No cientos ni miles, sino millones de mexicanos en la pobreza
El
presidencialismo del “nuevo” Partido Revolucionario Institucional está
de gran fiesta. A ésta invitaron a su medio hermano: el Partido de la
Revolución Democrática, con los transas de los Chuchos; y al
Partido Acción Nacional, que da lástima y permanece ungido al carro
priísta para tratar de salvarse. Mientras, el “periodista” y “escritor”
Manuel Espino lleva su traición a las últimas consecuencias formando un
nuevo partido con otros desertores de la izquierda que, al no ser
nombrados por Peña (como la corrupta Rosario Robles puesta donde hay
dinero para el botín, y Mario Di Costanzo quien había transado con su
amigo Videgaray), decidieron participar del multimillonario presupuesto
que reparte el Instituto Federal Electoral.
Banqueros, empresarios, casas de empeño o lavadoras; los Walmart, Soriana y demás burguesía adinerada con sus garras
sobre Petróleos Mexicanos, también beben y se atragantan como invitados
especiales a la privatización del país. Mientras la CIA (agencia
central de inteligencia estadunidense), el FBI (oficina federal de
investigación, también estadunidense) y el Pentágono adiestran a las
“fuerzas del orden” con tácticas de terrorismo no sólo para contraatacar
al narcotráfico, sino a los mexicanos que se rebelan.
Y es que los pajaritos ya le
informaron a Peña que vienen tiempos difíciles, iniciados el 1 de
diciembre con la arremetida brutal contra quienes protestaban por la
imposición de éste. Y no extrañe que los hacker de Anonymous
hayan penetrado las páginas electrónicas de la Secretaría de la Defensa
Nacional para mostrar la represión antipeñista publicando el Manifiesto Zapatista Anonymous Hispano.
Pues la comunicación, por cientos de vías, ya introdujo a nuestro país
al debate internacional; pero no hay quien se ocupe de uno de los
gravísimos problemas nacionales.
Se trata del empobrecimiento masivo que
alcanza a más de 60 millones de personas. Casi la mitad de la
población. Mientras, la otra mitad apenas sobrevive con salarios a la
baja y precios a la alza, con 16 millones en la informalidad:
prostitución, venta al menudeo de drogas, robos, etcétera. En la Ciudad
de México, la policía de Mancera persigue vendedores, y para distraer a
la población inventó, con su secretario de Seguridad y su procurador,
que los perros callejeros son los nuevos delincuentes, en una ciudad
donde operan los cárteles de la delincuencia organizada disputando el
asiento de los poderes federales. Y no saben que la pobreza es la
generadora de la descomposición social, donde los salinistas se agandallan los cargos y Peña coloca a sus amigos mexiquenses.
La pobreza masiva está llevando a la
nación a la crisis general que inició con Salinas-Zedillo y apuraron
Fox-Calderón para tenerla al borde de un estallido social por hambre,
desempleo, injusticias y concentración de la riqueza entre Slim, el Chapo
Guzmán, Televisa y Tv Azteca. Los mexicanos no ejercen masivamente la
democracia directa, más allá de manifestaciones y protestas, pero vamos
en camino. En medio de la fiesta por apañarse la Presidencia de la
República, con millonarios sueldos para la elite y declaraciones
patrimoniales tramposas, nadie en verdad se ocupa de la pobreza por
falta de empleos y encarecimiento de los productos de primera necesidad.
Y todavía proponen gravar con IVA a medicinas y alimentos.
*Periodista
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