Todos contra todos en el sol azteca

Manuel Hernández y Luis Velázquez Marzo 7, 2013    1:15 am

Bejarano, el más atacado y el más mordaz; Mancera ofrece mayor cercanía con PRD; Zambrano defiende Pacto por México

El tono de la reunión fue ríspido y a todos les llovió. El más atacado fue René Bejarano, pero las caras largas de los liderazgos perredistas al término del encuentro privado en el hotel NH del Centro Histórico lo dijeron todo.

Bejarano se lanzó contra tirios y troyanos. Es decir, contra Los Chuchos, Morena y Mancera. Dijo que él fue una parte importante en el triunfo del hoy jefe de Gobierno del DF, y aseguró que una buena imagen no es suficiente para el triunfo; que él puso la estructura y la movilización. Así que Bejarano, líder de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), la segunda fuerza dentro del partido y con mayor presencia en la Ciudad de México, fue abucheado varias veces mientras hablaba.

También le increpó a Zambrano el Pacto por México. Y Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, le respondió que tiempo al tiempo, y que ya se verían los resultados. Bejarano apuntó que, por ejemplo, la reforma de Pemex es una simulación, porque ya lo están privatizando de hecho.

Y René Bejarano andaba prendido, así que también se quejó de la relación institucional que se está construyendo con el gobierno del priista Enrique Peña Nieto. Dijo que ahora Zambrano parecía acompañante y orador de eventos del gobierno.

Y, paralelamente, la Comisión Política Nacional del PRD reclamó a Mancera su distanciamiento del partido y su cercanía con Peña.

En el mismo tono, Manuel Oropeza, dirigente del PRD en la ciudad, exigió al mandatario local no utilizar la reforma política del DF “como moneda de cambio” en las negociaciones de la reforma energética impulsada por el PRI en el Pacto por México.

Jesús Zambrano, quien convocó a la reunión, lució enfadado. Intervino constantemente para serenar a Bejarano y Oropeza, pero le pidieron guardar silencio y escuchar los posicionamientos. “Se manifestaron 15 o 20 oradores para exponer distintas visiones y conocer la opinión del jefe de Gobierno en todas ellas, tanto nacionales como las que tienen que ver de manera directa con el DF”, explicó Zambrano en tono sereno al término del encuentro.

“Expresaron la necesidad de fortalecer la ruta estratégica de lo que debe ser el desarrollo del gobierno del DF y establecer una mesa de trabajo del PRD nacional, estatal y el propio gobierno de la ciudad para lo que debe ser la Reforma Política del DF, todo lo que tiene al mismo tiempo que ver con acciones que fortalezcan el desarrollo de la infraestructura del GDF y la mejora de los servicios”, dijo el líder nacional.

Algunos cuestionamientos a Mancera tuvieron que ver también con la propuesta de incrementar las tarifas de la energía eléctrica para que los ciudadanos pagaran el alumbrado público o la posibilidad de que la iniciativa privada intervenga en el sector de agua potable y saneamiento, iniciativas que de acuerdo con algunas corrientes del PRD, no corresponden al programa de gobierno planteado por la izquierda.

“No fue de terciopelo. Hubo algunas observaciones críticas, pero son parte de la diversidad de nuestro partido”, contó el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.

“Reconocemos que hay pendientes y preocupaciones que se tienen que evitar”, agregó el también integrante de IDN.

Mancera escuchó con atención los reclamos del partido que lo llevó al gobierno y fijó su postura: “La izquierda tiene que ser contestataria, pero con planteamientos inteligentes”.

Como principal muestra de acercamiento con el PRD, el jefe de Gobierno se comprometió a acompañar al partido en algunos estados donde habrá elecciones el próximo 7 de julio y sumarse a las movilizaciones contra la reforma energética en el acto que realizará el partido el próximo 17 de marzo en el Monumento a la Revolución.

“Les dije que estaría yo pendiente de estas convocatorias concretas. Se habló de varias entidades a las cuales habría que hacer presencia”, explicó Mancera al despedirse de los perredistas.

Afirmó que aunque el Pacto por México ha generado discordia al interior del PRD, su gobierno seguirá respetando las diversas posiciones.

Sin embargo, evitó fijar su propia postura sobre el tema.

“Los debates políticos ahí se seguirán dando, ¿no?, nosotros vamos a decir lo que nos parezca y lo que no nos parezca también lo diremos en su momento”, afirmó el mandatario local.

Antes de retirarse, evitó entrar en pleito con su antecesor Marcelo Ebrard, quien ha criticado al PRD y sus gobiernos por su cercanía con el gobierno de Peña Nieto y el PRI.

“Yo no tendría ninguna polémica con el licenciado Ebrard, él está haciendo política, ya ahora no es el jefe de Gobierno, yo soy el jefe de Gobierno y tengo que estar concentrado en mi trabajo diario”.