lunes, 6 de mayo de 2013

Facilidades para matar

Pablo Hiriart Pablo Hiriart
 
Pablo Hiriart
 
Facilidades para matar
Pablo Hiriart
 
A los hijos de nuestro querido compañero David Páramo los mataron porque cualquier pelafustán puede adquirir armas, exhibirlas, se envalentona con la impunidad y se siente con derecho a usarlas contra otras personas.
La permisividad hacia los violentos, valentones y exhibicionistas de su poder armado ha cobrado dos víctimas más, un par de jóvenes, hijos de dos periodistas en la capital de Chihuahua. Y seguirán otros y otros mientras no se ponga un hasta aquí a la insensatez de dejar hacer y dejar pasar la desfachatez armada que pulula en todo el país, hasta que las autoridades se tomen en serio su papel y dejen de actuar como diplomáticos de lo “políticamente correcto”.
Es prematuro asegurar o descartar que el doble asesinato cometido contra los hijos de David Páramo es producto de alguna venganza por escritos hechos por su papá o por el contenido del diario que dirige su mamá.
Lo único concreto es que la vida de los hijos de nuestro compañero en Grupo Imagen ya no se puede regresar. Los perdió para siempre. Y el país continúa en el empedrado, cuesta abajo, con víctimas inocentes que son producto de las facilidades que hay para matar.
El castigo para los asesinos es lo menos que se puede pedir en éste y en todos los casos, como única manera de disminuir un flagelo que ha llegado demasiado lejos en un país que no se lo merece.
El asesinato absurdo de sus hijos es lo último que México puede permitir, y estamos precisamente en ese umbral, simbolizado en el homicidio de los hijos de David Páramo en el estado de Chihuahua.
Ahí esa entidad ha registrado bajas importantes en la criminalidad y sobre todo en los niveles de impunidad. Pero el enemigo sigue ahí, es la barbarie, que se alimenta todos los días de ese sedimento perverso que se extiende en todo el país desde hace varios años.
Ese sedimento es la facilidad con que se recurre a las armas. Y la facilidad que las autoridades dan a los que empuñan un rifle, una pistola, con el pretexto de que es con fines políticos, sociales o de autodefensa.
A los hijos de David los mataron porque se puede matar sin mayores problemas. Armas hay. Se exhiben en estrafalarios desfiles de civiles con rifles o metralletas. Se ha perdido la noción de lo que puede ser permitido y con ello se pierde el respeto a la vida y a la integridad del prójimo.
La familiaridad con que se empuñan las armas y la pasividad de las autoridades para castigar esa salvajada traen como consecuencia que las armas se usen. Y que maten. Como hicieron unos gandules contra los hijos de David Páramo, y mañana lo harán contra otros y otros y otros, y así indefinidamente.
phl@razon.com.mx
Twitter:
@PabloHiriart

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