las familias no pagaron el “impuesto”.
“A nosotros ni nos avisaron que había qué pagar. El domingo venimos
a ponerle flores a nuestro hijo que está sepultado desde hace 5 años y
fue horrible ver que ya no estaba; hallamos su caja en un montón de
basura que está por la entrada, a mano izquierda. Son chingaderas,
no se vale que hagan eso con los muertitos”, exclamó indignado Javier
López, uno de los muchos agraviados por la polémica e inesperada medida
de la autoridad.
En este panteón, de acuerdo con trabajadores del lugar, hay unas 5 mil 500 tumbas.
“Vino gente de Servicios Públicos del Ayuntamiento con la orden de
que sacáramos a unos muertitos de sus tumbas. Traían una lista como de
50, luego vinieron personas, creo que de Salud y se llevaron los restos,
dijeron que los iban a cremar o enterrar en otro lugar y que las tumbas
van a ser usadas por nuevos difuntos”, explica Jorge, uno de los
panteoneros.
Por parte de las autoridades, el asunto se ha manejado en sigilo.
No se han emitido avisos por ningún medio de comunicación, lo cual causa
más incertidumbre y malestar entre la población.
“Este pelón (en alusión al alcalde Martínez Pedrero) anda
desesperado por conseguir dinero. Nuestros muertitos no tiene culpa que
(Juan) Sabines (el ex gobernador de Chiapas) se haya llevado toda la
lana. No tiene madre este presidente municipal con esto que está
haciendo”, reclama María del Socorro Hernández, una mujer coleta que están más que preocupada, pues tiene a 10 de sus familiares sepultados en el camposanto.
Y mientras tanto, un foco de infección emerge desde el lugar. Las
cajas y las ropas derruidas que están amontonadas tras la exhumación,
emiten un fétido olor a muerte.
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