"Petroaliados", nerviosos por la muerte de Chávez
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LA HABANA (AP) -- Los cubanos recuerdan el llamado Período
Especial de los años 1990, cuando el repentino desplome de la Unión
Soviética provocó en la isla años de depresión económica. Los
automóviles y los autobuses casi desaparecieron de las calles por falta
de combustible y los apagones dejaban la capital a oscuras.
Ahora
los cubanos temen un regreso de las vacas flacas tras la muerte del
presidente venezolano Hugo Chávez, cuyos miles de millones de dólares en
petróleo enviado a la isla en términos generosos ayudan a que funcione
la economía de la isla. El miércoles, algunos habitantes de La Habana ya
estaban hablando de comenzar a almacenar velas.
Francis
Gómez, una estudiante de Turismo de 22 años, de la ciudad de Pinar del
Río, dijo que estaba "un poco asustada y preocupada".
"Desde que Chávez está enfermo, mis padres están diciendo que por Dios no vuelva el periodo especial", relató la joven.
Aunque
el partido de Chávez sigue en el poder en Venezuela, y sus aliados
políticos han dicho que no cambiarán el programa, por lo menos no a
corto plazo, una victoria de la oposición en una elección presidencial
que se realizaría en las próximas semanas pudiera cambiar el juego
completamente. El líder opositor Henrique Capriles ha dicho que
reevaluaría el programa si lo eligen.
Pero los
cubanos no son los únicos preocupados tras la muerte de Chávez el
martes. El mandatario venezolano usó la riqueza petrolera de su país
para ayudar a sus aliados mediante un programa parte ideológico y parte
humanitario que entrega petróleo en términos preferenciales.
Más
de una decena de otros países latinoamericanos y del Caribe, en su
mayoría con problemas económicos, se han beneficiado de miles de
millones de dólares en crudo del acuerdo Petrocaribe, que se creó en
2005 con la meta de unificar la industria petrolera regional bajo el
liderazgo de Venezuela y de contrarrestar así la influencia de Estados
Unidos.
Sólo Cuba recibe unos 92.000 barriles
diarios de crudo venezolano para cumplir la mitad de sus necesidades de
consumo, por un valor de aproximadamente 3.200 millones de dólares al
año, según un cálculo de Jorge Piñón, analista de energía de la
Universidad de Texas.
La Habana paga la mitad
de su factura petrolera mediante un sistema de trueque en que miles de
médicos, maestros y otros asesores ofrecen servicios en Venezuela. El
resto va a créditos a 25 años con un interés de 1%.
"No
hay dinero de por medio. No tienen que emitir un cheque. Esa es la
importancia de este acuerdo", dijo Piñón. "Representa 3.200 millones de
dólares en efectivo gratis para la economía cubana".
"Si
un nuevo gobierno venezolano convierte eso en un verdadero acuerdo
comercial en que hay que pagar a 30 días en efectivo el total de lo
debido, sería un impacto económico sustancial tanto para Cuba como para
los países de Petrocaribe, no cabe la menor duda", aseveró Piñón.
Nicaragua,
quizás el segundo país más dependiente del crudo venezolano después de
Cuba, recibe casi la totalidad de sus 12 millones de barriles al año de
Caracas, por un valor aproximado de 1.200 millones de dólares, dijo
Néstor Avendaño, economista y director ejecutivo de la firma asesora
Consultores Para el Desarrollo.
El presidente
nicaragüense Daniel Ortega, un firme aliado de Chávez, paga la mitad por
delante y financia el resto a 23 años con un interés de 2% anual.
La
Prensa, el principal periódico de Nicaragua, señaló en un editorial que
Ortega ha tratado de aumentar las reservas económicas en meses
recientes, y elevó los impuestos en enero, aparentemente en anticipación
de una reducción en la ayuda venezolana.
República
Dominicana recibe sólo 40% de su petróleo a través de Petrocaribe y
ahorra aproximadamente 400 millones de dólares al año con el acuerdo.
Jamaica, abrumada por una deuda equivalente a un extraordinario 140% de
su Producto Interno Bruto (PIB), recibe aproximadamente dos terceras
partes de su crudo a través de Petrocaribe.
Y en todo el Caribe es la misma historia en una isla tras otra.
"Petrocaribe
salvó a varias economías caribeñas de un colapso seguro", dijo Anthony
Bryan, investigador senior del Centro de Estudios Estratégicos e
Internacionales en Washington y experto en las relaciones entre Estados
Unidos y el Caribe.
Los analistas consideran
que Nicolás Maduro, el sucesor escogido por Chávez y un firme aliado
ideológico de Cuba, tiene más posibilidades de ganar las elecciones para
reemplazar a Chávez. Pero en la ausencia del líder venezolano, quien
mantuvo su base política controlada por la fuerza de su personalidad,
Maduro pudiera ser objeto de presión mientras trata de controlar
fracciones que no siempre concuerdan.
"Creo
que habrá una baja potencial en la disposición de Venezuela de vender
petróleo (a términos preferenciales) porque Maduro va enfrentar sus
propios cismas internos", dijo Gregory Weeks, politólogo especializado
en América Latina en la Universidad de Carolina de Norte en Charlotte.
"Creo que va a tener que prestar más atención a dirigir recursos a los
que representa dentro del país, en vez de hacerlo en el extranjero".
Weeks
agregó que Maduro probablemente trataría de mantener el subsidio a Cuba
en todo lo posible por razones simbólicas, y muchos analistas dicen que
la isla depende menos de Venezuela de lo que dependía de los
soviéticos.
Pero la economía venezolana tiene
problemas que el sucesor de Chávez deberá enfrentar. La inflación está
en 22%, escasean los dólares para las importaciones en medio del control
de la divisa y los venezolanos se quejan de escasez esporádica de
bienes básicos.
"Una vez que el déficit
presupuestario venezolano comience a hacerse sentir de una forma que no
se pueda pasar por alto, entonces el gobierno tendrá que tomar algunas
decisiones difíciles en términos de gastos", dijo Eric Farnsworth,
especialista en energía del Consejo de las Américas. "Y una de las
formas más rápidas de reducir (el gasto) en cualquier país es la ayuda
al extranjero".
Para algunos beneficiarios de
Petrocaribe, eso podría significar simplemente la necesidad de apretarse
el cinturón. Pero para otros pudiera significar un aumento del
descontento o incluso el potencial de inestabilidad con la afectación de
programas sociales.
Por ejemplo, Ortega, el
presidente Nicaragua, ha usado el efectivo extra para dar vivienda y
financiar la salud pública en un país donde 80% de la población vive con
menos de 2 dólares diarios. El economista René Vallecillo dijo que el
país pudiera sufrir una baja de 1 punto porcentual en el crecimiento de
su PIB si la asistencia venezolana desapareciera.
Haití
ha usado millones de dólares en asistencia venezolana para comprar
combustible, renovar estaciones electrogeneradoras y construir viviendas
para personas de bajos ingresos en ese país devastado por un terremoto
en 2010.
Jamaica ha usado los 22.000 barriles de crudo venezolano que recibió a diario en 2011 para generar el 95% de su electricidad.
"Si
es 95% de su generación de electricidad, eso tiene implicaciones en
términos del bienestar social", dijo Farnsworth. "Van a sufrir mucho...
Esto ha sido un salvavidas".
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Los
redactores Anne-Marie García en La Habana; Luis Andrés Henao en
Santiago, Chile; David McFadden en Kingston, Jamaica; Luis Manuel
Galeano en Managua, Nicaragua; Ezequiel Abiu López en Santo Domingo,
República Dominicana, y Trenton Daniel en Puerto Príncipe, Haití, todos
de The Associated Press, contribuyeron a este despacho.
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