¿Qué función tiene llorar?
La lágrima, mitológicamente vinculada con pureza, se ha convertido con el paso del tiempo en un símbolo de tristeza y dolor, pero también alegría. El llanto puede ser producto de muchas cosas, pero aquel que sucede por cuestiones emocionales y experiencias estéticas es único del hombre. De ahí que podemos derramar lágrimas frente a un cuadro, lectura, poesía o música, como al vivir una experiencia emocionalmente intensa.
Michael Trimble, profesor del Institute of Neurology en Londres, en su libro "Why Humans Like to Cry? (Por qué a los humanos les gusta llorar), explora el origen de las lágrimas desde el punto de vista neuronal y anatómico. Y en entrevista con Gareth Cook, editor de Mind Matters, explicó su teoría.
Trimble establece, en la búsqueda incesante por encontrar características que diferencien al hombre de otros animales, que la lágrima emocional es lo que nos hace verdaderamente humanos. Todo lo demás (lenguaje, juego, uso de herramientas o la teoría de la mente) se ha demostrado que es compartido de alguna forma con algunos primates.
Las lágrimas son necesarias para mantener humedecido el ojo y contienen proteínas y demás sustancias que lo mantienen saludable y libre de infecciones. Pero las lágrimas emocionales, aquellas que nos pertenecen sólo a nosotros, surgen por nuestra habilidad de sentir compasión y empatía.
Esta compasión se activa por lo que llaman "estímulos emocionalmente competentes". El cerebro recibe los estímulos y responde, de manera automática, con un cambio temporal en el estado del cuerpo: la lágrima. Nuestros recuerdos personales, estrechamente vinculados a las respuestas, son los que originan la compasión y empatía que sentimos frente a un rostro entristecido.
Esto no quiere decir que no tenga sus implicaciones
culturales, como el hecho de que hay cierta resistencia, especialmente
por parte de los hombres, a mostrar nuestras emociones de esta forma
frente a la socieda.
"No debería darnos miedo mostrar nuestros sentimientos, especialmente aquellos de compasión, pues nuestra habilidad para sentir empatía y por ende llorar, es la fundación de la cultura, que es exclusivamente humana", comenta Trimble.
Fuente: Scientific American.
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